viernes, 5 de mayo de 2023

El Dos de Mayo

 




Remedios Copa
Colectivo Prometeo

Si repasamos la historia no solamente Madrid tiene un 2 de mayo, ni es siempre un motivo de fiesta. Para Odesa el 2 de mayo de 2014 es un terrible recuerdo que condicionó su futuro.

A pesar de que, como dicen Reporteros Sin Fronteras, el avance de la desinformación amenaza la libertad de prensa en el mundo porque la desinformación cobra cada vez más peso “a través de campañas oficiales de propaganda que dificultan discernir la verdad de lo falso” y eso dificulta la información hasta el punto de que, según su informe, solo tres de cada 10 países tienen una situación satisfactoria. Entre los que más avanzan está Brasil que avanza 18 puestos en la lista tras la caída de Bolsonaro, mientras que entre los que más retroceden está Senegal.

El responsable de Reporteros Sin Fronteras califica las campañas de desinformación de “industria del simulacro” y resalta la negativa influencia de la Inteligencia Artificial a la que hay que añadir la negativa influencia de la censura arbitraria como la que Elon Musk aplica en Twitter.

La guerra de Ucrania ha sido el desencadenante de un veto a la libertad de información inaudito en Europa. Se han cerrado canales de información, se censuran contenidos, se realizan campañas de desinformación masivas y se trata de imponer una versión única de la situación. No solo Rusia y Ucrania sacrifican la verdad, (primera víctima de las guerras) y, aunque Ucrania es el país que definen como el más difícil para ejercer el periodismo, no es el único; y si no que se lo pregunten a Pablo González, detenido por la Agencia de Seguridad Interna de Polonia y encarcelado desde febrero de 2022, donde permanece en espera de juicio, prorrogando su prisión varias veces y pasando la mayor parte del tiempo incomunicado.

Aunque a día de hoy del 2 de mayo de 2014 en Odesa no se hable en la prensa, si hacemos un repaso por algunos artículos de años anteriores encontraremos múltiples referencias en diversos periódicos con relatos escalofriantes, nutridos de datos de los que hoy no se habla porque la versión actual de la guerra de Ucrania sitúa el origen en “la invasión de Rusia”. De la verdadera situación desencadenante no se habla, se tergiversa, o se trata de borrar. Fruto de las dificultades expuestas, pocas son las personas que pueden tener un conocimiento real de la situación, con lo cual es más fácil que acepten la versión que les quieran vender.

Artículos de varios medios españoles, en ese año y en posteriores, hacían referencia a lo que muchas veces se calificó de matanza de Odesa. El País, elmundo.es, la agencia Reuters, nuevatribuna.es, entre otros.

El 3 de mayo de 2014, Público hacía referencia a “un vídeo de 24´ de duración que mostraba los ataques de los proucranianos a la Casa de los Sindicatos en la que se refugiaban los prorrusos tras los enfrentamientos con los partidarios del régimen de Kiev en las calles”. Y añadía que las imágenes de los hechos publicadas en YouTube por el videoaficionado Anatoly Shary, titulado “¿Es este mi pueblo?” prueban el ataque con cócteles molotov y armas de fuego al edificio, incendiado por los proucranianos causando la muerte de al menos 36 personas que se refugiaban en el mismo.

La Agencia RIA Novosti publicaba “Kiev y sus aliados occidentales están prácticamente provocando este baño de sangre y cargan con esta responsabilidad”

DW recordaba el 2 de mayo de 2015 a los fallecidos en la ciudad portuaria Ucraniana de Odesa. “La sede de los sindicatos exhibe hasta el día de hoy las huellas de la tragedia ocurrida hace un año. En medio de los disturbios que tuvieron lugar el dos de mayo en Odesa, cerca de 400 personas buscaron amparo tras los muros del edificio. 42 encontraron allí la muerte”. (Otras fuentes elevan la cifra). En la calle quedaban 6 asesinados a balazos y varios cientos de heridos, a lo que se sumaron 172 detenciones.

Los hechos ocurrieron aproximadamente una semana antes de los autodenominados “referendos” de Donestk y Lugansk sobre su separación de Kiev. “La TV rusa mostró cadáveres calcinados e informó que “nazis ucraniano” habían “quemado vivos” a ciudadanos pro rusos” (sic. DW).

Otras fuentes recuerdan como las imágenes de los terribles asesinatos se emitieron en los principales canales de televisión ucranianos entre vítores de la multitud, sin que la policía actuara.

Los enfrentamientos callejeros entre partidarios y detractores del Euromaidán fueron previos al incendio provocado en la Casa de los Sindicatos, según la versión oficial. La gente intentaba huir del fuego que ardía en el interior de la Casa de los Sindicatos tirándose por las ventanas y estrellándose en el suelo. Algunos fueron rematados en el suelo por neonazis, afirman testimonios que calificaron aquel episodio como el nuevo Khatyn.

Las descripciones de bomberos y testigos refieren muchos cadáveres, unos muertos por asfixia y otros carbonizados, algunos solamente tenían carbonizada la parte superior del cuerpo, lo que se interpretó que constituía el indicio de que habían sido rociados con una sustancia inflamable.

Como afirma Sergej Dibrow, testigo de lo ocurrido y miembro del Grupo dos de mayo” formado por periodistas, expertos y activistas de ambos bandos, que han realizado sus propias investigaciones, concluyen que la tragedia fue “el resultado de una provocación que quedó fuera de control”. Una tragedia cuya investigación jamás dio nombres de los autores y por la que nadie pagó; nadie de los responsables, porque el pueblo ucraniano sí pagó y sigue pagando el precio de la tragedia del Euromaidán desatada en Odesa y que llegó a 2022 con más de 14.000 muertos en la guerra del Dombás, donde la Brigada de asalto Azov causó estragos en personas y en estructuras imprescindibles que afectaban profundamente a sus vidas.

Nueva Tribuna publicaba el 6 de febrero de 2022 que el conflicto viene de lejos y hacía referencia a 46 muertes, 48 desaparecidos y más de 200 heridos el 2 mayo de 2014 en Odesa “y cientos de detenidos como consecuencia de los enfrentamientos entre prorusos y los derechistas nazis voluntarios de Kiev, en los que se incendió intencionadamente la Casa de los Sindicatos. La U E permaneció callada y se convirtió en cómplice ante esta escalada bélica de violencia extrema, pese a los intereses geoestratégicos que existen”.

Escalada a la que siguió contribuyendo con el incumplimiento de los Acuerdos de Minsk y la expansión de la OTAN en las fronteras con Rusia. ¿Otra provocación fuera de control?.

¿No habría sido más útil y menos penoso para todos aceptar la voluntad de autonomía del Dombás? El no hacerlo y caer en la trampa de la huída hacia adelante, respondiendo más a intereses ajenos que a los propios como se está viendo ahora, únicamente beneficiará al imperialismo impulsor del Euromaidán y a las grandes Corporaciones económicas que se reparten el pastel.

Recientemente se ha denunciado que el Gobierno de Kiev está privatizando “a dedo” tierras, infraestructuras y otros bienes. Hace ya meses, algunos ucranianos se quejaron de que Kiev había vendido una gran parte de las llamadas tierras negras, de forma ilegal, a empresas norteamericanas. Razones de este tipo pueden explicar por qué algunos prefieren la guerra a la negociación de la paz. Solo hay que ver quienes ponen los muertos y las familias destrozadas, quienes se arruinan y quienes salen beneficiados de esta guerra.

2 comentarios:

Pepe Aguza. dijo...

Como siempre excelente artículo y perfectamente documentado. Lástima que los medios de información en su mayoría no fuesen más independientes y libres... pero el poder y el dinero mandan.

Anónimo dijo...

Pepe, no seas tan "pelota" con la gente de tu Círculo y ten algo más de crítica con los articulos de los tuyos.Tú que eres tan demoledor con las columnas de los diferentes a ti. Tío, que se te ve el plumero. Menos peloteo y más madera.