Remedios Copa
Colectivo Prometeo
Dice Victor Ternosvky que
hay intelectuales que vienen advirtiéndonos hace tiempo de que lo que
actualmente está ocurriendo en Ucrania; lo predecían desde tiempo atrás
basándose en documentos y fuentes originales que les permitieron anticipar
literalmente lo que ahora ya está ocurriendo.
Entre esos intelectuales
Ternosvky menciona un nombre con el que me encontré en mucha de la
documentación revisada con respecto a Ucrania y, anteriormente, en relación con
los EE UU y la OTAN. Se trata de Augusto Zamora, profesor de Derecho
Internacional y Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de
Madrid, quién ha seguido durante años, entre otra, la documentación oficial relativa
al Pentágono, la Casa Blanca y la OTAN y pronosticó que el gran conflicto que
actualmente viene desarrollándose en el Este de Europa llegaría tarde o
temprano. También apuntaba el conflicto en el Mar de China como inevitable,
dónde actualmente los EE UU están militarizando la zona y amenazando con un
conflicto a gran escala al interferir en Taiwan, zona de influencia China.
Dice Ternovsky que EE UU está decidido a “hundir al planeta en la sangre, en un intento de mantener la hegemonía”. Pero según Augusto Zamora, la Alianza entre Rusia y China sería difícil de vencer por los estadounidenses. En este sentido resulta muy interesante su libro “De Ucrania al Mar de la China” recientemente publicado. Zamora explica en su libro las estrategias de EE UU, cuyo PIB ya solo representa un 18% del PIB Mundial, y está en franca decadencia frente a las nuevas potencias; ante esta situación, EE UU concibe a Rusia y China por un lado frente a EE UU y Europa por el otro, cosa que sirve para entender la estrategia estadounidense y la elección de sus frentes de ataque, pero que no significa que eso le sirva para mantener su poder.
Tanto Ternovsky como
Zamora coinciden en que Ucrania responde a una cuestión geoestratégica que EE
UU utiliza como punta de lanza frente a Rusia, pero que pronto quedará
eclipsada por los grandes conflictos que se desatarán en otros frentes.
Zamora nos recuerda, lo
que también otros analistas e intelectuales han señalado reiteradamente y entre
los que se cuentan militares estadounidenses y otros europeos que han
desempeñado altos cargos en la OTAN, que concuerdan en las razones de la
denominada invasión rusa en Ucrania. Todos ellos hacen referencia a la situación
similar en la que años atrás, EE UU obligó a Cuba a eliminar los misiles
próximos a sus fronteras; ahora es EE UU con la OTAN quién amenaza las
fronteras de Rusia y todos ellos nos recuerdan también los sucesivos
incumplimientos, por parte de dichas fuerzas, de los pactos firmados con Moscú,
y el haber hecho oídos sordos a cuantas advertencias hizo Putin al respecto así
como a sus múltiples propuestas de colaboración con la UE y que siempre fueron
ignoradas.
No se puede concebir una
Europa fuerte y con entidad propia sin unas relaciones fluidas con Rusia. Ahora
empezamos a ver lo que todos los intelectuales y estrategas nos venían
advirtiendo si se continuaba con el acoso a Rusia y la ruptura de las
relaciones, tanto económicas como de política colaborativa. Todos ellos desde
los mencionados, (un ruso y un español), el norteamericanos Noam Chomsky, la canadiense
Naomi Klein, coinciden en que el seguidismo de la UE a las políticas y
estrategias norteamericanas catapultan a Europa a su hundimiento económico
definitivo y a su enterramiento como potencia. Todo va acompañado del
descrédito ante el resto de países poderosos como Asia Central, Siria, o India.
El seguidismo de la UE a
los intereses de los EE UU, nos ha arrastrado a ser los impulsores de unas
sanciones a Rusia que nos desangran hasta la médula, que no servirán para la
pérdida de la hegemonía mundial estadounidense cuyo declive es inminente, pero
que hundirán al Continente europeo. En este sentido hay suficientes evidencias
que dicho hundimiento siempre fue un objetivo estadounidense porque nunca le
interesó que la UE se convirtiese en una potencia económica independiente y que
formara parte del comercio de la ruta de la seda, ámbito en el que EE UU no
tenía muchas opciones de intervenir, salvo mediante la guerra de la que Ucrania
es la punta de lanza, como afirman los expertos.
La alianza natural de
Europa era con Rusia y los países de la ex Unión Soviética, tanto por razones
comerciales como energéticas entre otras. Angela Merkel tenía claro este
interés, pero como afirma Augusto Zamora, esa absurda alianza con el socio
trasatlántico supuso para la UE “renunciar a su alma, su espíritu, sus
intereses económicos y comerciales, por hacer una alianza absurda e
insostenible con EE UU”.
En cuanto a la U E,
Zamora considera que Alemania, Francia,
España, Italia, y de lejos, Polonia, constituyen el núcleo; el resto son
microestados y el país que marca la pauta es Alemania, seguida de Francia y de
lejos España, cuyos países no tienen intereses coincidentes e incluso hay algunos encontrados con los EE
UU.
La OTAN es el arma de
guerra y la espina dorsal de los EE UU y su herramienta fundamental para
establecer el dominio total sobre Europa pero esta información que es de
dominio público en varios documentos y artículos de Augusto Zamora, en la U E
no se menciona.
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