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martes, 7 de abril de 2020

Julio Anguita: Romper el maya



Fuente:El Economista
Julio Anguita
Colectivo Prometeo

   Para el hinduismo, el ser humano está envuelto y atrapado en un mundo ilusorio y fantástico en el que la realidad queda oculta y velada por un estado de ánimo y de falta de consciencia denominado "maya". Los griegos distinguían entre la episteme y la doxa. El primer vocablo hace referencia al saber científico y sólido que es buscado intencionadamente; el segundo significa opinión, es decir el saber que tenemos sin haberlo buscado y es transmitido por la tradición, las relaciones sociales, los credos religiosos, las ideologías políticas y -muy especialmente en esta época- los medios de comunicación de masas y el uso masivo y frecuente de la red. El problema de nuestros tiempos radica en que la doxa suplanta y sustituye a la episteme y el maya deviene en verdad oficial, verdad estadística, verdad económica, verdad cultural, verdad política, verdad científica y verdad jurídica. Toda una contrarrevolución copernicana; el mundo al revés.
    El coronavirus ha rasgado el velo del maya y ha permitido atisbar los pies de barro del ídolo neoliberal y la realidad que su discurso y sus valores mistificaba. La UE, presentada como garantía de cohesión económica y social ofrecida en la década de los años noventa del pasado siglo, aparece ahora como lo que ha sido siempre: una moneda única y poco más. Que cada cual luche contra el virus como pueda; todo lo más se le permite endeudarse sin el aval solidario del conjunto. Las víctimas del paro, la precariedad, los recortes y las privatizaciones en aras de las macrocifras y de los intereses oligárquicos, aparecen ahora como la base fundamental e insustituible de la sociedad: trabajadores y funcionarios de los servicios públicos, de la agricultura, la ganadería, la alimentación, del reparto de mercancías vitales, de la información a pie de calle, del transporte, de la construcción, de la investigación, de la cultura y -en fin- de todo aquello útil, indispensable y valioso que permite la existencia de una sociedad. Desde esta base y solo para ella, tanto el derecho como la Política, tienen su razón de ser y ejercer. Esta es la única Patria por la que luchar y la única evidente cuando se rompe el maya de la alienación, la aculturación y la enajenación consumista, castiza y cutre.