Estatua de Federico García Lorca en la Plaza de Santa Ana, en Granada, el pasado 18 de mayo, durante una manifestación de la ultraderecha
En la noche del pasado sábado 23 de mayo, los neofascistas que han entendido que tienen la impunidad para ir de matones contra el resto de personas que tienen la honradez y dignidad de no pensar como ellos, un joven músico, Javier Cuesta, tuvo que sufrir el allanamiento de su vivienda (la de sus padres, con quien convive) y una buena paliza por el mero hecho de haber colgado de su balcón una bandera republicana en homenaje a nuestro querido compañero Julio por su reciente fallecimiento. Este es el comunicado que Javier ha hecho público, y que Daniel Bernabé difundió en sus redes sociales (https://twitter.com/diasasaigonados/status/1265032984211701760?s=20):
Desde el Colectivo Prometeo queremos trasladar a Javier nuestro más absoluto apoyo, cariño y cercanía, no ya sólo por su reconocimiento a Julio, sino también por haber sido víctima de estas alimañas que sacan a relucir su concepto de la libertad: no dejar tranquilo a nadie que piense diferente a ellos. En la misma Granada, la estatua de Federico García Lorca instalada en la Avda. de la Constitución amaneció tatuada con la esvástica en su frente, o unos días antes, a otra situada en la Plaza de Santa Ana, le colocaron la bandera de la España monárquica en sus manos. ¿Imagináis lo que hubieran dicho y hubiese pasado si a una estatua de una víctima como Miguel Ángel Blanco la hubiesen adornado con la bandera de sus verdugos?