Juan Rivera
Colectivo Prometeo
Al contemplar el bochornoso vídeo
protagonizado por los bañistas de la playa de Castell de Ferro persiguiendo a nueve inmigrantes recién bajados de la patera, no he podido evitar recordar algunas
escenas del clásico de Sam Peckinpah “Perros de paja”. En concreto, cuando esos habitantes
del pueblecito de Cornualles, en la campiña inglesa, en apariencia tan pacíficos, mostraban el grado de violencia que llevaban dentro.
También me vino a la cabeza “La jauría humana” de Arthur Penn, interpretada por Brando y Redford, en la que los personajes del pueblo de Texas exponían sus miserias envueltas en una forma de vida hipócrita.
Pero
el título primero encuadra mejor la escena: el comportamiento de los “patriotas”
que tomaban el sol en Granada, mezcla perfectamente la idea de su conversión en “perros
de presa”, sin dejar de ser por ello unos meros “hombres de paja” al servicio
de los intereses del amo de turno.
Si algún director piensa hacer un remake
de alguna película sobre un campo de concentración nazi, ya sabe dónde contratar a los extras que harían de “kapos” carcelarios. El papel lo bordarían
porque la parte de deshumanización la llevan de serie.
Y no, no eran buenos ciudadanos
cumpliendo y haciendo cumplir la ley, aunque eso no quita que alguno pueda ser hasta un
fervoroso cofrade que ha escuchado mil veces al cura decir en misa lo de “Amaos los unos a los
otros “ y haya cantado con mucho énfasis lo de “Todos somos iguales a los ojos de Dios”.
Si en lugar de bajarse de la patera unos
pobres desgraciados, se hubieran bajado narcos con fardos de droga, ninguno,
pese a tenerlos delante de sus ojitos, hubiese movido un dedo para " hacer cumplir la ley".
Tampoco es que fueran especialmente
racistas. Si a la playa en lugar de acercarse la patera se hubiera arrimado un
inmenso yate, lleno hasta las trancas de jóvenes con el mismo aspecto y color de piel que los
que placaron en la arena, se hubieran movido, sí, pero para hacerles la ola y
extenderles una alfombra roja.
El resorte se les activó cuando tenían delante a jóvenes indefensos y, para más inri, pobres. Tiene su lógica porque, desde los medios de difusión ideológica, les machacan con que "Esos son tu competencia, los que tiran a la baja de tu salario y te quitan el trabajo", sin caer en el beneficio que saca el patrón que los hace competir.
La imagen (ya se sabe, vale más que mil palabras) refleja a esa parte de la sociedad española que, desde hace algún tiempo, muestra sin pudor los síntomas del virus del odio, cada vez más activo, que le está inoculando el Poder.
Por ello entristece aún más comprobar
los contrastes. Hace unos días el antiguo líder del partido laborista de Gran
Bretaña Jeremy Corbyn (expulsado del mismo en 2020 por “antisemitismo” al criticar
la política genocida de Israel) lanzó junto con la también diputada Zarah Sultana, la idea de una nueva formación “Your Party “(Tu partido) que aglutinase a
la Izquierda. En menos de una semana, 700 mil personas se han
inscrito, convirtiéndose en la formación británica con más militantes.
Por esas fechas, aquí, en nuestro
país, Gabriel Rufián lanzó la idea de frente unitario plurinacional y en pocas
horas recibió…700 mil hostias de fuego teóricamente amigo.
La misma “cálida” acogida tuvieron las
propuestas de Diego Cañamero (¿Quién nos impide la unidad de la Izquierda en Andalucía? ) o las de Javier F. Ferrero,
director de Spanish Revolution , el cual, en una desgarradora reflexión (“Hasta aquí. No puedo seguir”), ha dejado escrito: “Iba a escribir la sexta reflexión…pidiendo la
unidad de la izquierda…He recibido más insultos por privado por hablar de
unidad de la izquierda que en los artículos donde critico directamente a la derecha.
Me han llamado manipulador, vendido a Sumar, vendido al PSOE, vendido a Vox,
blanqueador, estúpido, e iluso.”
He rastreado las reacciones a las
propuestas desde que salieron y puedo dar fe de que Javier F. Ferrero no
exagera. Junto a las personas que consideramos positivas todas las iniciativas
que nos inviten a caminar juntos, afloran otras respuestas, llenas del mismo odio y veneno
que los corazones de los bañistas del inicio. Y lo hacen teóricamente desde
posiciones de “izquierda”.
De los que conozco, porque son de Córdoba, la palma se la llevan dos. Ella es “activista 24 horas de guardia”, la más rápida en desenfundar el “clic”. Eso sí, no le pidas que vaya a una manifestación, concentración, movilización... que sea real y no virtual. Su dedicación exclusiva a las redes siempre se lo impide.
Si hubiera nacido con la
Inquisición aún vigente, su capacidad para emitir certificados de “pureza
ideológica” la habrían hecho "comisaria encargada de la limpieza de sangre" porque todo lo que
no se acerque a su idea preconcebida es traición. Así que imagina las perlas
que ha dejado, con un lenguaje totalmente agresivo, sobre Gabriel y Diego.
El otro es mi favorito. También activista del “clic”. Lo conocí hace bastantes años cuando quería expulsarnos del PCE ( Julio Anguita incluido en el lote) porque, a su parecer, éramos demasiado tibios y derechistas. Eso sí, ahora termina todos sus rebuznos con una reivindicación del " legado de Julio" como si lo hubieran nombrado su albacea.Lo que hay que ver.
Luego amplió el círculo: también
quería echar a los leones a todos los componentes del Colectivo
Prometeo porque cometimos la osadía de propugnar un espacio común y, entre los
invitados al Foro Social del Frente Cívico “Somos Mayoría”, trajimos a Pablo
Iglesias. Lo cual nos convirtió, a sus ojos, en los más traidores de todos los traidores que
en el mundo han sido.
Con el tiempo, como Pablo de Tarso, se
cayó del caballo y ahora proclama, cimitarra en mano presta a cortar cabezas, que no hay más dios que Podemos y que Pablo es su profeta. Para
nuestra desgracia, todos conocemos también los ejemplos inversos, los que
predican que a Podemos ni agua. Así nos va.
Es preocupante que, cuando la serpiente
del Fascismo anida en tantos corazones de españoles de pulsera, el eje central de cierto
discurso en la Izquierda sea el de la “pureza ideológica” y la de mantener el
pequeño espacio que se ocupa pensando que ya escampará.
No preocupaos, porque fijo que mañana,
cuando sus amos den la orden y los mismos que corren tras los inmigrantes en la
playa, empiecen a hacerlo tras de nosotros, estas dos figuras antes retratadas y las que de su cuerda se esparcen por toda España, nos arreglarán
la situación dándole a un “No me gusta”.
Como decía Manuel Fraga, fundador del
PP, de esos demócratas franquistas que lucharon por la democracia desde un
consejo de ministros que avalaba las penas de muerte contra la disidencia política:
“Spain is different”.
Mi madre, sin embargo era más partidaria de dejar muy clarito lo que nos pasaría si en lugar de
crear resistencia, seguíamos, erre que erre, con la lupa de encontrarnos diferencias. Lo resumía con un “Apañaos vamos. Nos van a ahorcar a todos juntitos”.
Poco nos pasa con la que está cayendo,
pero como sigamos ensimismados en nuestro ombligo, pronto nos pasará.
Voluntarios para hacerle al Capital el trabajo sucio ya hemos visto que sobran.
3 comentarios:
“puede decir más alto" “pero no más claro”.
Querido amigo, Como es habitual en ti, un artículo genial y oportuno. En cuanto a la gentuza peseguidora, no son los medios, son malas personas. En cuanto a la unidad de la izquierda está perfectamente descrito en el artículo. Lo tenemos muy difícil. Hay obstáculos casi insalvables, pues habría que señalar de manera razonada los movimientos que llevan en su ADN la imposibilidad de unirse, unos por puros y otros por identitarios. En fin, seguiremos esperanzados aunque menos y mis felicitaciones por tu escrito. Un abrazo
Un episodio bochornoso y muy triste
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