[Mientras continúe la campaña de la Iniciativa Popular, esta entrada permanecerá en la cabecera. El resto de información, artículos, vídeos...inmediatamente después]
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Joos Van Craesbeeck: Las tentaciones de san Antonio |
Decía en una entrevista
Oscar Mijallo, reportero internacional de TVE y testigo de los principales
conflictos bélicos de los últimos 20 años, que “cuando no se limita la
inclinación violenta del ser humano aparecen los monstruos”. “Lo que estamos
viviendo en Gaza es prácticamente apocalíptico” y esto lo afirmaba hace más de
tres meses, cuando lo peor aún estaba por llegar.
También por entonces el
Coronel Pedro Baños afirmaba “La barbarie se ceba en la Franja de Gaza y el
mundo parece abocado a una nueva guerra fría”. Lo peor es que la evolución de
la situación a la que unos Gobiernos e Instituciones irresponsables están
impulsando, con sus afanes bélicos y continuas provocaciones a otros países, no
es a una guerra fría, (en la que ya nos han metido), sino a una guerra mundial.
Cuando comenzó la guerra en Ucrania, una guerra iniciada en 2014, con la preparación previa de los EEUU para desbancar a un Presiente pro-ruso, provocando un conflicto nacional que mantuvo desde entonces al país divido y enfrentado entre Kiev y el Donbás, territorio que sufrió los ataques continuos del ejército de Kiev desde 2014, la guerra no salió de sus fronteras hasta que la continua provocación de la OTAN y su incumplimiento de los Acuerdos de Minks motivó la intervención de Rusia en los territorios del Donbás.
“No se puede amar a la vez a Dios y a las riquezas”
Mateo 6.24
Desde finales de marzo podemos ver carteles (35.000) en las
paradas de autobuses y vallas, escuchar cuñas publicitarias en radio o verlas
en televisión, o leer uno del millón de periódicos en papel dentro de la
campaña de la Iglesia Católica que, bajo
el eslogan “X tantos”, pide a los y las contribuyentes que marquen la
casilla de la declaración del IRPF que les adjudica el 0,7% de la cuota a sus
arcas particulares.
Dentro de esa campaña emplean una “publicidad específica a
gestores y asesores fiscales que hacen la declaración de la renta a los
contribuyentes” (según explica la propia Conferencia Episcopal).
Aunque invierta 5 millones de euros en dicha campaña, le sale
rentable porque, aunque el 70% de los declarantes no le hizo caso, el año
pasado recaudó por ese concepto más de 300 m€.
Europa Laica denunció ante el ministerio la campaña como
fraudulenta, por mentir consciente y descaradamente. Sin embargo, hay algo de
verdad en sus argumentaciones, que es una “forma sencilla” de
colaborar con la Iglesia Católica. Solo poner una X o dos, sin que pongas
ni un euro tuyo, atribuyéndote la libertad de decidir con ese simple gesto que
un porcentaje del dinero de todos vaya a las cuentas de la Iglesia. Mucho más
difícil es “no poner ninguna X” cuando rellenas la declaración online
porque, si lo haces así, al terminar de rellenar te salta una alarma diciendo
que no la has puesto, convirtiéndose en obligatorio. Por no se sabe qué razones
la Agencia Tributaria hizo oídos sordos a la advertencia de Europa Laica
y a la solicitud de eliminar dicha alarma y/o restituir la tercera casilla que
decía explícitamente “ninguna de las dos”.
Todas las demás argumentaciones de la campaña son falsas y
fraudulentas:
-
“No te
costará nada”: tú no pagas más, pero a ti y a
todas las personas, católicas o no, les costará cientos de millones de Euros
retirados de los presupuestos públicos, que podrían mejorar los servicios para
tod@s.
- “Las pocas cosas que podemos decidir sobre nuestros impuestos”: en realidad sólo decidimos que sea la Iglesia Católica quien decida sobre una cantidad de dinero público.
EN DEFENSA DE LA
PAZ. NO A LA ESCALADA MILITAR QUE CONDUCE A LA III GUERRA MUNDIAL. NO AL
GENOCIDIO DEL PUEBLO PALESTINO. EN DEFENSA DE LA SOBERANIA ALIMENTARIA.
GARANTIZAR LOS SERVICIOS PUBLICOS Y DERECHOS DE LA CIUDADANÍA
1.-
Las próximas elecciones europeas se van a celebrar en un contexto de extrema
gravedad como consecuencia de la implicación de los países de la Unión Europea
miembros de la OTAN en la guerra entre Ucrania y Rusia, dando apoyo
armamentístico, económico y militar al régimen de Zelensky y aplicando una
guerra de sanciones económicas contra Rusia, destruyendo el gaseoducto Nord
Stream 2 que suministraba energía barata desde Rusia a Alemania. Dichas
sanciones se han vuelto como un “boomerang” contra la economía de los países de
la Unión Europea, especialmente de Alemania, cuyo PIB retrocedió el 0,3% en
2023 debido a la crisis de su sector industrial afectado por los elevados
precios de la energía importados de Estados Unidos.
Las
consecuencias del incremento del gasto militar para alcanzar el objetivo del 2%
del PIB, exigido por los gobiernos de Estados Unidos, está provocando nuevos
recortes en el gasto social, en salud y educación públicas, tampoco se ponen
los recursos necesarios para superar la pobreza: según la tasa AROPE el 26,5%
de la población en España se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social
en 2023 y el 9% con carencia material severa (7,7% en 2022).
La
subordinación de la Unión Europea a los intereses y estrategia de Estados
Unidos en el conflicto bélico impide establecer una relación respetuosa y
mutuamente beneficiosa con los países del llamado BRICS.
La
espiral belicista de estas últimas semanas es muy preocupante, con los anuncios
del presidente de Francia Macron de no
descartar el envío de tropas a Ucrania, las declaraciones del ministro de
defensa del gobierno alemán Boris Pistorius a favor de incrementar notablemente
el gasto militar y restablecer el servicio militar obligatorio, y las recientes
advertencias de la ministra de defensa de España, Margarita Robles, que “la
amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente” y “hoy en
día, un misil balístico puede llegar perfectamente desde Rusia a España”,
o la posterior reunión del presidente
Pedro Sanchez con representantes de la industria de defensa española. La
reciente noticia de la creación en el puerto de Mahón (Menorca) de una base de
apoyo logístico para la flotade naval de la OTAN en el Mediterráneo ha
provocado un gran rechazo social y político que ha obligado al Ministerio de
Defensa a desmentirla (aunque su credibilidad es mínima).
Los
riesgos de una guerra entre los países de la Unión Europea-OTAN y Rusia
aumentan, así como la posibilidad de provocar la III Guerra mundial y el empleo
de armas nucleares.
2.- Mientras la Unión Europea justifica su apuesta bélica a favor de Ucrania, sigue apoyando económica y militarmente al gobierno de Israel que está causando un genocidio contra la población palestina en Gaza. La condena de España y otros países del genocidio no están acompañadas de medidas prácticas para imponer el alto el fuego, aplicar sanciones económicas efectivas a Israel, romper las relaciones diplomáticas y oponerse abiertamente al apoyo militar de Estados Unidos al gobierno de Netanyahu. La pérdida de credibilidad de Estados Unidos ante la población mundial por su apoyo a Israel también afecta a la Unión Europea y le pasará factura política y económica.
Mesa: Pepe Esquinas (dcha), Mónica García y Juan Rivera |
Asistentes |
“La Historia es el estudio de
todos los crímenes del mundo”, decía Voltaire. A lo largo de tres décadas, me
he especializado precisamente en eso: documentar y estudiar los crímenes que se
cometen en el contexto de la guerra. Entre las conclusiones que he sacado, se
cuenta un hecho: para la mayor parte de individuos, es mucho más fácil asumir
verdades absolutas con las que sentirse cómodos antes que admitir la enorme
complejidad de las cosas. Y eso lleva a no hacer el esfuerzo de informarse, en
saber, lo cual nos condena a graves consecuencias.
Me asombran las reacciones cada
vez que se desata un conflicto armado, cuando muchas personas adoptan una
postura -a favor o en contra- dependiendo de sus simpatías o antipatías hacia
el agente estatal que comienza el conflicto. Estados Unidos suscita odio y amor
a partes iguales, como ocurre con Rusia o con Israel. Pero el análisis que
suelen hacer es simplista y nace marcado por la idea de que el enemigo de mi
enemigo es mi amigo, como si tuviésemos la obligación de tomar partido por uno
u otro, en lugar de tener derecho a exigir algo mejor, mucho mejor, que los
actuales agentes internacionales.
Es algo que me ha pasado a lo
largo de toda mi carrera: cuando cubría la invasión de Irak o de Afganistán y
denunciaba el aventurismo norteamericano que sólo pretendía asegurarse
influencia y recursos estratégicos, parte de la sociedad me aplaudía, como hacían
cuando denunciaba la represión y el estado de Apartheid impuesto por Israel en
Palestina. Pero esa misma parte de la sociedad me criticaba por cubrir las
revoluciones árabes que se levantaron contra dictadores, muchos de ellos
impuestos por Occidente, y caídos en desgracia porque compraron una versión
peculiar de los hechos según la cual las revoluciones habían sido instigadas,
orquestadas y armadas desde Estados Unidos. Como si la atroz represión que se
vive en todas las dictaduras árabes, sumada a la propaganda que hacemos en
Occidente de la democracia, la justicia o la igualdad no justificara que los
pueblos se levantaran por pura dignidad.
Os cuento todo esto porque las
dos últimas grandes guerras de nuestro tiempo nos han llevado a una
circunstancia disparatada: hay personas que justifican la invasión de Ucrania
por parte de Rusia al tiempo que denuncian la agresión con visos de genocidio
que lleva a cabo Israel en Gaza. Conociendo ambos contextos, no entiendo dónde
está el matiz.
Ambos regímenes, el israelí y el
ruso, son democracias sólo en la forma: Israel carece de Constitución, el
actual Primer Ministro, investigado por incontables casos de corrupción, ha subyugado el
poder judicial por lo cual no se puede hablar de la tradicional separación de
poderes que caracteriza a toda democracia y los extremistas, los judíos
ultraortodoxos, han tomado el Gobierno mediante pactos políticos. Es decir, se
sirven de la base formal de una democracia para reventarla por dentro y
justificar así barbaries que nunca se admitirían en democracia, esgrimiendo
mentiras y sometiendo a su población a un lavado de cerebro transmitido desde
los medios de comunicación y los curriculum escolares que deforma el espíritu
crítico de la sociedad israelí, con una larga historia de activismo detrás
prácticamente extinto hoy en día.
Lo mismo que hace Rusia, que
lleva sin ser una democracia plena desde que Vladimir Putin se instaló en el
poder a fuerza de silenciar de muchas formas a la oposición, de manipular
procesos electorales y de turnarse con sus acólitos entre el cargo de primer
ministro y el de presidente. El lavado de cerebro es una característica de la
Rusia actual, porque Rusia, como Israel, sabe muy bien que una mentira repetida
mil veces se termina transformando en verdad. Y hoy en día, se trata de
subvertir la democracia a nivel global.
Y sin embargo, si vemos o leemos
los medios de comunicación hay un discurso absoluto y lamentable que está
minando la escasísima credibilidad que nos quedaba a los periodistas: Rusia es
mala, Israel es buena. Rusia envenena a disidentes e invade países en un
arrebato imperialista propio de la Unión Soviética, e Israel (que también
envenena y asesina a líderes políticos, como ocurrió con Yasir Arafat o el
líder político de Hamas, Khaled Meshal, por no hablar de las incontables
ejecuciones extrajudiciales y cientos de daños colaterales por las que no
responde) siempre tiene “derecho a defenderse”.
Rusia arresta
disidentes, pero cuando Israel arresta a académicos incluso israelíes o a
civiles y activistas que denuncian el genocidio en ciernes no lo publicamos.
Rusia “asesina” civiles, Israel “bombardea posiciones” de Hamas. Los ucranianos
son masacrados por tropas rusas inmisericordes, mientras que los palestinos
mueren, así, de forma espontánea o causa natural, a juzgar por las
informaciones occidentales. Rusia argumenta que Ucrania, o Georgia, o Chechenia
le pertenecen históricamente, como Israel argumenta que Palestina es su tierra
prometida y eso le da derecho a la ocupación. En el primer caso nos reímos, en
el segundo aplaudimos al ocupante.
Ambos son procesos colonizadores
que buscan conquistar territorio y recursos estratégicos, cambiar las
influencias regionales y subyugar al pueblo nativo. La única diferencia es el
apoyo occidental a uno y a otro: Rusia es percibido como el antiguo enemigo de
la Guerra Fría y por tanto es aislado con sanciones por su postura belicista,
mientras que Israel, como lo definió José Luis Sampedro, es un estado “rentista
del Holocausto” y requiere un apoyo incondicional para purgar los pecados de
Alemania antes de la IISGM.
Lo más inquietante es que ese aliado y rentista europeo, “la luz de las naciones” según la Torah, que presume de ser el más democrático, más justo, más moral de Oriente Próximo se ha desvelado como un Estado genocida según muchos académicos israelíes y no israelíes, que esgrimen datos que constituyen evidencias empíricas, y regido por fanáticos religiosos que emplean un lenguaje y unas tácticas de actuación fundamentalistas más parecidas al ISIS que a Occidente. Y que usa, como Rusia, un mantra: una mentira repetida mil veces termina convirtiéndose en una verdad.
El próximo martes 23 de abril tienes cita. Hemos organizado una charla con la periodista Mónica García Prieto sobre la actual situación en Palestina y Ucrania que presentará nuestro compañero Pepe Esquinas.
Mónica, tal como puedes ver en este enlace o en el código qr del cartel, es una reportera internacional de dilatada trayectoria y que ha recogido numerosos reconocimientos ( premios José Couso, Julio Anguita Parrado, Cirilo Rodríguez...entre otros) en su carrera profesional.
Nos vemos a las 19 horas en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas de Córdoba.
Te esperamos
El lunes 22 de abril a las 19 horas tienes cita en el Centro Social Rey Heredia. Allí se celebrará la charla -coloquio "Laicismo y Ateísmo" que contará con las intervenciones de Rafael Bueno y Antonio Pintor (compañero del Colectivo Prometeo) y la moderación de Miguel Ángel López ( miembro también de nuestro Colectivo)
Lo hará en el bello recinto de la Fundación Antonio Gala, calle Ambrosio de Morales 20 y estará acompañado por amigas y compañeros como Carmen, Antonio Manuel, Goval, Juan ( estos dos últimos miembros también del Colectivo) y el editor de la obra Rikardo.
No te lo pierdas
Los elementos clásicos de
todo Estado, como es conocido, son poder (soberanía), pueblo y territorio. En
nuestro actual modelo de Estado constitucional, el poder democrático tiene tres
esenciales maneras de ejercerse: legislativo, ejecutivo y judicial. El poder
legislativo en España tiene estructura bicameral (Congreso y Senado), en un
sistema claramente asimétrico y descompensado a favor del Congreso de los
Diputados, que tiene clara preeminencia por las funciones que tiene reservadas
(en exclusiva) constitucionalmente (investidura del presidente del Gobierno,
moción de censura, aprobación definitiva de las leyes, su papel en la
declaración del estado de alarma, o la convalidación de los decretos leyes).
En nuestro Estado, una vez que se celebran elecciones generales, se pone en marcha de inmediato el proceso de formación de otro de esos poderes, el ejecutivo, el Gobierno según la denominación del título IV de la Constitución de 1978. Hemos de recordar en este punto, tal como expresamos anteriormente, que constituye la primera obligación del Congreso de los Diputados, tras unas elecciones generales, la de investir a un presidente o presidenta del Gobierno, conforme a las previsiones del artículo 99 del texto constitucional, que, una vez obtenida la confianza parlamentaria prevista, designará libremente a los ministros y ministras, y en su caso (opcional) a Vicepresidencias del Gobierno.
No te lo pierdas si te pilla por Barcelona
Te esperamos