lunes, 27 de febrero de 2017

POR QUÉ NACIERON LAS MAREAS BLANCAS? La ley 15/97 como “origen” de un proceso.




Sebastián Martín Recio

Médico

    Las Mareas han surgido como respuesta ciudadana al deterioro de los servicios sanitarios públicos, consecuencia de la insuficiencia presupuestaria crónica, de los recortes habidos en los últimos años y de la gestión economicista que va expandiéndose a través de llamadas UGC.
    El deterioro de la calidad asistencial, la saturación de las urgencias, la masificación de las consultas, las demoras y alargamiento de las listas de espera... son síntomas de un proceso de privatización paulatina que se manifiesta en el incremento de inversiones y beneficios de las aseguradoras privadas, en el aumento de personas con seguros privados, empujados por la propiciada crisis sanitaria pública.
    El desgaste profesional de los/as trabajadores/as sanitarios, sometidos a la precariedad laboral y al incremento del estrés, y el agotamiento de la paciencia de l@s usuari@s son los detonantes.
El movimiento social de las Mareas apuesta por lo público y se confronta con las políticas del PP y del PSOE, verdaderos responsables de la situación que estamos atravesando: No hay que olvidar que la aprobación de la Ley 15/97 de “ Nuevas Formas de Gestión en la Sanidad “, con los votos de PSOE, PP, PNV, CiU y CC abrió el camino legal que permitía transformar el sector público sanitario en un mercado y, en consecuencia, en una oportunidad de negocio más.

Artículo único.
1. En el ámbito del Sistema Nacional de Salud, garantizando y preservando en todo caso su condición de servicio público, la gestión y administración de los centros, servicios y establecimientos sanitarios de protección de la salud o de atención sanitaria o sociosanitaria podrá llevarse a cabo directamente o indirectamente a través de la constitución de cualesquiera entidades de naturaleza o titularidad pública admitidas en Derecho.
En el marco de lo establecido por las leyes, corresponderá al Gobierno, mediante Real Decreto, y a los órganos de gobierno de las Comunidades Autónomas -en los ámbitos de sus respectivas competencias-, determinar las formas jurídicas, órganos de dirección y control, régimen de garantías de la prestación, financiación y peculiaridades en materia de personal de las entidades que se creen para la gestión de los centros y servicios mencionados.
2. La prestación y gestión de los servicios sanitarios y sociosanitarios podrá llevarse a cabo, además de con medios propios, mediante acuerdos, convenios o contratos con personas o entidades públicas o privadas, en los términos previstos en la Ley General de Sanidad.
Disposición derogatoria única.
Quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo previsto en la presente Ley.
   
   Esta fue la semilla que estos partidos sembraron para crear las condiciones de una privatización progresiva, comenzando con introducir modelos de gestión privadas dentro del sistema público (las UGC), para continuar con un incremento de convenios, conciertos o contratos con empresas privadas para la prestación de los servicios sanitarios y culminando este proceso con una “expansión hegemónica” del sector privado, dejando para lo público la atención masificada, precarizada y deteriorada, a modo de una especie de beneficencia, para los sectores sociales con menos recursos. En esta última fase nos encontramos, en sus primeros pasos.

REFLEXIONES SOBRE EL FUTURO DE LAS MAREAS BLANCAS

    Es muy importante que las Mareas Blancas no pierdan la perspectiva global, de conjunto y de futuro:
Una “
provincialización” excesiva e incrementada del proceso reivindicativo de las Mareas, sería un error para este movimiento social, pues “fragmentaría” la respuesta social en territorios determinados, cuando, aún reconociendo las diferencias que pueden darse entre ellos, la clave está en que las políticas con las que nos confrontamos son políticas globales, políticas de gobiernos autonómicos, central y del marco europeo. Esa visión global y de conjunto nos exige ir abriendo paso a coordinadoras flexibles e integradoras que permitan igualmente una acción común en todos los ámbitos.

Igualmente no ha de perderse la perspectiva de futuro.

   Independientemente de que es de vital importancia conquistas puntuales y a corto plazo para recuperar parcelas perdidas, ampliar servicios o presupuestos mermados, no podemos caer en la propia satisfacción ante lo conseguido parcialmente, pues “la hoja de ruta” marcada por los poderes económicos fácticos va orientada con todas las consecuencias hacia una privatización de los servicios públicos sanitarios o educativos, de la dependencia o de las pensiones…

   Por tanto, la estrategia ha de ser de confluencias, de flexibilidad y participación de toda la diversidad de agentes sociales y personas implicadas, de acción y reflexión, lejos de cualquier indicio de manipulación o burocratización, y con capacidad de organización y resistencia suficiente como para acometer la construcción de una alternativa que va más allá incluso de los propios servicios sanitarios, pues las políticas a las que nos enfrentamos son globales y muy poderosas.




1 comentario:

Anónimo dijo...

De acuerdo en todo Sebastián.

Nos conocimos en Manzanilla cuando yo te presentaba los medicamentos de un importante laboratorio (no cito nombre ni productos, que ya me jubilé hace más de 16 años, y no es cuestión de hacer propaganda ahora).

Una vez coincidimos en un mitin imprevisto en el que tú interviniste por el PC y yo por el extinto PSA.

También te visité alguna vez en Carmona un tiempo que me tocó hacer aquella ruta.

Sólo te diré que quizá fuese el único carterícola barbúo de aquellos tiempos. Pedro Jiménez, que coincidió conmigo en el PSA , es un buen amigo. Por cierto, fuiste tú el que pasó las consultas en la calle, ¿no? (me ha venido ahora el recuerdo).

Un abrazo