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Fuente:APDH Marruecos |
Juan Rivera
Colectivo Prometeo
Llama la atención como las imágenes del Horror en la frontera de Melilla - difundidas gracias al riesgo asumido por la sección de Nador de la Asociación de Derechos Humanos Marroquí- que por su crudeza deberían haber despertado conciencias, removido estómagos, provocado indignación colectiva...salvo honrosas excepciones han sido relegadas a un segundo plano donde lo anecdótico se ha impuesto a cualquier intento de denuncia.
Por la forma de tratar la masacre estamos ante un clara muestra de silencio informativo consciente (poner sordina, contar lo mínimo imprescindible y siempre de forma acrítica, como si el desenlace final no tuviera otras alternativas, hasta equipararlo con una catástrofe natural e irremediable y no una decisión política de consecuencias trágicas)y ya se sabe que hay silencios que matan.
Si además comparamos la forma de enfocar la noticia en los medios de difusión y la equiparamos a como estos mismos medios han presentado otra tragedia reciente, la guerra en Ucrania, los ríos de tinta , horas de emisión o tertulias dedicadas al conflicto y a el apoyo unánime a la apertura de fronteras para recibir refugiados, podemos constatar que nada es gratuito.
Una y otra vez se empecinan en pensar por nosotros y en señalar a nuestro pensamiento lo que debe ser el camino correcto.
La insensibilidad ante los muertos de piel negra, el mirar a otro lado y lavarse las manos esconde una buena dosis latente de racismo y desprecio al pobre.
Llueve sobre mojado y por desgracia en terreno abonado para que el odio "al diferente" dé frutos y sea rentable electoralmente.