martes, 3 de septiembre de 2013

¿TRADICIÓN o FUNDAMENTALISMO FOLKLÓRICO ?


José Antonio Naz / Juan Rivera
Miembros de Córdoba Laica y del Colectivo Prometeo
     Desde hace unos meses la burocracia eclesiástica de nuestra ciudad está publicitando a bombo y platillo un macro “vía crucis”- sábado 14 de septiembre -en el que participarán más de una docena de cofradías con sus imágenes de culto.
     La iniciativa pretende tomar las calles de Córdoba, hacer que todas las actividades de la ciudad se subordinen al “sacro” espectáculo . La excusa: mostrar públicamente las obras de arte, los pasos procesionales a su fieles mediante la “ recuperación una tradición” que hasta ayer no existía.
     El mal disimulado objetivo político: exhibir una fuerza ficticia - cómputo de asistentes al evento- que pueda contrarrestar otras cifras que demuestran debilidad ( pobre asistencia a los templos ,una sociedad que opta cada vez más por los matrimonios civiles, ciudadanos que se niegan a marcar la casilla de la iglesia en su declaración de renta, falta de vocaciones...).
     Si todo el coste del montaje para realizar la procesión múltiple corriese a cargo de los organizadores y las instituciones públicas se limitaran a poner a disposición de ellos la misma infraestructura que se ofrece a otros actos con público, nada tendríamos que objetar. Allá cada cual con sus creencias particulares. Como es sabido, hay gustos de todos los colores. Aunque pueda parecernos un poco ”fuerte” seguir a pastores como el actual Obispo de Córdoba, que difunde pensamientos como éstos : “ la Unesco quiere hacer que la mitad de la población sea homosexual”; “ el sacerdocio es un don , no un derecho...no puede entrar en el mercado de los derechos humanos”; “ la incitación a la fornicación es continua...en algunas escuelas de Secundaria”
     Al estar en el terreno de las libertades personales, quienes no compartimos la convocatoria, sólo deberíamos limitarnos a no asistir. Con la tranquilidad añadida de saber que nadie altera por decreto nuestro ritmo de vida ni nuestros impuestos contribuyen a financiar el lance.
     Para nosotros el problema surge cuando los políticos electos, encabezados por un alcalde disfrazado de niño-cantor del Coro Vaticano, entonan un “ Amén “ sin rechistar y, creyéndose coautores del evangelio atribuido a Mateo les dicen día tras día: “No os preocupéis. Pedid y se os dará”

Porque según el diseño que se ha ido filtrando a través de los medios de difusión, declaraciones de la asociación de cofradías o entrevistas a implicados, la realidad será esa ya que :

- Reza en las páginas de internet de la Agrupación de Hermandades y otras organizaciones afines jaleadoras de la convocatoria que para presenciar el desfile la organización ha previsto la instalación de palcos y sillas en espacios públicos. Éstos se podrán reservar previo pago, pues si lo ecuménico se acompaña con euros, mejor que mejor.

-Se ha fijado un itinerario oficial alrededor de la Mezquita pero como al evento acudirán imágenes de muchas cofradías, el área afectada se multiplicará exponencialmente., A primera hora de esa tarde desde casi todas las iglesias partirán las distintas tallas colapsando la circulación y movimientos en barrios y calles.

-Se ha pedido al Ayuntamiento que dedique centenares de funcionarios ( se habla por ejemplo de 400 agentes municipales, divididos en 3 turnos) a reforzar la organización. Y aunque suene a locura, también se sugirió, “ por motivos de seguridad”, que la Policía Municipal vigilara el paso de peatones y prohibiese la circulación por las calles afectadas de las personas que no hubieran comprado los billetes de asientos, (¿aunque sean residentes de la zona?).

Y esto lo hará un Gobierno municipal – el del PP cordobés- que mientras tanto nos quita derechos, servicios y personal público con la excusa de la crisis, que está despidiendo desde hace meses ( aunque los tribunales fallan en contra ) a empleados de distintos organismos municipales en Deportes, Empleo, Urbanismo y que no oculta el deseo de privatizar las empresas públicas emblemáticas de la ciudad ( Sadeco, Aucorsa...). Siempre con la excusa de “ahorrar costes a las arcas municipales”. Un cuidado que desaparece cuando se trata de fomentar el fervor mariano con fondos públicos.

Esto sucede porque:

  • No hay un gobierno municipal “serio” y responsable que, garante de los derechos de toda la población que los ha elegido, minimice el impacto; la avasalladora invasión de espacios comunes.
  • No existen intelectuales “comprometidos”, que adviertan y denuncien el anacronismo del evento recordando el peligro que para las libertades de todos entraña el intento de volver a la “tradición nacional-católica”.
  • La población de Córdoba no actúa como una ciudadanía del siglo XXI, instruida y respetuosa, que exige su derecho a que sus espacios de convivencia no sean ocupados - cada vez más frecuentemente- por grupos ultramontanos y reclama circular en paz en su propia ciudad. No olvidemos que mientras las manifestaciones religiosas gozan de “ barra libre “ , de impunidad absoluta para tomar las calles sin pedir permiso, centenares de cordobeses han recibido en el último año notificaciones de multas por delitos como manifestarse contra la crisis, cierres de empresas, recortes o desahucios y al hacerlo han ocupado pacíficamente una pequeña porción de acera o vía sin “ permiso gubernamental”.Por cierto, las sanciones salen de una Subdelegación de Gobierno encabezada por un personaje que se puso de rodillas el fin de semana pasado en una ermita para dejar la siguiente perla:«Con toda mi humildad y mi fe, Virgen del Socorro, te pido que ayudes a Córdoba y a España entera en esta etapa difícil de nuestra gran Historia. Socorre a quienes sufren el drama del paro e ilumina a los gobernantes para que acierten con las medidas y hagan de su vida pública un servicio total a la sociedad»  ( sic)

Y por supuesto, nada de esto pasaría si la religión fuera una cosa de “creencias” personales y no un instrumento de poder de las Iglesias sectarias

El acontecimiento cuenta de antemano ,además de con la complicidad institucional, con la pasividad ideológica de un público mayoritariamente acrítico al que atraen los aspectos folklóricos, las puestas en escena con mucha parafernalia.

Fenómenos de este tipo suele darse más en las sociedades menos evolucionadas cultural y económicamente. Casualmente el episodio del día 14 se va a producir en Córdoba, una de las ciudades con más paro de toda Europa, con alta tasa de familias por debajo del umbral de la pobreza y cada vez menos servicios sociales y medidas de atención e integración. Quizás algunos crean que con esta macroprocesión desaparecerá el paro, se acabarán los desahucios, mejorará la economía familiar y se resolverán todos nuestros problemas. Aunque otros -en nuestras “cortas luces”- veamos en ello altas dosis de superstición. Y los primitivos cristianos verían sólo pura idolatría.

Las sociedades gobernadas teocráticamente siempre excluyen a una parte de sus miembros. De ahí nuestra contumacia: la única sociedad que garantiza los derechos y la libertad de todos sus componentes, creyentes y no creyentes, es la laica, precisamente por tener en su eje central de actuación la neutralidad en las relaciones públicas, el no decantarse a favor de ningún grupo.

Los cargos públicos pueden tener creencias religiosas. Pero en su acción de gobierno deben dejarlas en casa y no dedicarlas a engordar, como hace el conservadurismo hispano de manera tan descarada, el clericalismo.




5 comentarios:

Paco Muñoz dijo...

Habría una alternativa, que en esa fecha toda la población a la que no le interese este acto, organizara otro en otro lugar de la ciudad. O mejor que se fuera el día fuera, a visitar la provincia (posiblemente sea lo que hagamos mi familia y yo), pero no nos equivoquemos hay mucha gente que dice no ser creyente y participa de esa parafernalia, de un pasado que parece no iba a volver.

jarin dijo...

Es el colmo de la hipocresía y el fariseismo obligar a la ciudadanía, creyente y no creyente, tener que tragar con el fundamentalismo católico-apostolico de un sector particular de la sociedad, que se beneficia de los derechos de la totalidad, cobrando por ello, además de beneficiarse de los impuestos de todos.
Los ciudadanos que pagamos "religiosamente" nuestros impuestos tenemos derecho a circular libremente por cada rincón y cada calle de esta ciudad sin tener limitaciones y obstáculos para ir donde deseen, sin tener que doblegarse a los caprichos de unos fantasmones beatos.

Gracia Serrano dijo...

Si yo fuera creyente me arrodillaría y le pediría al señor que no cegara los ojos de mis conciudadanos en las urnas. Pero, como no lo soy , apelo al sentido común de l@s cordobes@s.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que dejen de molestar.

Pero también hay que prohibir el futbol, porque a quienes vivimos cerca del estadio nos joden la vida cada vez que hay partido:

nos arañan, nos bollan y nos roban los coches, nos mean nos cagan y nos vomitan en las aceras, y tenemos que aguantar un ruido que tiene cojones.

Y no hablemos de la circulación.

Que se vayan a la Campiña a dar porculo con la pelotita.


Anti-futbol en el casco urbano.

Anónimo dijo...

cierto ninguna modernización de ningún pueblo ha pasado por mantener fé y toros.Es la seña de identidad, la marca España que se vende al resto del mundo y que tanto daño nos hace.Ningún consistorio ni los de IU han querido dejar las cosas en paz y han apoyado con recursos públicos, tiempo y espacio a estas dos actividades obsoletas en el tiempo.El que quiera vaya a los toros o a la Iglesia pero con su dinero, su tiempo y su espacio.Una fórmula que sería de gran acogida por parte de los dos evebtos es organizar un magno vía crucis en el ruedo y así verian los torturados cristos los amantes a la tortura de seres vivos, estarían sentados y lo pasarían de chupame domine.