lunes, 19 de agosto de 2019

Listado de fallecidos en campos de concentración nazis,¿ para cuándo los asesinados en cunentas y fosas comunes de Franco?


José Aguza
Colectivo Prometeo.
    Cuando se cumplen 80 años del final de la Guerra Civil española, se sigue desconociendo el paradero de miles de cadáveres y de perseguidos que en los años siguientes a la contienda y la dictadura se produjeron.
     Mientras grupos y partidos políticos de derechas se niegan a reconocer el genocidio de la represión franquista y su realidad, intentando incluso eludir la Ley de Memoria Histórica, aducen que es “mejor olvidar y dejar de buscar huesos”, bloqueando el correcto conocimiento de nuestra Historia más reciente, de inhumanos consejos de guerra y falsos juicios militares sin defensa jurídica, así como de fusilamientos masivos años después del final del conflicto en los casi 300 campos de concentración repartidos por todo el estado español (solamente en nuestra provincia existían alrededor de una docena de ellos, desde Fuente-Obejuna, Valsequillo, Los Blázquez, Peñarroya-Pueblonuevo, El Muriano, Montilla, Lucena, Cabra, Bujalance, Baena, etc.) en los que murieron fusilados, torturados, por malos tratos, enfermedades o hambruna, millares de presos.

    Después de ocho décadas, seguimos desconociendo la ubicación de tantas víctimas sepultadas en fosas comunes y cunetas de nuestro territorio, mientras este ambiguo e irresoluto gobierno pretende conformarnos con la publicación en el BOE del listado de 4427 españoles republicanos y exiliados españoles fallecidos en los campos de concentración nazis de Mauthausen y Gusen. Muchos exiliados republicanos en campos de Francia y otros enviados por Franco, murieron en estos campos de exterminio nazis, más de un millar de andaluces entre ellos.


A pesar de la dudosa neutralidad de España en la Segunda Guerra Mundial y si bien es cierto que no intervino directamente en ella, sí que taimadamente apoyó a Alemania frente a Rusia a través de la División Azul.
El 5 de julio de 1941 partían de España hacia el frente ruso-alemán un primer contingente de patriotas franquistas para combatir contra el comunismo, formado por 641 jefes y oficiales, algo más de 2000 miembros de clase de tropa y unos 15750 soldados. En este alistamiento figuraron reconocidos nombres de cargos y consejeros de Falange como Dionisio Ridruejo, Agustín Aznar, Raimundo Fernández Cuesta, Pedro o Martín Gamero, etc. y por supuesto la Iglesia mas reaccionaria (un cuerpo de 24 capellanes, alguno condecorado con la Cruz de Hierro por su brillante actuación en la cabeza de puente Vóljov, como fue el caso del capellán Juan Dehesa Manuel).
Además participaría una División de 146 mujeres de la Sección Femenina como Cuerpo de Damas Auxiliares de Sanidad Militar, al frente de la cual estaba Mercedes Milá Nolla (tía abuela de los periodistas Mercedes y Lorenzo Milá) y única mujer que formó parte del Cuartel General de Franco.
Previamente el 24 de junio se había producido una manifestación antisoviética en Madrid, donde Serrano Suñer, el general Díaz de Villegas y José Luís Arrese piden oficialmente combatir en una nueva cruzada contra la Unión Soviética, dentro de las filas de la Wehrmach alemana, en la que participarían voluntarios atraídos por la acción, la propaganda anticomunista, falangistas, jóvenes fascistas, jornaleros parados y algunos voluntarios para redimir penas.
La Orden del Estado Mayor del 28 de junio, recoge que la División Española de Voluntarios o División Azul (por el color de sus camisas) permitía el alistamiento de miles de cruzados, algunos para redimir el nombre de familiares republicanos, condenados por ideologías, motivos económicos e incluso la aventura, al mando del general Agustín Muñoz Grandes como jefe, que le reportaría una gran popularidad y reconocimiento incluso por Hitler, llegando a condecorarle y del coronel José María Troncoso como primer jefe de Estado Mayor, para luchar en el crudísimo invierno del frente ruso, donde dejarían la vida o regresarían heridos y enfermos para morir en España.

Entre 1941 y 1943, cerca de 50.000 soldados tomarían parte en grandes batallas como el frente de Nóvgorod, Vóljov o el sitio de Leningrado y según cifras estimadas, unos 4954 murieron en el frente, otros 8700 resultaron heridos, 2137 quedaron mutilados, otros 7800 regresaron enfermos y alrededor de 372 fueron hechos prisioneros, de los que pocos pudieron sobrevivir en los campos de trabajo del gulag siberiano.
Muchos de los muertos fueron enterrados en el cementerio de Nóvgorod, otros señalizados donde cayeron, sobre todo en Krasny Bor.
El gobierno alemán otorgó gran cantidad de condecoraciones al ejercito español por su arrojo y entrega, aún a pesar de falta de medios, concediendo 2 Cruces de Caballero, 2 Cruces de Oro, más de 2590 Cruces de Hierro y 2225 al Mérito Militar, así como un indeterminado número concedido por acciones de combate, número de asaltos y heridos.

En España la Hermandad de la División Azul tiene su capilla donde anualmente celebran su misa en recuerdo de los fallecidos, además de su propio museo y en el Cementerio de La Almudena, así como otros del estado existen monumentos de homenaje a los caídos de la formación, frente al abandono de tantas fosas comunes de republicanos y represaliados por la dictadura y ante el desconocimiento del paradero documental de tantos de ellos, mientras el fondo de datos de la División Azul está perfectamente custodiada en 705 cajas en el Archivo General Militar de Ávila.

Es llamativa la relación de divisionarios españoles, que como antes he dicho, acudían por diferentes motivos, desde los fanáticos ideológicos, a los pecuniarios o redención de penas entre otros y podemos encontrar nombres curiosos o de interés como Jaime Milans del Bosch, que sería el único Capitán General participante en el intento de golpe de estado del 23 de Febrero de 1981, así como el también golpista Alfonso Armada Comyn, Mariano Sánchez Covisa que sería futuro dirigente ultraderechista de Guerrilleros de Cristo Rey, el cineasta Luís García Berlanga por conseguir el perdón de la pena de muerte para su padre diputado del Partido Republicano Radical o el humorista Álvaro de la Iglesia, entre otros muchos.

La dictadura franquista y la derecha española siempre ha homenajeado y ha hecho gala de sus partidarios y defensores, sin embargo nunca mostró interés en esclarecer los datos de la otra España, la perseguida y esclavizada, cuyas inocentes víctimas nunca debemos olvidar, aún en la lejanía del tiempo y por respeto y honor de ellas y de la Historia.
Es fundamental aclarar el paradero de miles de personas desaparecidas, identificarlas y proporcionar a sus familiares y herederos la reparación moral y el descanso humano.

La Ley 52/2007 de 26 de diciembre (Ley de Memoria Histórica de España), reconoce el derecho de quienes padecieron violencia y persecución durante la Guerra Civil y la Dictadura franquista, que sería aprobada por el Congreso de los Diputados el 31 de diciembre de 2007, tras la aceptación del Proyecto de Ley del Consejo de Ministros del presidente José Luís Rodríguez Zapatero un año antes.
La Ley reconoce a las víctimas de la contienda de 1936 a 1939 y la dictadura posterior, aunque tenía lagunas al no permitir la búsqueda y apertura de fosas comunes en las que aún hoy yacen miles de represaliados.
En el 2012 el gobierno de Mariano Rajoy suprimió la Oficina de Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura y la ley quedó bloqueada al dejarla sin dotación presupuestaria en los Presupuestos Generales del Estado de los años 2013 y 2014.

Distintas asociaciones para la Recuperación de la Memoria Histórica y Foros, han seguido luchando por la localización de fosas, exhumaciones e identificación de las víctimas, en la medida de sus posibilidades, aunque la derecha que ha ido gobernando en muchos lugares, así como jueces conservadores y franquistas (que aún saturan la judicatura española), están impidiendo su desarrollo (buen ejemplo lo hemos tenido recientemente en Córdoba con la sentencia sobre el cambio o eliminación del viario franquista).
Solamente en Andalucía se han inventariado alrededor de 600 fosas de las que aún se sigue desconociendo el número total de cadáveres.

Recientemente el Gobierno en funciones del PSOE ha publicado en el BOE número 190 de 9 de Agosto de 2019, el listado de 4427 españoles fallecidos en los Campos de Concentración de Mauthausen y Gusen, sin embargo sigue eludiendo el abordaje de los muertos del franquismo.
El Ministerio de Justicia tiene previsto desde marzo de este año la elaboración de un censo nacional de víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura franquista, como recogía la Ley de Memoria. No obstante tanto la búsqueda de desaparecidos como tantos otros temas o la exhumación del dictador siguen flotando en el alero.
La reunión del Consejo de Ministros del 26 de abril de 2019, a propuesta de la Ministra de Justicia acordó aprobar la instauración del día del homenaje a los deportados y fallecidos en los campos de concentración y víctimas del nazismo, que se conmemorará cada año el 5 de mayo, con objeto de “honrar y servir de acto de reconocimiento de la injusticia que supuso el exilio de muchos españoles y su internamiento en campos de concentración nazis”, pero una vez más se olvidaron de los de nuestro territorio.

Ya en 2013 la ONU reprochaba a España que “existe una fragmentación y dispersión de la información disponible sobre las desapariciones forzadas durante la Guerra Civil y la Dictadura, lo que produce confusión, entre otros, sobre el número de desapariciones. Una base de datos central es crucial para promover la transparencia, la presión y la certeza sobre las personas desaparecidas. Se necesita disponer de datos estadísticos, en particular con el objeto de aclarar y distinguir entre víctimas de ejecuciones y desapariciones forzadas”.

Vemos como la información sobre la División Azul está perfectamente documentada y según listados del reciente BOE conocemos gran cantidad de datos de nuestras víctimas en los campos nazis, sin embargo el oscurantismo sobre los campos españoles sigue siendo manifiesto.
De todas aquellas víctimas, Córdoba lamentablemente encabeza la lista con 232 mártires, el mayor número de toda Andalucía y la tercera a nivel estatal detrás de Barcelona y Madrid.
¿Cuánto tendremos que esperar para que un gobierno de este país tenga el valor de reconocer la indignidad de su pasado represivo?
Para cerrar heridas hay que ser sinceros y honestos y reconocer los horrores de ambos bandos y no exclusivamente las barbaridades de un lado.
Alemania condenó el nazismo y no permite legalmente ningún tipo de exaltación de aquel régimen ni por supuesto a Adolfo Hitler o a sus líderes.
La verdad es fundamental para el conocimiento de la Historia y un pueblo que falte a ella está saboteando su futuro y el de sus generaciones.

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