miércoles, 5 de julio de 2023

Elecciones y Fiesta del Orgullo LGTBI

 




Pepe Aguza
Colectivo Prometeo

Uno de los síntomas de una sociedad viva es su poder reivindicativo, algo que salvo en contadas ocasiones se ha ido reduciendo en los últimos años, después de aquellos tiempos de la transición en que la movilización era permanente.

Aquellas manifestaciones reivindicativas de los astilleros, mineros, fábricas e industrias, de  los Primeros de Mayo, que han ido perdiendo protagonismo y no porque los problemas, el desempleo o la precariedad laboral hayan desaparecido.

Hoy las calles solo son invadidas de forma masiva el Día de la Mujer o en la Fiesta del Orgullo LGTBI, ambas de enorme repercusión festiva y reivindicativa por sus derechos y visualización, además de como no, por la usurpación y protagonismo de la Iglesia Católica con multitud de actos religiosos y procesiones de manera permanente.

 

Los actos de la Semana del Orgullo y la manifestación, celebrada en Madrid del 23 de junio al 2 de julio, atravesando el centro de Madrid, desde Atocha hasta la Plaza de Colón, con decenas de carrozas en distintos escenarios, como el de la Plaza de Pedro Zerolo, Plaza del Rey, Plaza de Callao o Plaza de España, pusieron de manifiesto sus reivindicaciones y programas de actividades, de unos actos que conmemoran su origen en los disturbios ocurridos el 28 de junio de 1969 en el pub Stonewall Inn, del Greenwich Village neoryorquino, tras una redada policial y que marcarían el inicio de sus reivindicaciones a nivel mundial.

 

Los actos y la Fiesta del Orgullo, este año coincidieron con el inicio de la Presidencia Española de la Unión Europea, e intentaron visualizar su imagen y reivindicaciones sociales y de Derechos Humanos con un enfoque europeísta, en estos momentos de amenazas a sus logros por la derecha que pretende gobernar el país en las próximas Elecciones Generales del 23 de julio, sumergiendo nuevamente al país en un calabozo de retrocesos, recortes y represión.

El aproximadamente millón de participantes en la Fiesta y todos los colectivos LGTBI del Estado, en estos momentos se enfrentan a un gravísimo peligro, si la derecha consigue gobernar y deberían actuar con firmeza y energía, rechazando con sus votos el acceso al Gobierno de la nación del señor Núñez Feijóo del PP y de Santiago Abascal de VOX, quienes ya están demostrando sus intenciones en aquellas Comunidades y Ayuntamientos, donde se instalaron tras su triunfo en las Elecciones Autonómicas, con sus recortes de servicios, derechos y discursos de homofobia y odio.

La mejor defensa de sus derechos y reivindicaciones, es evitar la abstención y acudir mayoritariamente a votar a partidos progresistas de izquierdas, capaces de defender y avanzar en derechos civiles de todos los colectivos. 

 

La intención de Núñez Feijóo es clara, evitando el debate en un medio público como es Televisión Española y ofreciéndolo exclusivamente en una televisión privada como es Antena 3, lo que demuestra su propósito de deterioro de lo público frente al interés privatizador.

La reducción de impuestos que propugna, ponen en peligro el estado del bienestar, la sanidad pública, la enseñanza, los servicios sociales, las pensiones, etc. Igual que pretende, según manifiesta, con el recorte de otros derechos y derogación de leyes progresistas como la eutanasia, la reforma laboral, las pensiones, de memoria histórica, de vivienda, ley de igualdad (ley trans), ley del cambio climático, ley de grandes fortunas y así con más de un centenar de leyes y normas progresistas que el actual Gobierno de coalición, el primero en más de cuarenta años de democracia, surgió el 7 de enero de 2020, que haría subsistir a este país en el último y más peligroso lustro con una pandemia sanitaria que asolaría el mundo, descomunales incendios que asolarían todo el territorio, erupción del volcán de La Palma o por último la Guerra de Ucrania que tan funestas consecuencias está generando al resto de Europa.

En idénticos términos radicales y más peligrosos, se muestran los propósitos de la derecha neofranquista de VOX y Santiago Abascal, que de llegar a cogobernar con el PP, impulsaría bajar los impuestos o eliminar otros, fomentando la constitución de mutuas, mecanismos y organismos privados, suprimir todas las subvenciones a organizaciones empresariales y sociales de interés público, impulsar el turismo como forma de creación de empleo, reunificación del mercado nacional, expulsión de inmigrantes ilegales, supresión de las cámaras autonómicas y de todos los diputados que no representen la soberanía nacional, revisión de las relaciones entre España y la Unión Europea, etc.

 

Con esta amenaza permanente, el cogobierno del PSOE y Unidas Podemos y el apoyo puntual de otras fuerzas progresistas, han permitido que el país lograra avanzar económicamente con la menor inflación de toda la zona euro a principios de año, con solo el 5´6 % frente al 9´2 % de la media europea.

 

La única forma de contener el avance de la derecha, es seguir luchando por unos derechos sociales progresistas, por unos impuestos justos y equilibrados, por la defensa y mejora de sus servicios públicos, votando sin dejarse engañar por los falsos cantos de sirena de Feijóo y Abascal, acudiendo a votar con firmeza, porque con toda la presión ejercida hemos logrado estos avances que no podemos permitirnos desperdiciar.

¿Qué no seremos capaces de conseguir si logramos mantener un gobierno progresista y de izquierdas?

El mantenimiento del estado del bienestar y el futuro será exclusivamente tuyo con tu voto. Las urnas te esperan el 23 de julio, vota con inteligencia y conciencia.

 



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