Pepe Aguza.
Colectivo Prometeo.
Han pasado más de cuatro décadas desde el inicio de la democracia en España y las secuelas de la dictadura franquista siguen tan firmes como a finales de los setenta en las filas de la derecha del PP y de la extrema derecha de VOX de este país. La conciencia democrática y el respeto, no están presentes en estas formaciones políticas ni en una gran parte de la ciudadanía española. El ejemplo más palpable de estas afirmaciones hemos podido verlas en la imágenes de jóvenes encapuchados, de personajes políticos como Esperanza Aguirre, de pancartas y banderas ilegales preconstitucionales o las consignas, además de los disturbios con más policía heridos que manifestantes en las concentraciones frente a la sede del PSOE en Madrid.
¿Por qué las fuerzas del orden no actúan ahora con la misma contundencia que actuaban en la época de la "kale borroca" en Euskadi o las manifestaciones de Cataluña?
El nivel de insultos,
provocaciones y descalificaciones de todo tipo de presidentes, parlamentarios,
alcaldes o miembros de los grupos de derechas de los últimos tiempos es
alarmante, con amenazas claramente delictivas en muchos casos, igual que
podrían considerarse los mensajes de whatsapp en los chat de ex-militares
retirados, desde generales, coroneles o capitanes como José Molina Zataraín,
José Adán Carmona, Luís Manso Molina, Andrés González Espinar o un elevado
número de miembros de una promoción de la Academia General Militar, que hace
tres años defendían que había que “fusilar
a 26 millones de rojos hijos de puta, homosexuales, feministas, catalanes y
separatistas, niños incluidos…” sin que dichas declaraciones tuvieran
consecuencias jurídicas o penales.
Recientemente, Santiago Abascal, lider de VOX, declaraba en Buenos Aires, donde acudió a la toma de posesión de su “colega ideológico” Javier Milei, que a Pedro Sánchez “el pueblo algún día querrá colgarlo por los pies”, lo que podría considerarse un claro delito de odio, propio de tiempos de la dictadura. Unas manifestaciones propias de aquellos cuarenta años de franquismo, de represión, sangre y muerte que ellos ocultan, mientras se regodean haciendo alusión constantemente al terrorismo de ETA, al independentismo, comunistas o filoetarras como denominan a todos los que no militan en sus filas.