viernes, 1 de agosto de 2025

Memoria y desmemoria histórica: Qué ocurrió en Baena en Julio de 1936

Campesinos de Fernán-Núñez detenidos por los golpistas 


Antonio Bujalance Cantero 
Colectivo Prometeo 
 
Recientemente tuvo cierta repercusión en las rr.ss de la localidad y en el digital Baena Hoy, la noticia del acto con motivo del aniversario de la entrada en Baena de las tropas franquistas el 28 de julio de 1936, hace ahora 89 años, y la represión que desencadenaron las fuerzas adheridas al golpe de estado.
Me llamaron la atención varias cosas:

La primera, todos aquellos que han opinado en estos días la conveniencia de no remover el pasado. Como si la historia se pudiera escribir al gusto de cada cual, y así el reinado de Alfonso XII entra y la República y la guerra civil no.
Seguramente, pensarán ellos, que, en Alemania, Hitler y el Tercer Reich ni se mencionan tampoco. 
Como ya señaló el historiador Arcángel Bédmar, precisamente en su trabajo sobre Baena, la llamada al olvido que se realizó durante la Transición implicaría que la versión falseada de la historia que nos impuso el franquismo permanezca impune, tal y como el franquismo quiso que quedara, como si una sociedad democrática no tuviera el derecho legítimo de enfrentarse con libertad a su pasado.
 No se trata ya evidentemente de juzgar a los verdugos franquistas –cosa además improbable por cuestiones estrictamente genéticas- sino de evitar, por medio de instrumentos legales, que se haga apología de esa dictadura sanguinaria y del general que la presidió. El respeto a la actual Constitución es incompatible con la apología de la dictadura franquista.

En segundo lugar, la pretendida equiparación de la represión franquista con lo ocurrido en la iglesia de San Francisco.
 No se puede comparar una represión fríamente ordenada por militares y tropa regular sobre población civil con un acto de desesperación y caos ante las noticias de lo que estaba sucediendo en el Paseo.
 Pero además este argumento se cae por otro motivo: En pueblos y ciudades donde no hubo ningún tipo de resistencia y fueron tomados sin dar un solo tiro, como Córdoba, la represión se hizo igual o más intensa: Alrededor de 4.000 personas yacen todavía en las fosas comunes de los cementerios de Córdoba, algunas de ellas también baenenses.