martes, 16 de diciembre de 2025

La Unión Europea contra las Pensiones Públicas




Javier Lucena
Afiliado de la CTA
Miembro del Colectivo Prometeo
[Este artículo lo  ha publicado originalmente  nuestro compañero Javi Lucena en el número de Diciembre de 2025  de la  Coordinadora de Trabajadores de Andalucía]

Desde hace muchos años, los sistemas solidarios de pensiones públicas vienen siendo objeto de ataques de fundamentación neoliberal por parte de los fondos financieros, bancos y aseguradoras, así como por parte de significativos organismos internacionales, como el Banco Mundial1, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico)2, el Fondo Monetario Internacional3, la OTAN4 y, por si faltaba alguno, también por la Unión Europea, quien ha redoblado recientemente las arremetidas, asunto en el que nos centraremos más adelante. A estos poderes les acompañan determinados economistas y centros “académicos” vinculados a grupos empresariales, además de los principales medios de comunicación, que están a su servicio o directamente les pertenecen, por vía accionarial.

El resultado es una suerte de arremetida por el método de la “gota china”, con una sucesión ininterrumpida de declaraciones y “noticias” e “informes” varios, en los que a diario se insiste una y otra vez en la supuesta inviabilidad de los sistemas de pensiones públicas, su insostenibilidad, la “probable” quiebra del sistema a medio y largo plazo, etc. Ataques que, por contra, se complementan con el canto por esas mismas fuentes a las supuestas virtudes de los planes privados de pensiones, tanto individuales como de empresa o empleo.5 Hasta hoy, sin embargo, lo único que se ha verificado al respecto es, por un lado, el fallo sistemático de todas las profecías de quiebra de las pensiones públicas formuladas por esos organismos y bancos en sus “estudios e informes” de décadas atrás, una vez alcanzadas y sobrepasadas las fechas que indicaban como punto de quiebra. Y por otra parte, lo que sí se ha producido, al contrario también de lo que señalaban tales informes, es la quiebra – esa sí – o la entrada en pérdidas de una buena parte de los planes de capitalización privada de pensiones.6


Profecías fallidas

Las previsiones alarmistas sobre la futura quiebra de los sistemas de pensiones de reparto comenzaron en los años 90, en plena expansión del neoliberalismo, con advertencias del Banco Mundial y la OCDE sobre la insostenibilidad de los mismos. En España, tales advertencias tuvieron su correspondiente eco, de modo que entre el 1995 y 1996 se elaboraron 5 estudios/informes promovidos y/o financiados mayoritariamente - 4 de ellos - por entidades bancarias y empresariales, incluido un exministro de Pinochet. Y en todos ellos se profetizaba el inexorable déficit de la Seguridad Social para los años 2000, 2005 y 2010, a causa de las pensiones públicas. Pues bien, como muestra el siguiente cuadro, elaborado por el profesor Pablo Francescutti7, no sólo no acertaron ninguno de dichos estudios, sino que ni siquiera hubo déficit llegados cada uno de esos años; antes bien, en los tres se produjo un superávit. Es más, para el último año, para el 2010, lo que había en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social eran unos 64.375 millones de euros (6,11% del PIB de 2009), cantidad que posteriormente esquilmó el gobierno de M. Rajoy para dedicarlo a fines ajenos a las pensiones.



Pero para entender las razones de tanto fracaso predictivo, merece la pena traer a colación aquí unas palabras del propio Francescutti:En los últimos años hemos visto que los errores predictivos no han desanimado a las Casandras del déficit, las cuales, a la usanza de los antiguos profetas, reaccionan a sus yerros postergando la fecha del desastre. Nada de irracional hay en su proceder, pues con él consiguen un objetivo preciso: tener a los trabajadores en permanente zozobra acerca de su futuro, y con ello alimentar un sentimiento generalizado de inseguridad que disciplina la mano de obra y favorece el mercado del seguro, al precio de una incertidumbre psíquicamente desestabilizadora y socialmente corrosiva.


En cualquier caso, lo que llama la atención es la persistencia en el ataque de los sospechosos habituales, a pesar de tantas evidencias en su contra. Y es que los motivos que hay detrás no son la mejora de ningún sistema y ni mucho menos el bien común. Como siempre, las auténticas razones – además de las que señala Francescutti sobre el disciplinamiento de la clase obrera - son la pasta, el dinero, el interés privado de quienes más tienen y cuya voracidad no alcanza límites. A saber y más en concreto:


  • La reducción de los sistemas públicos de pensiones persigue en realidad un doble objetivo: incrementar la necesidad de pensiones privadas, ante la insuficiencia provocada en aquéllos, y de paso reducir las cotizaciones de la patronal, incrementando de forma notable el beneficio empresarial.

  • Y el otro gran objetivo es conseguir el manejo de esos fondos de pensiones privados por parte de las entidades financieras y aseguradoras, los que les reportaría y les reporta millonarias comisiones y beneficios en su calidad de gestores, aunque frecuentemente tales fondos den pérdidas a los “beneficiarios”. A su vez, vía inversiones, esas importantes cuantías depositadas en las pensiones privadas permiten incrementar el poder – y ganancias - de los fondos buitre y los procesos especulativos que estos suelen promover, en perjuicio de la población. Eso, cuando no se destinan directamente a la industria armamentística que, como es sabido, tanto aporta al bienestar de la ciudadanía.

La Unión Europea. El antecedente próximo: el informe Draghi


Pero decíamos que íbamos a centrarnos en la Unión Europea, que acaba de anunciar nuevas iniciativas en materia de pensiones privadas. Y para ello abordaremos primero el antecedente más inmediato respecto a las pensiones, como es el llamado informe Draghi, que aunque no dirigido específicamente a ellas, sí las incluía con claridad en varios de sus apartados.

En un monográfico de nuestra revista de la Coordinadora de Trabajadores de Andalucía de hace un año aproximadamente, dedicado a Las pensiones en el informe Draghi sobre la estrategia europea de competitividad (septiembre de 2024)8, señalábamos que según este informe, los mercados financieros europeos, a fin de competir en posición de mayor igualdad con los norteamericanos y los chinos, necesitarían captar inversiones a gran escala y a gran velocidad. A tal efecto, la medida principal propuesta era la aprobación de una inversión conjunta de la Unión Europea de 800.000 millones de euros anuales, a la que se unirían otras medidas, como las relacionadas con las pensiones, para las que se proponía fomentar los planes de pensiones individuales y los planes de pensiones de empleo o empresa, que también son de carácter privado.


En relación al primer aspecto, indicábamos que esa multimillonaria inversión, que además rompía con el dogma europeo de la austeridad y la reducción de la deuda pública,conllevaba mancomunar deuda entre todos los países de la Unión, cosa que rechazaban varios de los más importantes, como Alemania, Países Bajos y Suecia, que se manifestaron en contra tras la publicación del informe. Pero - rematábamos - aunque finalmente no se apruebe por la Unión Europea la estrategia propuesta – como de hecho no se ha aprobado -, ante los numerosos elogios a su contenido por parte de dirigentes de la misma, incluida la Presidenta de la Comisión, Von der Leyen, sí podía ocurrir que funcionase como hoja de ruta orientativa, una referencia para la acción, de la que se extrajesen aquellas medidas más fáciles de consensuar. Y nada sería de extrañar que entre las que sí podrían aplicarse – añadíamos - se encuentren las relativas a las pensiones, ya que no afectarían a la inversión pública directamente, sino a la modificación del marco regulatorio sobre el estímulo de las pensiones privadas y el fortalecimiento de los fondos de pensiones privadas, dirigiéndolos en mayor medida al mercado financiero.


Pues bien, valgan esta referencias para señalar que dicha arremetida, que preveíamos hace un año, ya está aquí. En una reseña periodística9 de las medidas a adoptar por la UE, que no tiene desperdicio, se informaba hace unos días que "Bruselas apuesta por las pensiones privadas para impulsar el mercado europeo de capitales. La Comisión Europea pretende impulsar los fondos de pensiones privadas para que <<desempeñen un papel en la financiación de la economía de la UE>>”, con unas necesidades de unos 750.000 millones de euros, muy cerca, como vemos, de los 800.000 millones que marcaba Draghi como objetivo. Es decir, que lo que no aportarán los estados mancomunadamente para financiar el “crecimiento” europeo, saldrá de las espaldas de los trabajadores y trabajadoras, de sus pensiones, desplazándolas de lo público para entregarlas a la banca y aseguradoras privadas. Tengamos en cuenta, que el sistema de pensiones públicas está garantizado por los respectivos Estados, mientras que las pensiones privadas no gozan de ninguna garantía de rendimiento y pueden dar pérdidas o quebrar, como de hecho ocurre con frecuencia, tal como hemos señalado.


Pero la Unión Europea nos pide, en la información que traslada, que no seamos tan mal pensados, que si su nuevo paquete normativo de jubilaciones suplementarias trata de impulsar el mercado de las pensiones privadas es por nuestro bien, para ofrecer “más oportunidades para que los hogares construyan su riqueza a través de los mercados de capitales, al mismo tiempo que impulsa el crecimiento económico y la competitividad de la UE”. Y de esta forma, todos salimos ganando, vienen a decir, insultando nuestra inteligencia, ya que no se prevé ningún mecanismo de garantía sobre evoluciones negativas o quiebras de esos mercados de capitales.


Aunque de nuevo la UE discrepa con nosotros e insiste en sus buenas intenciones, asegurando que las nuevas medidas no van contra las pensiones públicas, sino que “las acciones propuestas tienen como objetivo complementar - no reemplazar - las pensiones públicas” y que su objetivo “no es construir mercados de capitales”, sino “dar a las personas la oportunidad de tener un ingreso adecuado en su jubilación, dar a las personas la oportunidad de seguir teniendo un nivel de vida digno en la jubilación”. De este modo, disfrazan con retórica buenista lo que en realidad persiguen, que es crear un sistema dual de pensiones, con las públicas como sistema mínimo de beneficiencia y subsistencia, y las privadas como negocio de resultado incierto y desigual, según las rentas que cada cual pueda permitirse aportar a los fondos privados y según la evolución de las inversiones.


Llegados a esta altura, la UE asoma algo más la patita y nos advierte que tengamos cuidado, que con una mayor esperanza de vida, con una menor fuerza laboral en relación a los jubilados y con una extensa precariedad laboral, hay que tener precaución, porque – volvemos al conocido mantra neoliberal – peligra la sostenibilidad del sistema público de pensiones: “Este paquete también responde a la sostenibilidad fiscal de los sistemas de pensiones públicos”. O como se recoge en otra información, “el Ejecutivo comunitario dedicó tiempo a explicar sus ideas y su propuesta, pero lo hizo de manera confusa. Sin embargo, la idea de fondo es muy sencilla: Bruselas está lanzando la señal de alarma para que los ciudadanos se preparen para un mundo en el que las pensiones públicas no van a ser suficientes”10. Siempre la alarma y el miedo. Pero resulta curioso que el mismo medio que nos anuncia que “Bruselas pide fomentar pensiones privadas ante la fragilidad de los sistemas públicos”, publique unos días después – noticia que, por lo que sea, ha tenido menor eco en prensa -, que las frágiles y las que peligran en realidad son las pensiones privadas, como indica el segundo mayor fondo de inversiones del mundo, Vanguard, que prevé para las mismas rendimientos de la inversión en torno al 0%, a los que habría que restar los gastos de gestión e impuestos, es decir, prevé pérdidas finales.11


Por último, los representantes de la Comisión Europea que presentaron las nuevas medidas terminan reconociendo que como en la UE sólo un 20% de trabajadores tienen pensiones de empresa y sólo un 18% pensiones privadas, es esta situación la “que queremos cambiar con las medidas que se presentan con este paquete”, en una demostración flagrante de intervención en el “libre” mercado por los poderes públicos, en beneficio de parte de intereses privados. E insisten en su sesgo cuando añaden que “con esta medida también se trata de movilizar fondos para invertir en nuestras prioridades [¿las de quiénes?]...desde transición digital a Defensa, los fondos de pensiones pueden dar una contribución importante”. Sin tapujos, al final se ve con claridad que se trata en realidad de desplazar las pensiones públicas a entidades privadas para terminar entregándolas a las grandes empresas tecnológicas y bélicas, esto es, de control social y de guerra. Y encima tenemos que estarles agradecidos, porque es por el bien de la Unión Europea y de nuestras jubilaciones, “porque beneficia a la economía y a la sociedad”, afirman con todo cinismo.


En definitiva, se modificarán la Directiva sobre Fondos de Pensiones de Empleo, la Directiva sobre Instituciones para la Jubilación Profesional y el Reglamento del Producto Paneuropeo de Pensiones Personales a fin de facilitar los planes de pensiones e incrementar sus ventajas para entidades financieras gestoras y supuestamente también para los ahorradores12. Y, de paso, se impulsarán otras medidas como la inscripción automática de los trabajadores en los planes de pensiones de empleo o empresa, correspondiendo al trabajador manifestar su oposición si no desea que lo incluyan; y otras como campañas publicitarias en apoyo a los planes privados de pensiones. Así mismo, se incluirán sistemas de “transparencia” e “información” para que conozcamos con antelación el estado probable de nuestras pensiones, llegada la hora de la jubilación. Con dichos dispositivos “pedagógicos”, lo que en realidad pretende la UE es exagerar los riesgos para desmoralizar a la población y promover su agenda política en beneficio de los grandes grupos financieros.


Porque si logran desmoralizarnos, si con el goteo sistemático de propaganda sobre la supuesta inviabilidad de las pensiones públicas, con su sistema solidario de reparto, consiguen que esa falsa idea se haga mayoritaria entre la población trabajadora, los grandes poderes financieros y sus aliados institucionales y mediáticos tendrán gran parte de la partida ganada. Nos toca a nosotros y nosotras generar y redoblar una campaña en sentido contrario, a favor de los sistemas públicos de pensiones y la mejora de sus condiciones, junto a las organizaciones españolas con las que colaboramos – como la COESPE - y junto a las que ya realiza a nivel mundial la Unión Internacional de Sindicatos (UIS) de Pensionistas y Jubilados de la Federación Sindical Mundial (FSM).


1Pensiones públicas: la realidad que no quieren contarte, Eduardo Luque, https://www.coespeweb.com/documentos/otros/193_Las_pensiones_publicas_la_realidad_que_no_quieren_contarte.pdf

3En su Informe de perspectivas de la economía mundial, de abril de 2025, el FMI, para enfrentar la reducción del crecimiento económico mundial – especialmente en las economías avanzadas – y reducir la “presión” fiscal, propone incrementar la tasa de actividad laboral entre las personas mayores (que trabajemos hasta una edad más tardía). Ver el capítulo 2 del informe, dedicado al auge de la llamada “Economía plateada”, https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2025/04/22/world-economic-outlook-april-2025 .

4La OTAN también dispara contra las pensiones, Javier Lucena (https://drive.google.com/file/d/1KPA_Z7WLwep9wzE7_3U5FbOXDNs6vjUH/view)

5Alerta roja: pensiones y pensionistas, Edmundo Fayanás, https://share.google/rRQpzRAG65N9kNJTL

6¿Están en peligro las pensiones públicas?, Juan Torres y otros (https://www.pensamientocritico.org/vicnav1110.pdf); sobre el fracaso del alarmismo sobre las pensiones, ver el artículo que ya en 2010 indicaba dicho fracaso, Informes alarmistas que no se cumplen (https://www.publico.es/actualidad/informes-alarmistas-cumplen.html)


7Predicciones y percepción de riego social. Los pronósticos fallidos sobre la crisis de las pensiones públicas españolas, de Pablo Francescutti (https://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/view/2191/2986) Aunque tiene ya unos años (data de 2016), mantiene plenamente su vigencia.

8Las pensiones en el informe Draghi sobre la estrategia europea de competitividad, Javier Lucena (https://www.ctasindicato.es/monografico-las-pensiones-en-el-informe-draghi-sobre-la-estrategia-europea-de-competitividad/)

9https://www.eldiario.es/economia/bruselas-apuesta-pensiones-privadas-impulsar-mercado-europeo-capitales_1_12782561.html

10 Bruselas pide fomentar pensiones privadas ante la fragilidad de los sistemas públicos, https://share.google/lPLpxlOHokIzRxJz1

11Mal momento para jubilarse. La predicción bursátil de Vanguard da jaque a la regla del 4% para cobrar el plan de pensiones, https://www.elconfidencial.com/mercados/the-wall-street-journal/2025-12-07/regla-del-4-no-servira-si-vanguard-tiene-razon_4261233/


12Puede consultarse la información oficial de la Comisión Europea en La Comisión propone impulsar las pensiones complementarias para contribuir a garantizar unos ingresos adecuados en la jubilación (https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_25_2738) y en Preguntas y respuestas sobre el paquete de pensiones complementarias (https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/qanda_25_2739)



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