Antonio Pintor Älvarez
Colectivo Prometeo
Dice
el obispo de Córdoba, según titular de prensa, que “las cofradías son
un dique contra el laicismo”. Y posiblemente tenga razón.
Sin embargo el problema de estas declaraciones no es lo que se dice sino lo que se insinúa para que se “sobreentienda”. De manera que cuando habla de “…dique contra el laicismo” está lanzando el metamensaje de que el laicismo es algo “malo” a lo que es necesario poner freno y para ello cuenta con las cofradías, dechado de virtudes y bondades de su modelo de sociedad, dispuestas para frenar esa peligrosa y malvada deriva social.
Es lamentable que una persona de tal relevancia
social, cuyas opiniones son seguidas y aceptadas de buena fe por muchos
ciudadanos, haga comentarios de este tipo que, aparte de faltar a la
verdad, producen malestar, recelo y pueden generar odio contra quienes
defienden la laicidad. Pues sus seguidores como fieles corderos, según
su propio lenguaje, siguen a su pastor sin rechistar.
Desconocemos las fuentes en las que se basa para
llegar a esas conclusiones tan equivocadas sobre la laicidad y el
laicismo, por ello resulta necesario exponer, aunque sea brevemente,
ideas que sirvan de información y clarifique los conceptos sobre estos
términos a las personas que haya podido confundir con sus declaraciones.
Porque, ¿de qué estamos hablando cuando nos referimos al laicismo?
El laicismo se refiere al movimiento histórico que reivindica la laicidad.
¿Y qué es la laicidad?