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martes, 7 de septiembre de 2021

Después de Kabul: ¿Seguir muriendo por los EEUU? (II)

 


 Fuente: Nortes

Manolo Monereo

La realidad es tozuda y tiene tendencia a vengarse. Hay más similitudes entre Trump y Biden de lo que se reconoce comúnmente. Recientemente Roubini ha señalado las muchas coincidencias en las políticas económicas y en el manejo de las finanzas públicas. El guion del abandono de Afganistán es de Trump –como dije en la primera parte del artículo- más allá de su desastrosa y caótica ejecución. El objetivo central de los dos presidentes norteamericanos es el mismo: frenar, bloquear el ascenso de China, impedir, cueste lo que cueste, que en el hemisferio oriental surja una potencia que rivalice con los EEUU. Hay que entenderlo bien, para los EEUU se trata de una amenaza existencial, de un desafío que cuestiona su control imperial de un mundo que ha forjado a su imagen y semejanza. Nunca cederán y emplearán todas las armas disponibles; cuando digo todas, es todas: legales, paralegales y demás operaciones encubiertas, guerras híbridas y desarrollo de estrategias en “zona gris”, uso a fondo del territorio ciberespacial y empleo sistemático de la inteligencia artificial aplicada a una industria militar que vive en una revolución permanente. Este es el dato central de un sistema-mundo en transformación.

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Después de Kabul: ¿Seguir muriendo por los EEUU? (I)

 



 Fuente:Nortes

Manolo Monereo

 Las derrotas son propicias para la autocrítica y, a veces, hasta para decir la verdad. Porque se trata de eso, de una derrota de EEUU y de la OTAN de grandes proporciones. Hablar de Occidente me parece excesivo. Es el juego dominante de un gobierno norteamericano que quiere representar al conjunto de ese mundo complejo y plural que hemos venido llamando Occidente. Hay dos discursos que se solapan. El primero, masivo, viene a decir que el gobierno afgano derrotado era una democracia razonable, imperfecta pero que defendía los derechos humanos y, especialmente, el de las mujeres. Esto se repite una y mil veces en lo que es una lucha por el relato que pretende ocultar la naturaleza de la derrota y criminalizar aún más a los vencedores. El segundo se abre paso entre la desmoralización, la rabia contenida y la inmensa humillación que sienten los que han defendido, una y otra vez, las intervenciones militares de EEUU y que ha hecho del llamado vínculo atlántico -es decir, de la OTAN- el eje de la política de la Unión Europea y de España

 Ha sorprendido mucho las declaraciones del secretario general de la OTAN, Jens Stoltennberg, en las que ha afirmado, sin inmutarse, que “la misión era proteger a EEUU, no a Afganistán”. No es nada nuevo. El 16 de agosto de este año Biden afirmó que “nuestra misión en Afganistán nunca tuvo como objetivo construir una nación. Nunca apuntó a crear una democracia unificada y centralizada”. Obviamente se trata de una justificación a posteriori y una .mentira consciente que quiere minorar daños. EEUU ha estado 20 años combatiendo en Afganistán, ha gastado en torno a 2’4 billones de dólares, han muerto 2.448 militares y 4.000 contratistas con más de 20 mil heridos. Ni que decir tiene que los costes humanos para el pueblo afgano han sido inmensos; como siempre, mal contados y rondando cifras, siempre opinables, de más de 240 mil muertos y heridos. En Afganistán ha fracasado un experimento militar y político minuciosamente diseñado y ferreamente ejecutado.

lunes, 30 de agosto de 2021

Afganistán,una gran operación de propaganda

 El trofeo.Goval



Paco Berral

Permítanme algunas reflexiones un tanto deslavazadas al hilo de lo que ocurre con Afganistán y la salida en derrota de un ejército invasor, del que España ha sido aliado:

- Se nos presenta la defensa de los derechos humanos como la guía de acción seguida en toda la operación. Pero la actuación de nuestro aliado, EEUU, al que tan servilmente hemos seguido en su estrategia imperial, ha plagado el país de muertos inocentes, incluidos los producidos por bombardeos indiscriminados sobre población civil1. A nuestro ejército, pues, se le mandó a ser cómplice de graves vulneraciones de derechos humanos. Pero se nos inculca machaconamente que el gran peligro para Afganistán son los talibanes, probablemente para que no se hable de aquéllo.

- La invasión de Afganistán, so pretexto de acabar con el terrorismo internacional - cuando resulta que EEUU es el país que más terrorismo internacional ha promovido y ejercido nunca en el mundo2 -, fue un mero acto de propaganda para enmascarar una acción de reparto geoestratégico de influencias a nivel internacional, frente a Rusia, Irán o China.

sábado, 26 de agosto de 2017

Dolor y desmemoria

El padre de un niño, Xavi, fallecido en el atentado de Barcelona, se abraza con el imán de Rubí

Julio Anguita
Colectivo Prometeo
Frente Cívico "Somos Mayoría"

Fuente: El Economista.

Otra vez la muerte y el dolor de la mano del terrorismo. Hoy en Barcelona, ayer en Madrid, Londres, Bruselas o París. Siempre en Iraq, Siria, Afganistán, Turquía o Palestina. Otra vez el bálsamo de la solidaridad cívica de una población paciente y firme que, rechazando el crimen, corta desde el inicio la actitud de fascistas pescadores en río revuelto. Y también otra vez la pompa y circunstancia de discursos políticos hueros y reiterativos que culminan en misas solemnes y oficiales impropias de un país que confiesa no tener religión oficial. Y como acompañamiento ya establecido por la costumbre, editoriales que destilan baba, oportunismo y un engolfado regodeo en la simplista, unilateral y clerical visión de la Historia de España de Menéndez y Pelayo.

¿Por qué tanto horror? ¿Dónde están los orígenes de esta barbarie? ¿Qué hechos están en la base del fanatismo fundamentalista creándolo y propiciándolo? Para responder a esto se impone un ejercicio de reflexión apoyado en la experiencia, los documentos y la Historia.

El Estado Islámico (ISIS) que se atribuye los atentados de Barcelona ha sido desarrollado, armado y apoyado económicamente por la CIA, el MOSSAD israelita, el M-16 británico, la OTAN, Arabia Saudita y Qatar con el objetivo de derrumbar al Gobierno de Siria presidido por Bashar al-Asad.

El ISIS, antes de esos apoyos, había sido una facción de la organización terrorista Al-Qaeda, que comandada por Bin Laden recibió el apoyo económico, armamentístico y logístico de USA cuando esta organización luchaba en Afganistán contra los soviéticos. En semejante coyuntura igual trato, apoyo y ayuda recibieron los miembros del movimiento talibán que instauró un régimen fundamentalista en el propio Afganistán.

Iraq y Libia nos traen el recuerdo de guerras de agresión que están en el origen de lo que hoy lamentamos. Y como antecedente más remoto recordemos el apoyo de USA y China a los jemeres rojos cuando estos y su régimen de terror fueron derrotados por Vietnam.


La desmemoria, cultivada por gobiernos y determinados medios de comunicación, es la leña que se le echa al fuego del racismo, el fascismo y otras miserables lacras de una civilización, la occidental, que olvidando su alumbramiento de los Derechos Humanos se ha envilecido en la única lógica de los mercados y el esquilme de recursos ajenos.