domingo, 29 de diciembre de 2024

Un ajuste de cuentas




Remedios Copa
Colectivo Prometeo

Dice Sevim Dagdelen que “en España hubo y hay una tradición de oposición democrática contra la subordinación a los intereses norteamericanos. La historia de España también muestra claramente que no estamos ante una comunidad de valores. Recordemos el acuerdo militar entre EE.UU. y España del 26 de septiembre de 1953 mediante el cual tropas norteamericanas se estacionaron en la península ibérica vinculando así a la dictadura fascista del general Francisco Franco a la OTAN, aunque España no era miembro del pacto militar. Hoy es el momento de hacer balance y ajustar cuentas con la OTAN.”

En su libro “La OTAN.Un ajuste de cuentas”, la autora habla de lo que ella llama un ajuste de cuentas con la alianza de valores y desenmascara a la OTAN apuntando a su línea de flotación al atacar y dejar al descubierto los tres pilares sobre los que se sustenta, pero que no son sino grandes mitos con los pies de barro.

La autora asegura que los tres mitos fundacionales de la OTAN son absolutamente falsos: el mito de que se trata de una alianza defensiva que defiende el derecho internacional; el de que la OTAN defiende la democracia y el estado de derecho y, el mito de que la OTAN es una comunidad de valores y de derechos humanos.

En cuanto al mito de que se trata de una alianza defensiva que defiende el derecho internacional, lo cierto es que suena a burla. De los múltiples ejemplos que demuestran lo contrario podríamos llenar varias páginas y nos quedaríamos cortos. Para Dagdelen “la OTAN es una organización criminal al servicio de los EE.UU. cuya historia está plagada de crímenes contra humanidad”, crímenes que la autora repasa desde el origen de la OTAN.

Ejemplo reciente de la conducta de EEUU fue su oposición sistemática a cualquier intento de sancionar a Israel, o de condenar a Netanyahu por el genocidio en Gaza, y cuyo método está intentando seguir en el Líbano y en Siria.

EEUU, se ha saltado su propia legislación y la internacional que prohíben la venta de armas a países en guerra y continuó facilitando armas y apoyo a Israel pese al clamor mundial en contra. Tampoco se cortó un pelo, sin consultar siquiera al resto de países de la OTAN, para promover la escalada de su guerra contra Rusia, una de sus guerras proxy librada sobre territorio de Ucrania y arrastrando en ella a Europa.

El mito de que la OTAN defiende la democracia y el estado de derecho y el de que es una comunidad de valores y derechos humanos se caen por su propio peso a la vista de los acontecimientos que los EEUU promueven contra los gobiernos que no le son afines en ideología y/o no se someten a sus intereses económicos.

La OTAN es una herramienta de guerra, rehén en manos estadounidenses que la utiliza a su antojo en función de su afán hegemónico y sus intereses económicos, a la que según la autora “nunca le hizo falta ningún motivo para imponerse a sangre y fuego, incumplir la legislación internacional, violar la soberanía de otros países o financiar grupos armados locales para desestabilizar gobiernos”. “Los ciudadanos del Sur están comprobando que cualquier gobierno teocrático, dictatorial o corrupto es menos criminal y menos peligroso para la paz mundial que la OTAN. Todo el patrimonio y prestigio de las democracias occidentales y sus libertades, ha terminado ahogado en la sangre que ha derramado la Alianza por todo el mundo.”

Entre las evidencias incontrovertibles señala Dagdelen que: “debido a las guerras de EE.UU. y de sus aliados, tan sólo en los últimos 20 años han muerto 4,5 millones de personas, tal y como ha quedado recogido por la prestigiosa Universidad Brown en Rhode Island, EE.UU.”. Hechos que también reportan los documentos de WikiLeaks, de Amnistía Internacional y de la Corte Internacional de Justicia.

Dagdelen hace un concienzudo repaso de “cómo su historia está plagada de crímenes contra humanidad, repasándolos desde el origen de la OTAN hasta nuestros días, en los que está llevando a cabo una guerra por delegación en Ucrania contra Rusia”.

Estas afirmaciones relatadas en su libro y en entrevistas realizadas a la autora, (diputada en el Bundestag alemán por la Alianza Sahra Wagenknecht), desgranan un exhaustivo ajuste de cuentas en el que aparecen las operaciones de Gladio en Europa, los golpes de estado en Grecia y Turquía, los ataques a Libia y Yugoslavia, la destrucción de Irak, Afganistán, Siria, Líbano y Palestina con la inestimable ayuda de Israel (el vasallo más sanguinario de la OTAN), como lo describe en una entrevista realizada por Carlos García a propósito del exitoso libro, y por supuesto la guerra por delegación que la OTAN ha provocado en Ucrania para enfrentarse a Rusia tras el golpe de estado neofascista del Euromaidán en 2014.

Ojalá se cumpla la previsión de la autora y las circunstancias poco favorables para las políticas de la OTAN deriven hacia un cambio radical que reconduzca las relaciones internacionales por la vía de la diplomacia, el respeto al derecho internacional, el desarme, y la reconducción de las guerras económicas.







1 comentario:

makarenko dijo...

Aún a costa de parecer pesimista, me perece que sería bueno para el mundo que imperará la diplomacia,pero con el imperio dispuesto a todo para no perder su hegemonía, parece dificil. En las relaciones entre los estados predominan los intereses por encima de la ideología o los principios. Corren pues, malos tiempos para la lírica.