Colectivo Prometeo
Vivimos en una sociedad
narcotizada que nos impide rechazar contundentemente la amenaza de la
ultraderecha que nos invade a marchas forzadas cada día sin reaccionar,
potenciando el fanatismo, la marginación y la miseria. Una actitud no exclusiva
en España, sino de gran parte de Europa y América Latina, potenciada permanentemente
por el imperialismo norteamericano.
Las últimas declaraciones de
Santiago Abascal, presidente nacional de VOX, arremetiendo, el pasado miércoles
27 de agosto, contra la embarcación humanitaria del Open Arms ("Brazos abiertos",
un nombre que lo dice todo), cuando atracaba en el puerto de Santa Cruz de
Tenerife, calificándolo de “barco de
negreros, que había que confiscarlo y hundirlo, para que sirviera de
advertencia a políticos y millonarios que permiten y promueven la invasión en
Europa”.
Sus recientes afirmaciones contra
el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusándolo de “ser un mafioso
embustero y el capo que está humillando, robando y arruinando a los españoles y
tener intereses mafiosos en el tráfico de seres humanos”, lo dice un individuo
que lleva viviendo de la Administración, sin haber dado un palo al agua en toda
su vida, como concejal de Llodio, donde comenzó a participar como concejal con
23 años, miembro de las Juntas Generales de Álava, diputado del Parlamento Vasco
y dos cargos de libre designación en la administración de la Comunidad de
Madrid, además de presidente de VOX y de la Fundación DENAES (Defensa de la
Nación Española) y director de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio
Social, de la que percibió una importante subvención y un salario de más de
82.400 euros, además de un sueldo que supera los 59.000 euros brutos como
diputado en el Congreso.
Las deleznables declaraciones contra el Open Arms, también fueron apoyadas por el presidente tinerfeño de VOX, Alejandro Gómez, que manifestó que el “atraque del barco pro-inmigración en la isla, desafiando con su presencia a nuestras fuerzas armadas soberanas, no es bienvenido y menos ante la presión migratoria de la ruta atlántica, lo que supone un efecto llamada a las mafias para organizar nuevas expediciones marítimas a España”.
Estas manifestaciones fueron
totalmente rebatidas por el presidente canario, Fernando Clavijo, quien afirmó
que estas declaraciones son propias de un “auténtico
fascista” quien como responsable político debería ser mucho “más prudente y medir sus palabras, antes de
crear crispación y malestar, que suponen un ataque a la democracia, a la
solidaridad y el respeto a los derechos humanos”, según declaró durante su
visita al viejo navío, un antiguo remolcador de 1974, adaptado como buque de
salvamento marítimo en 2017 y rescate en alta mar, que desde que inició su
actividad ha rescatado a más de 73.000 personas, siendo reconocido con la
Medalla de Oro de Canarias, además de otros galardones por su solidaridad, como
el Premio Ciudadano Europeo, el Premio Nacional de Derechos Humanos, la Creu de
Sant Jordi o el Premio Abogados de Atocha, entre otros.
El buque, que permanecerá
atracado en diferentes puertos del Archipiélago canario, podrá ser visitado
durante dos meses, mientras realiza actividades educativas y jornadas de
puertas abiertas al público general, manteniendo su disponibilidad en caso de
emergencia marítima.
Las actitudes de este indigno
representante político, son propias de otros líderes mundiales, con los que
comparte posturas, como su amigo el presidente argentino Javier Milei, que
apenas tomar posesión del gobierno el 10 de diciembre de 2023, en menos de diez
meses cerró 13 ministerios, despidió a más de 30.000 empleados públicos y
redujo un 30 % el Presupuesto nacional, mientras realizaba desorbitados
recortes en Educación, Sanidad, Servicios Públicos, Trabajo, Pensiones, Ciencia
y Tecnología e Infraestructuras, para derrocharlo invirtiendo 350 millones de
dólares en la compra de aviones de combate a Estados Unidos.
Abascal en su desmesurada
ideología fascista, no duda en establecer lazos rastreramente con Donald Trump,
al acudir a su toma de posesión en enero de 2025, valorando que era un día
histórico y asegurando que es un compañero de armas y un aliado firme contra
las políticas de migración masivas, el socialismo, las agendas de género, o el
globalismo que ha atacado a muchos países, considerándole su aliado, al ofrecerle
su apoyo frente a la Unión Europea.
Un mes más tarde, Santiago
Abascal regresó nuevamente a Washington, para asistir como ponente y en
representación de la formación europea Patriots, a la Conferencia de Acción
Política, el foro conservador más antiguo e importante de Estados Unidos y
reunirse con destacados miembros de la derecha estadounidense y poder asumir
nuevas directrices fascistas.
Este tipo de gobierno es el
destructor del estado del bienestar, que solo favorece a millonarios, grandes
propietarios y capital, en detrimento de los derechos colectivos de la clase
trabajadora, como defendería Santiago Abascal si alguna vez llegara a gobernar,
apoyado por una desequilibrada e insensata sociedad de desempleados, ignorantes
y muertos de hambre.
Recordar las infames
declaraciones realizadas desde Buenos Aires, durante la investidura de Milei,
cuando dijo que a Pedro Sánchez habría que colgarlo de los pies o el
llamamiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a la rebelión por
la propuesta de aplicación de la Ley de Amnistía, algo tipificado como delito
en el Código Penal.
No obstante, también hay que
decir que no en todo el estado es bien recibido, incluido territorios
gobernados por la propia derecha, como es el caso de la Ciudad Autónoma de
Ceuta, donde en 2021 fue declarado
persona non grata.
Sus actitudes discriminatorias y
racistas, propias del nazismo, le llevan a pedir la expulsión de todos los
inmigrantes, especialmente islámicos y africanos, con la excepción de
millonarios y jeques árabes.
Hay que decir, que según
estimaciones oficiales, en junio de 2025, la población inmigrante en España
superaba los 9´3 millones de personas, lo que supone que uno de cada cinco
habitantes son extranjeros y en gran medida una de las fuentes de trabajo en la
agricultura, la construcción, la hostelería o los servicios sociales, cuya
expulsión indudablemente supondría un gravísimo problema a la economía del
país.
Volviendo a la justificación de
la presencia del humanitario buque, decir que para Óscar Camps, fundador de la
conocida ONG, un empresario socorrista en Badalona, aquel día de septiembre de
2015, cambiaría su vida para siempre ante la imagen del pequeño Alan Kurdi, con
solo tres años, ahogado en la playa Alí Hoca Burnu de Turquía. Camps es una
persona aclamada por su implicación con los derechos humanos, sin distinción de
raza, sexo, nacionalidad o creencia en todo el mundo, mientras es odiado por
estos motivos por otras inhumanas organizaciones de extrema derecha.
La última gran tragedia en la
ruta atlántica fue el naufragio de una patera el pasado jueves 28 de agosto,
que partía de Mauritania, rumbo a Canarias, causando la muerte de 143 personas,
salvándose únicamente l6 de ellas.
Para Fernando Clavijo, presidente
del Gobierno canario, “el Open Arms
representa la solidaridad y el respeto por la vida humana. Si Abascal
naufragara, este barco no dudaría en rescatarle, pero dudo que él acudiera en
su auxilio si lo precisara”.
Es inadmisible e intolerable usar
la inmigración como arma xenófoba, populista y racista por parte de proletarios
que dejaron de serlo o de una pequeña burguesía temerosa de delincuencia
inmigrante y fantasmas, que se dejan engañar por mentiras de la extrema
derecha, puestos al alcance del más ingenuo.
No somos conscientes del gran
riesgo que nos amenaza, si la extrema derecha llegara un día a gobernar este
país, porque el fascismo no perdona y a la Historia me remito, ocultando la
verdad a las generaciones más jóvenes e impunidad con que actúa. Por ello es
imprescindible no creer jamás los bulos que el fascismo genera, porque como
decía Joseph Goebbels, “Una mentira repetida adecuadamente mil veces, se
convierte en una verdad” y es lo que en la actualidad los diferentes medios,
redes y otros recursos noticieros ponen constantemente al alcance de los
ciudadanos, sin comprobar la autenticidad de la información.
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