martes, 16 de enero de 2024

Podemos y el voto negativo

 





Juan García Ballesteros
Colectivo Prometeo

Después de estos años de expansión económica por la pandemia, la UE ha acordado que se ha acabado la época de las “vacas gordas” y ha planteado un cambio de ciclo económico para volver a la austeridad: hay que reducir drásticamente la “deuda pública” de los países miembros, sobre todo para aquellos que sobrepasan el 60 % de su PIB. Este es el caso de España (110 %).

Hay que admitir que para lograr ese objetivo exigido por la UE, España no tiene más remedio que reducir su deuda pública. Pero hay dos formas de reducirla: recortando en derechos sociales (seguridad social, bajas laborales, desempleo, jubilación, maternidad, sanidad, educación, …) o elevando la recaudación de los impuestos para que todos (ciudadanos y empresas) paguen de acuerdo con sus ingresos. Esto último supone un cambio real de los impuestos de la renta para que se ingrese más y se logre una recaudación justa y progresiva. Esta es una opción política progresista que implicaría que el Gobierno no cargue sobre las espaldas de los trabajadores y los sectores más vulnerables la reducción exigida de la deuda pública.

Mucho revuelo ha levantado el voto en contra de Podemos sobre el real decreto de los subsidios de Yolanda Díaz. Diferentes grupos mediáticos y tertulianos han tachado de irresponsable la postura adoptada por el partido morado. Incluso la señora Díaz se ha despachado a su gusto y ha dicho que “Podemos ha golpeado a los trabajadores y trabajadoras de mi país y lo ha hecho de la mano de Vox y del PP”. Esta señora ministra sabe perfectamente que Podemos estaba de acuerdo con la subida al subsidio de desempleo, con el colectivo de trabajadores menores de 45 años sin cargas familiares, con el permiso de lactancia y con el subsidio de los trabajadores eventuales del campo. Pero en sus declaraciones “ha olvidado” que, junto a estas medidas positivas, había colado “el recorte en las bases de cotización de los desempleados de más de 52, una rebaja de la base progresiva (en cinco años) del índice actual de 125 % al 100 % de la base mínima lo que afectará a las futuras pensiones de cientos de miles de trabajadores”, según el sindicato CGT.

Para Podemos el motivo del NO al decreto está justificado, porque no se puede recortar la cotización a los mayores de 52 años, ya que eso supondría que esos cientos de miles de trabajadores, al llegar a su jubilación, verían sensiblemente reducida su pensión. Con ello, el Gobierno se ahorraría dos partidas: una al bajar la base de cotización y otra con las futuras pensiones más bajas. Pero estos ridículos ahorros para el Gobierno (unos cientos de millones) suponen un grave perjuicio para esas personas mayores, desempleadas, que viven en una situación de vulnerabilidad. Intentar recortar los derechos a los colectivos más débiles no es la mejor forma de reducir el déficit.

El PSOE no ha tenido más remedio que negociar con Junts y llegar a acuerdos para aprobar los dos decretos (legislativo y anticrisis) no sin ceder a Cataluña las competencias en inmigración y la publicación inmediata de las balanzas fiscales. El partido del conservadurismo independentista se ha abstenido en el decreto del subsidio. También el Gobierno ha negociado con Podemos sobre el decreto de medidas anticrisis, consiguiendo el partido morado una tramitación del mismo como proyecto de ley en los próximo seis meses y una prórroga hasta 2028 de la suspensión de los desahucios hipotecarios a familias vulnerables.

El PSOE ha negociado con Junts y Podemos y ha sacado adelante dos decretos ¿Por qué Sumar no ha negociado con el partido morado el decreto “Conciliación de la vida familiar y profesional” (subsidio por desempleo)? ¿Cómo es posible que Yolanda Díaz le pida apoyo al PP y no se siente a negociar con Podemos? Es incomprensible. Esto lo ha denunciado la diputada de Podemos Noemi Santana que ha manifestado que su voto negativo supone “no dejar en la estacada al colectivo de parados de 52 años” y ha denunciado que son “un Gobierno en minoría que no escucha a sindicatos y pensionistas”. Lógicamente, tampoco a un posible aliado como Podemos.

Más de una semana antes a la votación, el Ministerio de Trabajo sabía que Podemos no apoyaría el recorte a los mayores de 52 años. Estaría dispuesto el partido a votar a favor si por escrito se garantizaba que ese recorte se retiraría del decreto. No fue así. Y la señora ministra de Trabajo no se dignó llamar a negociar para su aprobación. Posiblemente creyó que rompería el pulso a Podemos y que éste votaría a favor. Pero si no lo hacía, clamaría en todos los medios (tiene mucha más influencia que los morados) para tirar por tierra a Podemos afirmando que había votado con la derecha y la extrema derecha ¿Se le escuchó a Yolanda Díaz criticar tan duramente a ERC y Bildu cuando votaron en contra de la Reforma Laboral? Pues no.

Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno. Hay tiempo hasta el 1 de junio que entra en vigor para llegar a un acuerdo. Tanto el PSOE como Sumar deben buscar alternativas y renegociar de nuevo todas las medidas del decreto con los grupos parlamentarios, incluido Podemos.

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