jueves, 13 de junio de 2024

Nuevo fracaso del Proyecto "Sumar" de Yolanda Díaz

 



Pepe Aguza

Colectivo Prometeo


No era preciso ser un visionario para prever lo ocurrido con el proyecto SUMAR de la señora Yolanda Díaz, en las Elecciones Europeas del 2024, igual que ya ocurriera en el pasado en su tierra, Galicia, o en el País Vasco o Cataluña, en los últimos procesos electorales autonómicos.


Como bien reconoce este lunes nuestro Coordinador General de Izquierda Unida, Antonio Maillo, el resultado para la formación ha sido decepcionante, a pesar del enorme esfuerzo y trabajo desarrollado por nuestro representante Manu Pineda y toda la organización, que ha supuesto que por primera vez Izquierda Unida desaparezca en el Parlamento de Bruselas, en el que siempre estuvo presente desde su nacimiento con al menos dos escaños.


Muchos, aunque no compartiéramos sus métodos, disciplinadamente aceptábamos la plataforma SUMAR, que integraba a Izquierda Unida y otras fuerzas de izquierdas, y considerábamos un grave error volver a crear un nuevo espacio, plagiado de otro que ya estaba constituido desde el año 1986 e inscrito en el Registro de Partidos Políticos desde noviembre de 1992, como federación de partidos en la que se integraban fuerzas como el Partido Comunista de España, Izquierda Republicana, Unión de Juventudes Comunistas, Partido Socialista Unificado de Cataluña, Federación Progresista, Partido de Acción Socialista o Candidatura Unitaria de Trabajadores, federación que lograría sus mejores resultados electorales en 1996, en tiempos de Julio Anguita

 


Para la ciudadanía y el electorado en general, en los últimos procesos, tanto cambio de siglas no llega a entenderse e incluso se confunden llegado el momento de elegir su papeleta al ejercer su derecho en las Elecciones.

En las últimas elecciones autonómicas o municipales hemos podido asistir a la desmembración de la izquierda en un batiburrillo de organizaciones Adelante Andalucía, Izquierda Unida por Andalucía, Coalición Andaluces Levantaos, Partido Comunista del Pueblo Andaluz, Con Andalucía, Granada Unida, Hacemos Córdoba, Por Huelva, Juntos Podemos, Nación Andaluza, Unidas por Extremadura, Izquierdas por la Independencia, Sumar, Podemos y así un amplísimo ejemplo en todo el territorio del estado, fomentando el desconcierto, confusión y desánimo de los electores. 


La desmesurada ambición de protagonismo de Yolanda Díaz, su coordinadora, está consiguiendo destruir IU o hacer desaparecer su representación de diversos foros, como ha sido el más reciente en Bruselas, donde estaba presente desde el año 1987. Una organización mayoritaria en la formación de SUMAR, que sin embargo su representante, Manu Pineda, miembro del Partido Comunista y de Izquierda Unida, fue desplazado tras una tensa negociación al cuarto puesto por imposición de la comisión de candidaturas de la señora Díaz.


De poco vale decir ahora que se asumen responsabilidades, tras el varapalo electoral y reconocer la incapacidad para escuchar y respetar la voluntad de las organizaciones y sus militantes y hacer el trabajo que le pedían los ciudadanos, si han llevado a tan estrepitoso fracaso y al desplome de la histórica formación.

La dimisión este lunes, de Yolanda Díaz, coordinadora de SUMAR, no es suficiente y desde Izquierda Unida debemos plantearnos la continuidad dentro de dicha organización.

El futuro pasa por revertir la situación, retornando nuevamente a nuestros orígenes como Izquierda Unida y las fuerzas progresistas que la compusieran de forma democrática y equilibrada, permitiendo avanzar en la defensa de los derechos sociales, laborales, culturales, sanitarios y educativos.

Es fundamental reconstruir el movimiento político, social y cultural que fue en el pasado Izquierda Unida como fuerza independiente en un estado social, democrático, federal, republicano, pacifista, solidario y laico, en el que su soberanía resida en los afiliados y simpatizantes, para garantizar la igualdad de derechos entre los ciudadanos, restaurando su denominación original de Izquierda Unida.


El alarmante fortalecimiento de la ideología de ultraderecha entre los jóvenes, nos hace pensar que no se ofrecen alternativas progresistas a sus necesidades sociales, lúdicas o familiares con unas ofertas laborales, con jornadas y salarios justos, con permisos retribuidos que favorezcan la estabilidad familiar o el derecho a una vivienda que fomenten su emancipación, el estudio o la investigación, etc.

El progreso de la sociedad pasa por un futuro de paz, de reducción del gasto militar y el aumento de la inversión en servicios sociales, laborales, sanitarios y educativos públicos.

Ante la gravedad del avance incontrolado de la extrema derecha, no solo en nuestro país si no en toda Europa, es hora de que la sociedad en general y la militancia de Izquierda Unida tome conciencia del futuro que se avecina y tras la reflexión y debates necesarios se establezcan las bases de una organización más fuerte, participativa y combativa, para el logro de una sociedad más justa, pacífica y solidaria en la que abordar los innumerables retos de los ciudadanos.


Es el momento de una reflexión seria, ignorando disgregación, protagonismos y luchar por la mayor unidad posible de la izquierda, retomando el pensamiento del desaparecido líder Julio Anguita.


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1 comentario:

Colectivo Prometeo Córdoba dijo...

Juan García Ballesteros dijo:

"Amigo Pepe. Tu artículo me parece interesante y oportuno, pero me ha dejado una sensación agridulce. Ahora le ha tocado marginal a IU, pero antes la señora Díaz intentó acabar con Podemos. Por suerte, pienso que no lo ha conseguido. Cuando Sumar se negó a poner en las listas a Irene Montero y Echenique, IU calló. Cuando marginó a la coalición morada de la mesa y portavocía del Congreso, IU calló. Cuando Podemos planteó presentar proposiciones de ley, Sumar lo prohibió. Mientras a IU no le afectaba, silencio. Este intento de hacer desaparecer a Podemos lo obligó a tomar su propio camino. Ahora le ha tocado a IU y se siente, lógicamente, dolida por no tener representante en el Parlamento Europeo, pero no hizo nada cuando no era ella la afectada.”