El Emérito podrá volver a casa...por Navidad

Pepe Aguza
Colectivo Prometeo

Pues sí, los medios de comunicación nos sorprendían el lunes 13, festividad de Santa Lucía, abogada de los pobres de vista, con la noticia de que el fiscal suizo Yves Bertossa ha archivado el proceso judicial, que había abierto por blanqueo de capitales por la donación de 65 millones de euros en comisiones al emérito Borbón, por parte de Arabia Saudí en concepto de las obras de construcción del “Ave del desierto”, el tren AVE de Medina a La Meca.

Según se informaba en su día, el 6 de agosto de 2018, se abría un proceso penal en el que se acusaba a Juan Carlos de Borbón que podría haber recibido comisiones ilegales en el marco de contratos públicos obtenidos por empresas españolas. Dichos sobornos habrían sido ocultados en bancos suizos, bajo diferentes identidades de testaferros del ex-rey, como el abogado y director de la Fundación Lucum, Dante Canóniga y Arturo Fasana gestor de la cuenta del emérito, y a directivos del Banco Mirabaud & Cie.

Si bien, el citado fiscal reconoce que Juan Carlos de Borbón recibió en agosto de 2008 en la cuenta de la Fundación Lucum, la mencionada cantidad por parte del Ministerio de Hacienda de Arabia Saudí, dicho dinero fue traspasado a otra cuenta de Corinna Larsen en Nassau, islas Bahamas, en junio de 2012, sin que en ningún momento la Hacienda Española tuviera conocimiento de su existencia.

Por esta acción que el Banco Mirabaud omitiera a la Oficina de Comunicación en Materia de Blanqueo de Dinero, la Fiscalía helvética ha condenado al Banco Mirabaud al pago de una multa de 50.000 francos suizos, unos 50.000 euros, así como otros 150.000 más por pago de costas del procedimiento.

Ante la imposibilidad de demostrar las diligencias iniciadas por el cobro de dichas comisiones, la Fiscalía ha archivado la investigación que pesaban sobre Juan Carlos y su ex-amante Corinna Larsen, lo que supone cerrar dicho expediente que ha causado sorpresa en algunos medios, aunque no tanto en medios judiciales ginebrinos, que siempre dudaron de poder demostrar el supuesto delito del origen ilegal de las transferencias, a pesar de que las donaciones en principio del rey saudí Abdalá bin Abdulaziz a favor de Juan Carlos y más tarde de éste a Corinna Larsen, constituían pruebas contra los acusados.

Al inicio de la causa, había declarado un primo lejano de Juan Carlos, Álvaro de Orleáns, titular de la Fundación Zagatka que había donado cantidades importantes en vuelo privados, algo más de ocho millones al emérito y tres más a Corinna, por los que éste intentó regularizar su situación tras el exilio a Abu Dhabi, pagando al Fisco español 4´4 millones de euros.

Está claro que la justicia, cuando interesa es torpe o se hace la ciega, dependiendo de qué casos.

Por otra parte, queda pendiente de dirimir ante la ley británica si Juan Carlos goza de inmunidad ante los tribunales ingleses, por la demanda civil presentada en Londres por la ex-amante por supuesto espionaje y acoso.

Como en el conocido anuncio navideño de turrones, “vuelve a casa por Navidad”, era lo que parece pretendía el emérito y reivindicar los derechos y retribuciones retirados por su hijo, el rey Felipe VI, en un intento de reactivar la depreciada imagen de la monarquía. Sin embargo, con el archivo de las diligencias por parte de la justicia suiza, podríamos sorprendernos de verle regresar de su autoexilio como los Reyes Magos en enero.

Como si existiera una maldición regia, todos los Borbones en los últimos 200 años, se han visto obligados al exilio, a excepción de Alfonso XII que moriría con sólo veintiocho años de tuberculosis, la mayoría de las veces relacionados con casos de corrupción y en vidas disolutas en ocasiones, salvo el último hasta ahora, Felipe VI.

María Cristina cobraba grandes comisiones por el tráfico de esclavos, explotación de salinas, extracción de carbón y minería, etc.

Isabel II, reina sexualmente disoluta, que se reservaba y desviaba el 25 % de los bienes públicos.

Alfonso XII conocido como el Pacificador, de reinado tan breve, parece que no estuviera involucrado en graves corruptelas.

Sin embargo, Alfonso XIII conocido como “el rey del Cabaret”, aficionado al juego y al cine de pornografía y ladrón como reconociera Valle-Inclán, cobraba grandes comisiones de casinos de juego, llegando a vivir temporadas en ellos.

Su hijo Don Juan de Borbón, conde de Barcelona, no llegaría a gobernar, viviendo exiliado en Lausana y Estoril, hasta su regreso a España, donde tuvo que renunciar al trono, al haber designado Franco a su hijo Juan Carlos.

A su muerte, parece disponía de una fortuna de mil millones de las antiguas pesetas en Suiza.

Los escándalos viajeros, sexuales y de cacerías por medio mundo (incluidas especies en peligro de extinción) y resolución temporal de las acusaciones de corruptelas, parece que favorecen la intencionalidad del emérito Juan Carlos de Borbón de abandonar el exilio y regresar, aunque de hacerlo debería hacer frente a las denuncias de sus presuntos delitos y rendir cuentas ante la Justicia y Hacienda, en especial los relacionados con su fortuna y las cuentas en paraísos fiscales, aunque esto jamás ocurrirá porque él miente más que habla: “Juro que no abdicaré, ni abandonaré España” decía el 18 de marzo de 1981, apenas tres semanas después del intento de golpe de estado del 23 F, en el que había sospechas de su conocimiento previo, o “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir” a su regreso del accidente en su cacería de Botswana en 2012.

Hay que recordar que Juan Carlos I, era un rey preconstitucional impuesto por Franco, antes de la aprobación de la Magna Carta, tras la muerte del dictador.

No obstante, la historia nos demuestra que la monarquía en España, siempre ha estado asociada a la corrupción y la única posibilidad en el futuro, es una modificación de la Constitución suprimiendo la monarquía y permitiendo un referéndum en que el pueblo español, pueda elegir libremente entre Monarquía o República. Aunque no sea vinculante, puede darnos una visión de intencionalidad la Consulta Popular Estatal que se pretende hacer el próximo 14 de Mayo de 2022.

Aunque Unidas Podemos sea socio de gobierno del PSOE, hay que recordarle que este archivo no supone la inocencia de lo que se le acusa, por lo que su prudencia únicamente no evita que existan indicios razonables de la comisión de dichos delitos y siempre quedan recursos a estancias superiores, por ejemplo al Tribunal Europeo de Derechos Humanos a los que recurrir.