
Las Cinco Villas no debe olvidar el accidente del 13 de Marzo del 2000.
El 13 de marzo debería ser un día
importante en el almanaque de acontecimientos a rememorar en Las Cinco
Villas y sobretodo en Ejea de los Caballeros. Una fecha señalada que
debe hacernos reflexionar hoy más que nunca y que todos deberíamos tener
siempre presente: Las personas que estábamos aquí ese día y lo vivimos
con miedo y estupefacción; lxs hoy adolescentes que ni habían nacido
entonces e ignoran lo que ocurrió y, en general, cualquier persona que
cuando oiga hablar de Ejea debería poderla relacionar con la
singularidad que la hace más frágil e impotente.
Éste día nos remite a un suceso terrible,
a un terror que sigue latente, pues en cualquier momento puede volver a
aparecerse como un espectro. Un siniestro fantasma destructor, que es
al fin y al cabo lo que nos acecha invisible aunque bien muestre su
presencia en estos cielos y se ejercite sin descanso para después
hacerse tan visible como devastador en los conflictos bélicos donde
participa Occidente.
Recordemos que tuvimos mucha suerte
cuando el 13 de marzo del año 2000 la colisión en pleno vuelo de dos
F-18 del Ejército del Aire hizo caer restos de fuselaje de diferentes
tamaños, no sólo dentro de nuestro término municipal sino a escasos
metros de nuestro Centro de Formación y empleo, acabando con la vida de
un capitán del ejército del aire por no poder abrir su paracaídas a
tiempo. Fue por un margen de error muy pequeño o tal vez porque nos
protegió la Providencia que ese día no acabó produciéndose una
catástrofe de consecuencias inimaginables.