martes, 21 de enero de 2025

Trump y sus vasallos: La Internacional del Odio





Juan Rivera
Colectivo Prometeo

El momento más patético de la toma de posesión del presidente número 47 de los Estados Unidos, Donald Trump, anteayer lunes 20 de enero, no lo vivimos durante el discurso lleno de frases rimbombantes que disparaban acusaciones contra los Derechos Humanos que se pusieran a tiro ( sexo, movimientos migratorios, igualdad de razas...),sino contemplando la actitud de sumisión al nuevo emperador por parte de la cohorte de vasallos internacionales invitados al evento.

El nuevo ( y a la vez muy viejo) presidente de los Estados Unidos parecía la reencarnación del " rey planeta", apelativo que le dieron al gobernante hispano Felipe IV en la primera mitad del siglo XVII. Como cualquier monarca absolutista que se precie, el empresario estadounidense en su vuelta a la Casa Blanca, necesita estar rodeado de bufones. Esa circunstancia explicaría a las mil maravillas la presencia de Abascal en el evento. Al margen de su parecido con el Calabacillas retratado genialmente por Velázquez.

En la mezcla de representación teatral, exorcismo y auto de fe que se vivió ayer en el "Capital One Arena" de Washington pudimos presenciar en directo una nítida declaración de intenciones jaleada en vivo o en espíritu por Milei, Meloni, Orban, Bukele.. ( una ristra de nombres que parece la alineación de un mediocre equipo de fútbol ): se gobernará por y para los extremistas de la Derecha con la clara intención de dejar la Democracia formal aún más vacía de lo que ya lo está.

Y además se le subrayó a los súbditos su papel de vasallos del Imperio, siendo la voluntad imperial la única a tener en cuenta. Por ello no veamos las referencias a Panamá, Canadá, Groenlandia...como el desquicie de un loco, olvidando que este personaje puede mandar imponer los designios estadounidenses a través de sus legiones romanas, perdón, sus bases militares esparcidas por todo el mundo.

A careta quitada y sin complejos han realizado la puesta de largo de un gobierno donde los más ricos entre los ricos ocupan los puestos de responsabilidad, pero no entre bastidores como acostumbran sino en primera fila. Fijo que con la intención última de repartir la riqueza y garantizar la solidaridad social (¡vamos anda!). Como si estuviéramos en un remedo del triunvirato romano con Trump, Musk (sí, el que puso la guinda de la fiesta ejecutando dos veces el saludo nazi) y Zuckerberg en los papeles de César, Craso y Pompeyo.

Y el programa político a aplicar también es una clara muestra de la preocupación por el " bien común": ultraliberalismo, mercado libre pero solo en una dirección y con la intención de que la potencia hegemónica pueda exportar sus productos sin traba alguna, desaparición del Estado excepto para las tareas policiales - represivas y odio, todo el odio del mundo, para el inmigrante que intente huir de la pobreza fomentada en su país por los dueños de los medios de producción, es decir, los que se encargarán de hacer ( y aplicar ) las nuevas leyes.

Lo dicho, un absoluto vaciamiento de la Democracia hasta en su aspecto formal.De ahí una de las primeras medidas tomadas:indultar a los condenados por el asalto al Capitolio para que quede claro lo que significa ostentar el Poder sin cortapisas.

 Y en la parte que nos toca como nación soberana,tras la exhibición de Trump confundiendo a España ( país de la Unión Europea y su teórico aliado en la OTAN) con uno de los países BRICS y la amenaza de subirnos los aranceles un 100%, ya tenemos  una idea de lo que podemos esperar de "nuestro protector". 

Y eso que Santiaguito, vestido de soldado de los Tercios y enarbolando la bandera con la cruz de Borgoña, fijo que intentó aclararle su confusión mientras le limpiaba la comisura de los labios.

Así que supongo que si la amenaza se concreta y el campo o la industria española terminan sufriendo la subida de aranceles, tanto el interlocutor preferente del nuevo gobierno de EE.UU., Vox o el subalterno PP, darán una lección de patriotismo de esas que tanto gustan y le echarán la culpa de la situación al... gobierno bolivariano de España (¿ qué te habías creído?). Al amo no se le toca.

¿Y nuestro papel? Pues prepararnos para la dureza de los tiempos venideros. Somos mayoría pero no nos lo creemos y como tarea prioritaria debemos intentar reconstruir esa mayoría social, siendo el primer paso necesario poner en pie con el esfuerzo de todas, con el trabajo de todos, una Alianza Antifascista que aglutine a los demócratas.

De los matices, de las tonalidades diferentes cuando pintamos el mismo color, si eso hablamos después.


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