Socialismo
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El “sacrificio”
de Artur Mas asegura a CDC la hegemonía del “Procés”, evita su
derrota en las elecciones anticipadas, y regala al nacionalismo
neoliberal español la coartada para un gobierno de estabilidad.
A lo largo de los
últimos meses España ha vivido un ciclo electoral que ha paralizado
los movimientos sociales, al redireccionar las esperanzas de una gran
mayoría de ciudadanos hacia una salida institucional del proceso de
saqueo y empobrecimiento al que estamos sometidos.
En este tiempo,
algunas de las medidas previstas por las élites se han paralizado
momentáneamente, a la espera de que fuerzas políticas sumisas a los
poderes que expresa la Troika, alcanzasen una legitimación electoral
que hiciera viables nuevos recortes de derechos. Una parte de estas
fuerzas llevan tiempo compartiendo un proceso de contrarreforma de
los derechos sociales. Así hemos visto como PP-PSOE, pero también
Convergencia, UPYD o Ciudadanos compartían el TTIP, intervenciones
militares en el exterior aceptando la nueva agenda de gastos
militares de la OTAN, la obediencia a seguir pagando una Deuda
externa odiosa e ilegítima, la sumisión a una moneda que la
ciudadanía no puede controlar gestionada por y en beneficio de los
grandes financieros.
Sin embargo, estas
fuerzas sometidas a la lógica del sistema mantienen una teatralizada
polémica sobre la forma de organizar nuestro estado plurinacional.
Polémica que les está permitiendo ocultar que comparten una misma
política económica hostil a los intereses de la mayoría.