Juan Balsera
Colectivo Prometeo
Colectivo Prometeo
Cuando los medios de comunicación
informan sobre las declaraciones del Rey Felipe VI, en las que dice que “nada
ni nadie puede estar por encima de la ley”, en principio, resulta ser una frase
bien acogida por la ciudadanía, pero el Rey debe de ser cuidadoso al
utilizarla, porque si el comportamiento del Jefe de Estado no se corresponde
con la praxis del gobierno, el mensaje no solo se queda inutilizado sino que se
vuelve en contra de lo predicado.
Sabemos que el gran problema de la
vida pública española es la falta de sintonía entre lo que se predica y lo que
se practica, esto que a muchos le puede parecer hasta normal, tiene sus
consecuencias en nuestras vidas cotidianas y terminan por producir impotencia y retroceso social, pero sobre todo nos
devuelve a la realidad que se ha querido
ocultar con grandes palabras pero vacías de contenido.
En nuestra sociedad existen una serie de problemas que sufrimos de manera
cotidiana y se afrontan con escaso
entusiasmo desde el gobierno, como es el caso de la violencia de género. Como
sabemos esta violencia, hunde sus raices en una relación desigual en la que
domina la fuerza bruta y la ideologia
del varón sobre la de la mujer, que adopta un papel de
sumisión. Se ha logrado un Pacto de Estado sobre este tema, pero no hay
suficiente dotación económica, ni voluntad política para llevarlo a cabo.