Jorge Alcázar
Colectivo Prometeo
Han transcurrido
apenas 24 horas desde que el gobierno endureciera las medidas de
confinamiento y la paralización de amplios sectores de la economía
nacional. Ha transcurrido algo más de un día, y las críticas por
parte de la derecha española y sus medios, por un lado, y de la
patronal, por otro, han empezado a desarrollarse de forma fulgurante.
Estas dos caras de una misma moneda están sacando toda su artillería
para atacar las medidas adoptadas por el gobierno de la nación, y no
les va a doler en prendas a la hora se socavar la credibilidad del
mismo, como así estamos empezando a ver ya desde determinados
sectores1,
a fin de preservar el status quo que ostentan.
No es objetivo de
estas líneas justificar tales medidas. Tampoco lo es aplaudir o
censurar la posición del gobierno y sus actuaciones durante esta
crisis sin precedentes. Ante lo desconocido y sobre lo que se es un
ignorante, es mejor desarrollar prudencia y escuchar, para luego, con
argumentos de peso y experiencia, valorar. El objetivo de este
artículo es el de corregir, o más bien desnudar, las mentiras que
desde el poder económico y sus secuaces políticos y mediáticos se
han vertido acerca de unas cuantas cosas que se han dicho.
Durante el día del
lunes 29 de marzo, el presidente de la patronal, Antonio Garamendi,
recibió audiencia por parte de los grandes medios de comunicación
del país. En una entrevista concedida a TVE exhibió su profundo
malestar por el decreto que el gobierno acababa de aprobar horas
antes, indicando que la paralización de la economía (en sectores no
esenciales para la situación del momento) era un error de magnitudes
incalculables. A la par, se aprestó a decir que la empresa española
es la que genera la riqueza nacional, y que desde el momento cero,
esta estaba al servicio del país, así como de la salud de los
españoles.