domingo, 15 de septiembre de 2019

Magno Fanatismo religioso en Córdoba

Fotograma "El Séptimo Sello"
Pepe Aguza
Colectivo Prometeo
      Córdoba cuenta aproximadamente con una población de 325.708 personas. Sorprende que soportando un paro de unas 77.300 criaturas (según últimas cifras, el 21´05 %), de entre ellas 19.800 son jóvenes y un nivel de pobreza del 33´7 %, que le hace posicionarse en la capital con mayor tasa de miseria del país, encontrándose por encima de la media española en lo que a pobreza extrema se refiere y un elevado número de indigentes, que le sitúa en unos alarmantes niveles de desarrollo económico, donde los desahucios rozan el centenar en los primeros seis meses del año, por ello es inconcebible e indignante que la sociedad cordobesa no reaccione ante estas deficiencias, auténtica lacra de nuestros días y reivindique un empleo estable, una vivienda digna o mejora de sus servicios sociales y sí se vuelque como incultos fanáticos alienados en eventos religiosos como los organizados por el Cabildo catedralicio y las Agrupaciones de Hermandades y Cofradías en la Magna Nazarena, que celebra este año su 75 Aniversario y la exposición “Por tu Cruz redimiste al mundo” que preveía congregar el pasado 14 de septiembre a más de 200.000 personas(cerca del cuarto de millón de individuos, que se dice pronto), aunque posiblemente asistieran menos dada la incertidumbre meteorológica.
    Este septiembre, las calles cordobesas han sido invadidas en varias ocasiones por la Iglesia, a veces dos días seguidos, como es esta ocasión… es casi imposible que transcurra un mes sin que se produzca algún acto religioso por nuestras avenidas, plazas y rincones.
Ni en los peores años del nacional-catolicismo, se usurpaba tanto el espacio público ni se entorpecía tanto el libre tránsito por las vías públicas.

   Ciudadanos vilipendiados por la dificultad para desplazarse o acceder libre y tranquilamente a sus viviendas, a multitud de calles o a sus cocheras y que no reaccionan ni denuncian la excesiva permisividad por parte de autoridades municipales desde hace décadas y bajo todo signo político de la izquierda a la derecha más conservadora, con la connivencia de los que “dicen ser representantes del movimiento ciudadano”, que aprueban el desarrollo de estos eventos mes a mes con la actual concejala de Promoción de la Ciudad y del alcalde para que “los vecinos afectados tengan conocimiento de ello y puedan adoptar las medidas necesarias para paliar las molestias que puedan sufrir”, o sea ¡a tragar y aguantarse!
Estaría bien hacer caso de aquella canción de un viejo grupo de blues cordobés de los años ochenta llamados Caña de Lomo que criticaban las procesiones con su tema “Semana Santa al Arenal”, un trabajo de lo más elocuente.
Es necesario animar a la sociedad civil para que denuncie la flexibilidad de los políticos (libremente designados por el pueblo) para autorizar la utilización de las calles de forma abusiva por parte de la Iglesia.

Por otra parte no podemos caer en la trampa de que es cultura y crea riqueza: totalmente falso. Si bien es cierta la fastuosidad de la imaginería, ello se puede valorar en el interior de los templos, a la vez que se aprecie la suntuosidad de la arquitectura de ellos, sin que se moleste a la ciudadanía. Y en lo concerniente al beneficio económico del turismo, tampoco es real ya que es algo puntual y el empleo que se pueda crear es totalmente precario, por horas y mal retribuido.
Lejos de fomentar la industria, el comercio u otras riquezas perdurables, se opta por la eventualidad y los servicios fugaces. ¿Dónde quedaron aquellas fábricas y empresas de los años sesenta que daban empleo a miles de cordobeses, Electromecánicas, Baldomero Moreno, la Compañía Productora de Algodón (CEPANSA), la cooperativa láctea Colecor, la Azucarera de Villarrubia, etc?
Por otra parte, también es necesario recordar el gasto económico que supone para el erario público este tipo de festejos: colocación de alrededor de 500 vallas a lo largo del itinerario (insuficientes por parte de Infraestructuras, por lo que tendrían incluso que alquilar para cubrir sus necesidades), limpieza con un carísimo producto anti-cera por parte de Sadeco para evitar accidentes, como los ocurridos el pasado mes de junio en la calle Cardenal González, que tiene que ir regando antes de las procesiones y limpiando posteriormente al paso, colocación de papeleras adicionales en todo el recorrido, instalación de inodoros portátiles, además de otros recursos en los que se involucraron varias áreas municipales como el Departamento de Movilidad y Seguridad con la intervención de más de 320 agentes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Guardia Civil, Policía Local y Policía Nacional, que fueron responsables de velar por la seguridad del desfile, Agrupación de Voluntarios del Servicio de Protección Civil, Servicio de Salud y Emergencias con seis ambulancias y varios puestos sanitarios, bomberos y un importante incremento en el servicio de transporte público de Aucorsa .

El bloqueo circulatorio en Córdoba, tanto en la tarde del viernes 13, con los cinco Vía Crucis, que alteró gran parte de la ciudad desde el barrio de Electromecánicas hasta El Naranjo, pasando por el centro (Santa Victoria) como la del sábado 14 fue extraordinario, perjudicando a varias zonas de la urbe, en especial por el corte de tráfico de gran parte del casco histórico y barrios adyacentes, afectando desde el Campo de la Verdad y Miraflores, la Puerta del Puente, Plaza del Triunfo, Paseo de la Rivera, Ronda de Isasa, Santos Mártires, Campo Madre de Dios, Campo de San Antón, Avenida de Barcelona, Ronda del Marrubial, Ollerías, Colón, Acera de Guerrita, Ronda de Tejares, Paseo de la Victoria, Glorieta de la Cruz Roja, Conde de Vallellano, Avenida del Corregidor y Avenida del Alcázar.
La meteorología tan adversa estos días, sin embargo, se conjuró para dar un respiro en la tarde de ayer y pareció proteger la ambición eclesiástica del Obispo que debe estar frotándose las manos por el éxito de su celebración y del sometimiento de los ciudadanos a sus caprichos y la colaboración de las autoridades favoreciendo los intereses clericales.
Sin embargo hay que reconocer que algunas cofradías más sensatas (14 de Córdoba y 7 de la provincia), optaron por no participar en la teatralización del evento, declinando la invitación y otras ni siquiera respondieron a la invitación del Cabildo.

Además los beneficios económicos para la Iglesia con este tipo de actos son desorbitados (como siempre sin pagar ni un euro de tasas fiscales e impuestos): en 2013 celebró el Magno Vía Crucis de la Fe, en 2015 fue la Magna Regina Mater Mariana y este año en junio como anticipo tuvimos la procesión extraordinaria del Sagrado Corazón de Jesús, que le reportan enormes cantidades de dinero. Baste decir que sólo en esta ocasión se instalaron más de 4000 sillas a quince euros cada plaza, además de los diez euros de donativo-entrada a la Mezquita para ver la exposición durante la semana que permanecerá en ellas los pasos.
Aquellas personas que se consideran creyentes, harían bien en leer y conocer la Biblia y los Evangelios y observarían las muchas incongruencias religiosas en las que les hace caer su ignorancia y desconocimiento.
Ante el afán mercantilista del episcopado, habría que recordarles el capítulo segundo de San Juan, el once de San Marcos, el diecinueve de San Lucas o el veintiuno de San Mateos, cuando Jesús expulsa del templo de Jerusalén a los cambistas y mercaderes a latigazos diciéndoles: “Mi casa será casa de oración y vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones”.
La ostentación, opulencia y riquezas de la Iglesia son totalmente opuestas a lo que predican sus textos y estaría bien que mirara a su alrededor la necesidad y miseria que rodea a toda la sociedad.
Decía también Jesús en el Evangelio de San Mateo “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”
No estaría mal que esos hipócritas de golpe en el pecho y penitentes de pacotilla se aplicaran el cuento.

1 comentario:

joaquín Luque i Tenllado dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.