lunes, 12 de agosto de 2019

¿Con quién quiere gobernar Pedro Sánchez?

 
Moliére:El avaro


Pepe Aguza
Colectivo Prometeo

   Después de más de cien días desde las pasadas Elecciones Generales, el fracasado Presidente en funciones, Pedro Sánchez, vuelve a burlarse de todos los españoles marchándose de vacaciones, sin haber resuelto el problema de la formación de Gobierno, después de haber forzado la imposibilidad de un pacto que permitiera una Administración estable, progresista y social.

    Tras haberse beneficiado en el pasado del apoyo ofrecido por Izquierda Unida y Podemos, para lograr la moción de censura contra Rajoy y de la precampaña electoral, llegado el momento, el personalismo y prepotencia del Sr. Pedro Sánchez impidió cualquier posibilidad de gobierno de izquierdas en nuestro país.

   ¿Este es el Partido que se considera socialista? ¿Acaso escucha a sus bases? ¿Merecen los socialistas un dirigente de este talante?
La repercusión de su ineptitud, despotismo y bandazos ideológicos, están llevando al país a un estado de decepción y agotamiento preocupantes y si considera que provocar nuevas elecciones en Noviembre obtendría los resultados de las pasadas, se equivoca totalmente: los ciudadanos están cansados y desmotivados por tanta falsedad y la abstención sería con toda seguridad abrumadora. El cuento del “voto útil, que viene la derecha” ya no cuela.


Por otra parte, las consecuencias materiales y económicas que esta situación están produciendo en el país, son alarmantes para las Administraciones Autonómicas o Locales, aparte del gasto financiero que supondría la repetición de nuevas elecciones a costa de las arcas del Estado, o sea de nuestros impuestos.
¿Cómo se puede mantener tan elevado número de parlamentarios que son incapaces de ponerse de acuerdo para gobernar?. Otros países de nuestro entorno europeo con mayor población, tienen bastantes menos representantes en proporción y con sus diferencias son capaces de adoptar medidas y gobernar y su gestión es tan eficaz o más que la española, además de salarios más razonables … y ya que hablamos de salarios: es inmoral e indecente las retribuciones de que gozan así como de sus aumentos (en muchos casos, para eso sí hay unanimidad, hasta del 40 %), frente a las ridículas subidas salariales de los trabajadores, empleados públicos o los míseros incrementos de las pensiones (0´25 %).

Mientras en distintas Comunidades se ha podido llegar a todo tipo de consensos para conformar Gobiernos entre todas las formaciones e ideologías, ¿qué le impide a este déspota confluir para dar estabilidad al País?.
La mayoría de las fuerzas sociales, empresariales y culturales, están en contra de la celebración de nuevas elecciones, piden el diálogo y propuestas para formar Gobierno, ¿qué le hace sentir tanto reparo para acordar programas?
¿Porqué en vez de sentarse con los Partidos y grupos políticos, se dedica a “marear la perdiz”, reuniéndose con agentes sociales y asociaciones?.
¿Acaso pretende enmascarar su impotencia y preparar el terreno a unas nuevas elecciones?
Después de haber escuchado los argumentos de colectivos, agentes sociales y asociaciones culturales, parece que elaborará una nueva propuesta, que según él dice progresista y social para optar a la ansiada investidura, ¿porqué eso no lo ha hecho con quienes le ofrecían la mano para gobernar?. La decisión de aplazar la ronda de contactos con los partidos políticos, tras sus “inmerecidas” vacaciones hasta el final de agosto, en que volverá a proponer un nuevo programa, como siempre improvisando según “la dirección del viento que sople a su favor”, demuestra su incompetencia e ineptitud y la poca fiabilidad de cara a la consecución de un gobierno estable.
A ver si es posible, que por una vez, tenga una decisión firme y coherente en la negociación de propuestas progresistas y de izquierdas con Unidas Podemos y los grupos que en el pasado propiciaron la moción de censura y que le permitió alzarse con el poder. Hay que ser agradecidos con quienes fueron sus adalides. No se puede pedir arrimar el hombro para tirar del carro, mientras uno va sentado tranquilamente en él.

A veces en todas mis cábalas, me pregunto si todo este espectáculo no esté respondiendo a algún tipo de recomendación por la social democracia y sus socios europeos, para impedir un gobierno de izquierdas en España, que pueda obstaculizar los proyectos de la Unión Europea o incluso los intereses de la gran patronal, la banca o la Iglesia.



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