jueves, 2 de mayo de 2019

Otras visiones, otras lecturas:Reflexión postelectoral


 


Joan Avinyó

   Apagan las luces de la sala y una puñalada en el pecho mata el secretario general del Partido Comunista español, Fernando Garrido. La militancia queda asustada al enterarse de la noticia hasta que llega Carvalho. Su asesinato en el Comité Central, una de las primeras novelas de Vázquez Montalbán con el investigador gourmet y desordenado barcelonés.
    El 29 de septiembre de 2016 se apagaron las luces del Comité Federal del PSOE. En la calle Ferraz de Madrid apareció un cuerpo lleno de cuchilladas. Eduardo Madina, Susana Díaz, Emiliano García-Page, Javier Lambán, Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba, Zapatero ... El cuerpo sangrante en un vergonzoso comité federal donde la misión era matar a Pedro Sánchez sin miedo y si era necesario con dolor.

     El objetivo de la rancia cúpula histórica socialista era acercar el partido al PP y alejarla de Podemos. Pedro Sánchez se apartaba de la zona de confort de la España católica, apostólica y sociata.
Aquel septiembre Sánchez no pudo resistir tantos cuchillos. Los barones, baronesas y claque diversa (no olvidemos a Verónica Pérez con la célebre frase: "Ahora la única autoridad del PSOE soy yo") dejaron Pedro Sánchez en el umbral de la muerte, pero no del todo.
Sorprendentemente unos días más tarde apareció el ex-secretario general del partido tras el golpe de estado en perfecto estado de revista en el bar HD de Madrid cerca de Ferraz. A las 9 de la mañana de un domingo Jordi Évole le grababa por Salvados. (Por favor, recuperad la entrevista y visualizadla ab nauseam) No se puede encontrar en abierto, debería pasar a la Facultad de Ciencias Políticas. The walking dead. El muerto resucitaba. Tragaban saliva los barones: enfrente Pedro Sánchez con las heridas cicatrizadas de las múltiples cuchilladas.
Y Sánchez sobrevivió y venció. El asesino silencioso. La venganza de Don Mendo. Moción de censura el 1 de junio de 2018 y la victoria inesperada que acababa con los whiskys de Mariano Rajoy en el Restaurante Arahy de la calle Alcalá, junto al Congreso.
Pedro Sánchez se convertía en Presidente y Pablo Casado en jefe de la oposición. Y allí continuaba la nueva, ya vieja política, Rivera y Iglesias. Y el independentismo.
Convocatoria de elecciones y el muerto ha revivido definitivamente. El asesinato en el Comité Federal no ha sido tal. Carvalho ni ha llegado y los asesinos han quedado retratados. El síndrome del bar HD, del bar de Évole, aquella entrevista. ¡Ay aquella entrevista!
Sánchez ha ganado con el PSOE las elecciones y tiene la llave del gobierno de España para que las derechas no sumen. Qué error de las derechas, ¡qué grave error! Han dejado la piscina olímpica del centro en el PSOE en España. La gente quiere debatir, quiere llamar, quiere hacer tuits, pero quiere vivir tranquila. Y no quiere extremismos que evoquen pasados. Que hay nostálgicos del pasado es obvio. Que hay gente que crea un muro de contención entre el independentismo, el feminismo y la inmigración sin matices también. Pero no son los suficientes. Cuando viene la derecha más extrema, la moderación central (que no centrista) se moviliza.
Y el error del PP ha sido este: no captar el voto del medio, el moderado, el Rajoy de la primera etapa ... Calienta la banda para dentro por poco tiempo Alberto Núñez Feijóo o Cayetana Álvarez de Toledo, que esta noche se posicionaba en el mejor discurso de la noche. La estrategia de Casado ha sido dramática en un discurso electoral que dejaba Santiago Abascal menuuuudo, casi en un moderado.
  Ciudadanos se sitúa como garante de la alegría de la derecha, a pesar de una campaña electoral teatral, sobreactuada, los papeles, fotos y gadgets de Rivera en los debates, aquella carrera atlética del viernes, ridícula y el grito de Rafa Nadal apropiado para el partido naranja: "Vamos ...". ¡Ciudadanos aumenta y se lleva parte del voto perdido del PP!
PSOE y Ciudadanos al final de la noche sumaban, pero, ay! sale la militancia en la calle Ferraz y le empieza a gritar en la cara de Pedro Sánchez: "Con Rivera no". Respuesta Sánchez: "Me ha quedado claro".
Tengo la sensación de que hay más ganas que PSOE y Ciudadanos pacten en el Ibex, en la prensa de Madrid y a la derecha habitual. Es en este punto es donde vale la pena recuperar aquella entrevista del bar HD de Madrid entre Pedro Sánchez y Jordi Évole: "Hubo responsables empresariales que trabajaron para que hubiera un Gobierno conservador” - dijo Sánchez. “He cometido errores: en el primer comité no sabía exactamente qué era Podemos. No supe entender la cantidad de gente que quiere renovar la política detrás de Pablo Iglesias. El PSOE debe mirar de tú a tú y trabajar codo con codo con Podemos. "
The walking dead pacta con Podemos, mientras Casado y Rivera se pelean por liderar la oposición. Sánchez gana. Arrasa. Tritura. Auxiliado por su fiel escudero Iván Redondo, director del gabinete de la presidencia del gobierno de España, profesional que ha acompañado los últimos años Sánchez, que nos hace creer lo que sea: que Pedro Sánchez gana la Moncloa por decisión de las urnas.
En Cataluña, ERC es el gran éxito. La rueda de prensa de Oriol Junqueras desde la prisión le empujó. Esquerra se ha convertido en el partido de orden. ERC sobrepasó ayer el millón de votos en Cataluña, convertido a estas alturas en el partido de orden. Orden dentro del independentismo sin renunciar a denunciar la represión del estado a través de presos políticos y exiliados. Y orden interno todos en torno a un líder, Oriol Junqueras, que gana estas elecciones.
Pero atención porque Junts per Catalunya acuchilla cualquier encuesta y aguanta, pierde un diputado, es bien cierto, y se queda con siete. Y sumados los votos de Izquierda y los del Frente Republicano da un 39,4 de voto directamente independentista en unas elecciones que no lo eran y demuestra que, después del 1 de octubre, la voluntad de ser un estado propio es inamovible en el pensamiento de la gente. En las últimas elecciones españolas había un 32% de voto independentista. En escaños se pasa de los 16 de 2016 a los 22 de 2019.
Es por ello que el resultado de la suma de la derecha baja en picado. Si en las elecciones españolas del 2016 sumaron 11 escaños entre Ciutadans y el PP en Cataluña, ayer sólo en fueron siete. Se mantienen los cinco de Cs, pero el batacazo del PP, que se queda con uno de Vox por Barcelona y otro del PP, escaño raquítico de Cayetana Álvarez de Toledo, con galones de marquesa, pero con resultado electoral de plebeya. El independentismo no pierde comba, pero cambia el orden de los factores que no altera el producto. Esquerra da la vuelta y pasa claramente por delante de Junts per Catalunya.
¿Qué dice todo esto? Sencillo. Gana el diálogo. El PSOE ha tenido que aguantar embestidas de la derecha fraccionada los últimos meses: que si el partido del indulto a los presos, que si el partido del pacto con los independentistas, que si el partido que ha pactado con el golpista Quim Torra. Ha perdido el ruido, ha perdido la campaña de Twitter (claramente un mundo paralelo), ha perdido el grito. Gana la conversación. Sentarse y a ver que acordamos. Por eso chirría el pacto PSOE-Ciudadanos como ayer le llamaba la militancia a Pedro Sánchez en Ferraz.

Sánchez no puede evitar mirar frontalmente lo que ha pasado en Cataluña y en Euskadi. Gobernará gracias al empuje del PSC y deberá intentar seducir como pueda prácticamente un 40% de la población que ha votado independentismo. Aunque lo más demoledor ha sucedido en Euskadi: Cs, el PP y Vox han sumado cero escaños. Cero. Gana el PNV con 6 y Bildu sube a 4.
La gente quiere diálogo y no quiere ruido. Quiere sentarse y no quiere provocaciones. Efectos curiosos: Ciudadanos sube en España, pero ceroen el País Vasco y los mismos cinco hace tres años en Cataluña, muy por debajo del resultado de las elecciones catalanas. ¿Tiene algo que ver el paseo de Rivera por Altsasu o el de Arrimadas por Amer o Torroella?¿Esta política de ir (evidentemente puedes ir), pero que muestra más una provocación que una disposición? Por qué Ciudadanos aumenta un 50% sus votos en España y no aumenta escaños en Cataluña?
Y mientras allí en medio de la piscina olímpica del centro nada Pedro Sánchez, asesinado por el Comité Federal del PSOE en septiembre de 2016, resucitado unas semanas más tarde y presidiendo España por las urnas tres años después. Ha vuelto Django desencadenado, la venganza de Don Mendo. No se oyen los barones, ha enmudecido Aznar, no se pactará con Rivera. Sonríe Pedro Sánchez. Como leemos en un pasaje de “Asesinato en el Comité Central “de Vázquez Montalbán:
"Uno de éxitos culturales de la derecha el último cuarto de siglo ha sido destruir la idea de esperanza y de futuro" dice el portavoz del Partido Comunista.
Lo podría haber dicho Pedro Sánchez. No le ha hecho falta ni Carvalho, ni Biscuter, ni Charo. Sol ha resucitado el PSOE. El asesinato asesino. Con la sonrisa desde la prisión de un Junqueras que saluda con la mano desde la celda. Con la sonrisa, la revuelta. La revuelta de las izquierdas.

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