martes, 15 de diciembre de 2015

Otras visiones, otras lecturas: "Votad por mí.Ayudadnos a volver"




José Antonio Naz Valverde 

 
     Esto nos decía por SKAY el hijo de un familiar desde Brasil. Rafael Cobos, 35 años, licenciado en Económicas y Empresariales con varios Masters en la Sorbona, que ha trabajado durante muchos años en ONGs con proyectos en países africanos y desde este año residente en Brasil donde acaba de conseguir un puesto administrativo en el Instituto Cervantes. Pero que desearía volver a su país en un trabajo que tuviera alguna relación con su formación. 
   Casi con lágrimas en los ojos nos pedía que hiciéramos todo lo posible por convencer al máximo de gente para votar el cambio que pueda permitirle volver a él y a los cientos de miles de jóvenes como él que andan rociados por esos mundos a la búsqueda de un trabajo que se les niega en su país. Rafa ha estado pendiente de las normas y plazos para poder emitir su voto por correo, pero nos dice que le ha sido "materialmente imposible", a pesar del interės y la diligencia con que ha seguido las instrucciones de la famosa Reforma de la Ley Electoral aprobada en 2011 por PSOE Y PP. Gracias a todos los impedimentos y obstáculos que dicha reforma plantea tan sólo un 5% de la población emigrante, más de 1 millón, en su mayoría jóvenes ha logrado llegar al final del laberinto a tiempo.

     La misma suerte que Rafa, y empleando el mismo empeño, ha corrido el canario Rayco Marrero, hijo de un buen amigo, desde hace unos años investigador en la Universidad de Lisboa. Este, a sus 39 años, estaba decidido a votar por primera vez, y además con ilusión. Pensaba que ahora sí podía haber un cambio real del sistema que reparara en parte los enormes daños inferidos en los últimos años a la mayoría social del país y recuperara la "generación perdida" de jóvenes como él.
Ambos pensaban votar a Podemos, y pedían que votarán por ellos. No sé por quién votarían los cientos de miles de jóvenes como ellos que se han visto excluidos de la participación y que se han organizado en la conocida como MAREA GRANATE. Puede afirmar, sin mucho riesgo de equivocarme, que desde luego no lo iban a hacer por los partidos del sistema y quizás eso explique el interés de los mismos por aprobar aquella ley.
     Como les dijimos, pueden estar seguros de que sus familiares, sus amigos y los amigos de sus amigos y de sus familiares vamos a votar por ellos. Y además, hacemos un llamamiento, como la marea granate, a las personas que están indecisas y que quizás piensan abstenerse para que se solidaricen con toda esta gente privada de su derecho democrático a decidir, que voten en su lugar contra los partidos que se lo impiden y por aquellos que quieren acabar con su exilio.

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