Juan García Ballesteros
Colectivo Prometeo
Voy a empezar mi
exposición con unas afirmaciones de nuestra excelsa ministra de Defensa
Margarita Robles de la pasada semana. También con las declaraciones con las que
se despacha este alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep
Borrell, ilustre socialista.
La señora Robles
manifestó la semana pasada: “mando un recuerdo a los
hombres y mujeres de Venezuela que han tenido que salir de su país,
precisamente por la dictadura que viven”.
El señor Borrell en una entrevista
en Madrid el pasado día 13 calificó de “dictatorial” y “autoritario”
el régimen de Nicolás Maduro.
Ninguno de los dos
políticos está haciendo nada para parar los pies al genocida de Netanyahu, que
está masacrando al pueblo palestino, pero se atreven a tachar de dictador a un presidente
de gobierno que, como veremos, demuestra ser mucho más demócrata que estos
personajes.
Con estas
afirmaciones, los dos políticos socialistas manifiestan su ignorancia o mala fe
sobre Venezuela. Su avanzada Constitución, base suprema de todas las leyes y
los derechos de la ciudadanía y el funcionamiento democrático de todas las
instituciones del país demuestra que es un país que respeta los DDHH y que su
base de funcionamiento es tan democrática que las mayorías de las decisiones
(inversiones en sanidad, educación, vivienda, servicios sociales, …) que atañen
a la ciudadanía, son votadas (aceptadas o no) en las diferentes asociaciones comunales
que en las que el pueblo está organizado.
Estas declaraciones de los políticos, tanto la señora Robles como el señor Borrell, no son sólo una provocación, sino una injerencia inadmisible en un país soberano que ha tenido más de veinte elecciones democráticas en los últimos 25 años. Pero, además, es un régimen tan dictatorial que acepta que, en las elecciones departamentales y locales, los partidos de la oposición tengan el gobierno de algunos departamentos y bastantes ayuntamientos. Es tan dictatorial que permite y no cierra medios de comunicación que están continuamente llamando al levantamiento popular y a solicitar que un país extranjero (EEUU) invadida con su ejército Venezuela para derrocar por la fuerza al gobierno legalmente constituido.