Remedios Copa
Colectivo Prometeo
Son tantos los frentes abiertos, a cual más amenazante, que el peligro aturde y confunde haciendo difícil discernir entre la verdad y los bulos, la manipulación o lo que su trastienda esconde. En estas situaciones corremos el riesgo de que el miedo utilizado como herramienta de control social para mover a la opinión pública y el comportamiento ciudadano en determinado sentido nos arrastre a situaciones como las descritas por el historiador Lucio Martínez Pereda.
Este autor nos recuerda en su artículo “La reedición del miedo” como después de la dictadura franquista se utilizó el miedo a una repetición de la Guerra Civil para recortar las posibilidades de la democracia y construir el bipartidismo y nos advierte de toda la constelación de aparatos propagandísticos destinados a desmantelar a la izquierda real en nuestro país que pronto veremos en marcha, destinados a conseguir lo que llama el nuevo Consenso del Miedo. Pero, opinión con la que coincido, para que el PSOE pueda resistir el embate y asalto al Poder de la ultraderecha es imprescindible que lleve a cabo políticas de izquierdas y no condicionamientos basados en el miedo.
Si pasamos al panorama internacional, estos días pasados tuvo protagonismo la ONU por diferentes motivos, de todos conocidos porque fueron bastante comentados y difundidos. Está claro que sus decisiones están siendo desacatadas igual que se desoye e incumple el derecho internacional y se vulneran los Derechos Humanos. Los transgresores son siempre los mismos: EE UU e Israel a la cabeza del ranking.
Está claro que la ONU no es una Institución democrática ni lo podrá ser mientras existan países con derecho de veto a sus Acuerdos y Resoluciones aunque sean tomados por una abrumadora mayoría, tal como está siendo el caso del genocidio que Israel está llevando a cabo en el territorio palestino ocupado, dónde el exterminio de la población gazatí sigue adelante y Netanyahu insiste en continuarlo hasta que no quede nadie con vida.
Lo que está ocurriendo con la Flotilla Global Sumud es una vergüenza para el mundo, la cobardía con la que los Gobiernos de los demás países se pliegan a lo que Israel decide y los EE UU apoyan no tiene defensa posible. Una vez más son las personas civiles las que están dispuestas a jugarse la vida para parar la matanza y son los barcos de la Armada de España y los de Italia, que les acompañaban para protegerles, los que ahora les abandonan en aguas internacionales cuya jurisdicción Israel se auto-adjudica como propias. Esto también vulnera las leyes del mar.
En estos días Israel instaura una infamia que de forma unilateral lamina el Derecho Internacional y la soberanía en el Mar Mediterráneo. Detrás vendrán otras violaciones llevadas a cabo por el país al que el Presidente de los EE UU definió en su día como “nuestro buque insignia en la zona”. Con Israel por un lado y la OTAN por el otro, el hegemón es capaz de llevar la muerte y arrasar con las guerras que haga falta cualquier obstáculo antes que perder su poder.
Es en este contexto dónde las palabras de Gustavo Petro en la ONU cobran sentido y razón, (al que EE UU revocó su visado y decretó su inmediata expulsión del país), la creación de una fuerza de salvación compuesta por una representación multinacional para impedir genocidios y tropelías como estas.
Tampoco quiero pasar por alto las palabras de la Presidenta de Eslovenia, Natasa Pirc Musar, en la Asamble General de la ONU: “Si nosotros, los líderes de este planeta no podemos ofrecer más que terror, conflictos, contaminación, miedo, desigualdades y guerras a millones de personas, entonces hay que enfrentar la verdad. Somos cómplices de crímenes contra nuestra civilización y de nuestro planeta. Ninguno de nosotros puede alegar ignorancia de lo que está pasando. Si creemos en la dignidad humana para todos, debemos ofrecer más. Un mundo que tenga vida, no que nos amenace…Demostremos que rechazamos la arrogancia, el odio y la ceguera deliberada ante la falta de justicia, ante la guerra de agresión... No hay excusa, ya no hay excusa, ninguna excusa”.
Para terminar, y volviendo al tema de los miedos, los miedos inducidos no tienen un único fin y tienen poco que ver con que nos invadan los rusos o salvarnos de la derecha. Exis.ten situaciones de peligros reales ante las que debemos tener respeto y exigen tomar medidas contundentes e inmediatas para evitarlos, o al menos para evitar males mayores, pero los miedos inducidos responden a sus propios intereses y actúan como cortinas de humo para desviar nuestra atención de los peligros reales inminentes, de mayor envergadura que aquello en lo que tratan de focalizar nuestra atención y que suelen responder a intereses políticos de partido, estratégicos y/o de tipo económico.
Quizás debiera preocuparnos más un desastre nuclear provocado por las guerras, o el agravamiento de la crisis climática y despilfarro de recursos por la misma razón, o la invasión por parte de Israel que la tan manida invasión por Rusia o Irán.
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