viernes, 7 de octubre de 2022

Saturaciones procesionales en las calles de Córdoba





Pepe Aguza
Colectivo Prometeo

    Estoy seguro que no existe en todo el Estado español otra ciudad con mayor programación religiosa y procesional por sus calles como Córdoba.  No creo que en un Estado que se declara constitucionalmente de Derecho laico, democrático y social (Art. 1.1), una ciudad se sienta orgullosa de los continuos bloqueos por eventos religiosos en sus calles agobiando a los ciudadanos.

    El actual obispo, Demetrio Fernández González, desde que aterrizó en la Diócesis cordobesa, ha convertido a la ciudad en un “pasillo de comedia procesional”, en colaboración con sus acólitos y cofrades que no cesan de organizar “desfiles beateriles” invadiendo y ensuciando constantemente la vida pública, en detrimento de la libre circulación de la población.

Todo el casco histórico permanece intransitable al quedar todos los accesos bloqueados por los desfiles de imágenes, devotos y ruidosas bandas de música, impidiendo el tránsito de vehículos y acceso a viviendas en multitud de ocasiones, provocando discusiones al intentar pasar a sus domicilios.

Nunca en sesenta años, han pasado por muchas de sus calles estos desfiles, que en la actualidad son invadidas por esos pasos religiosos, provocando un profundo malestar al impedir descansar, leer o ver la televisión dentro de los hogares, teniendo que llegar incluso a cerrar ventanas para evitar el ruido.

Las autoridades vulneran el derecho al descanso y a la movilidad, autorizando de forma continua e indiscriminada el acceso y libre circulación de estos eventos, debiendo poner límites a dichos actos.

No puede decirse que este tipo de exhibiciones sean cuestión de creencias religiosas, que en otros muchos países no se producen, máxime cuando la asistencia al culto en los templos es minoritaria.

La falsa demostración de riqueza, joyas y vestuarios de las imágenes, es totalmente contradictoria con la realidad de los personajes, si hubieran existido, de pobreza y miseria en su tiempo, lo que es una auténtica inmoralidad y falta de rigor histórico.

Por otro lado, si esos miles de fieles y devotos que como rebaño siguen al paso y al ridículo santón disfrazado que le precede, acudieran a ejercer su derecho a manifestarse y reclamar mejoras de sus derechos sociales, educación, sanidad, vivienda o trabajo, seguro que la sociedad sería mucho más justa y el mundo un lugar bastante mejor donde vivir.

Es inaudito observar a esos jóvenes y sus parejas siguiéndoles, mientras ensayan y destrozan su cuello y espalda, paseando y meciendo “el madero” en vez de acudir a actos culturales, deportes, cines, teatros, bibliotecas o cualquier lugar que enriquezcan su cuerpo y su mente.

Mientras el desempleo subió vertiginosamente en Córdoba en sólo tres meses, 12.700 parados más a finales de julio pasado, según estudios recientes de la EPA, en el segundo trimestre de 2022, dejó una tasa de desempleo del 20´67 %, llegando a un total de 74.000 desempleados, dejando a la provincia muy por encima de la tasa de paro de la Comunidad.

A lo largo del año, la Iglesia se apoderó de la vía pública en más de un centenar de ocasiones entre procesiones, rosarios, vía crucis, ofrendas y otros actos religiosos.

El pasado mes de septiembre fue bochornoso, ciertas calles y barrios usurpados hasta en dos ocasiones al día.

La proliferación de procesiones y cofradías (a las que dicho sea de paso, se les podría cobrar algún tipo de impuesto para limpieza de basuras y acerados), ha sido abrumadora. Comenzó con el traslado de la Virgen de la Merced, seguida de la Virgen de la Fuensanta y la de Villaviciosa y más tarde la Divina Pastora de Capuchinos, además de la Virgen de los Dolores y el Rayo, para terminar con la salida procesional de la Virgen del Socorro con los pasos de la Santa Cruz del Cristo de Gracia y de la Pasión, el rosario de María Santísima de la Amargura, que recorrería las calles aledañas del barrio, con el consiguiente perjuicio, ruido y entorpecimiento de la circulación por sus estrechas calzadas, provocando la indignación de transeúntes y conductores, además del peligro que podía suponer en caso de una urgencia médica o siniestro en viviendas, que harían imposible el acceso.

Por otro lado es lamentable el adoctrinamiento infantil realizado con el paso de los niños bajo el manto de la Virgen.

Es un auténtico fraude la cantidad de “Vírgenes” en el santoral, si de haber existido, se supone que sólo una era la que alumbró a Jesús, ¿de donde salieron entonces tantas vírgenes, divinas pastoras, madres de Dios, etc.?

¡Ni el pedagogo, escritor y cuentista Saturnino Calleja tuvo una mente tan desbordante para crear tantos personajes!

 

El verano se ha lucido con el deslumbrante paseo idolátrico de imágenes por las calles de la ciudad, acompañados de fieles y devotos, alentando un deleznable adoctrinamiento en un estado laico.

Algunos políticos consideran que el espíritu cofrade forma parte de la idiosincrasia de nuestra tierra, pero personalmente considero que es un símbolo de manipulación, incultura y fanatismo religioso y que éstos lo deberían tener muy en cuenta en sus programas electorales, ya que una gran parte de la sociedad se considera laica y no comulga con ninguna creencia religiosa, a pesar de que alguna disidente de VOX, como Macarena Olona, la ultraderechista que tras sus fracasos políticos, pretenda ahora abanderar nuevos proyectos de adoctrinamiento como cofrade al visitar el pasado viernes día 30, la Casa Hermandad de la Estrella, en la Huerta de la Reina, para participar en un acto religioso en el que decía no hablar de política (podía meterse a monja de clausura y no molestar más), lo que recuerda tanto el pasado franquista de Iglesia y políticos bajo palio para enaltecimiento del régimen.

Es imprescindible que la educación en la escuela, se desvincule de incentivar o alentar fenómenos religiosos y catequesis y fomenten la cultura y el raciocinio y que la sociedad se plantee muy seriamente que organizaciones y programas políticos votan en los diferentes procesos electorales.

 




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, por tener el valor de hablar claro sobre el abuso de tanta procesión en nuestra ciudad. El espacio público es laico y esto parece la Edad Media. Estas fiestas son enajenantes y fomentan la incultura.
Pepe, es valiente tu pluma, como siempre.

Anónimo dijo...

En Córdoba hay que aguantar este carnaval religioso molestando a muchos ciudadanos para divertimento de tanto capillita y meapilas de esta ciudad. Habría que buscar fórmulas de pago de las cofradías por el daño colateral que producen. Además, es impúdica tanta exhibición de hipocresía revestida de una riqueza ajena a la mayoría de la población de los barrios. Así nos va. Es una pena. Pero es lo que hay.

Anónimo dijo...

Ya era hora de que alguien dijese las verdades del barquero sobre este abuso de las cofradías sobre el resto de los cordobeses. A Pepe Aguza, por su valentía en denunciar este hecho, hay que agradecerle sus palabras de denuncia por este tema. Las autoridades políticas de la ciudad dceberían de tomar cartas en el asunto y resolverlo. Me temo que no lo harán, pues son futuros votos que administrar.
A Pepe Aguza hay que volver, una y otra vez, a agradecerle su texto.

Juan Rivera dijo...

En 2021 las bodas religiosas ( no todas del rito católico) en nuestro país no llegaron a 25 mil frente a los más de 123 mil matrimonios civiles registrados.Por cada 1 que siguen el ritual eclesiástico,5 no lo hacen .
La asistencia a misa semanal la hacen menos del 10% de la población española, la mayoría de habitantes de España no se siente representada por la jerarquía eclesiástica...frente a estos datos la consigna es ocupar los espacios públicos mediante el uso y abuso de procesiones intentando mostrar un apoyo y una fuerza que si de verdad tuvieran, no necesitarían ostentar
Enhorabuena por tu artículo Pepe.Frente a los profesionales del odio y la intolerancia,reflexión y datos