Mostrando entradas con la etiqueta Vitamina D. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Vitamina D. Mostrar todas las entradas

martes, 29 de noviembre de 2022

Inmunidad y vitamina D. Utilización en la Covid-19 (VII)


Friedrich: Mujer ante la puesta de sol (1818)

Antonio Pintor
Colectivo Prometeo

El sistema inmunitario tiene dos caras o funciones relevantes. Por un lado, el aspecto positivo, se ocupa de protegernos de visitantes incómodos y peligrosos, como virus y bacterias, y por otro, en ocasiones, se comporta traicioneramente y nos ataca en lugar de defendernos. Esto último es lo que ocurre en las denominadas enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, la diabetes tipo I y la artritis reumatoide.

Otra enfermedad que suele incluirse en este grupo es la psoriasis, que forma una extraña pareja con la vitamina D, pues ambas a pesar de tener una larga trayectoria común, ya que de manera empírica las personas afectadas de psoriasis sabían que mejoraban cuando iban a lugares de playa a tomar el sol, aún son mal comprendidas.

Desde el año 1980 se conoce que la vitamina D3, además de su importante función para regular el calcio y el fósforo, tiene una actividad inmunorreguladora y un papel relevante en la respuesta inmunitaria ante agentes infecciosos mediante la producción de dos proteínas con efectos antimicrobianos, la defensina y la catelicidina, descubiertas en 2004. Dos años después se demostró que la catelicidina tenía capacidad de destruir bacterias diversas, siendo el Mycobacterium tuberculosis una de ellas, lo que explicaba la eficacia de la helioterapia en el tratamiento de esa enfermedad: los pacientes al tomar baños de sol incrementaban su producción de vitamina D y facilitaban en las células inmunitarias la síntesis de antibióticos capaces de destruir las bacterias tuberculosas.

Otra de las funciones de la vitamina D puesta de manifiesto en varios estudios, es la propiedad antiinflamatoria, que resulta relevante a raíz de lo que vamos conociendo de la fisiopatología del coronavirus en su acción sobre los pulmones.




martes, 15 de noviembre de 2022

Vitamina D y Dolor ( VI)

 

Antonio Pintor
Colectivo Prometeo



Entendemos por dolor “una percepción consistente en una experiencia sensitiva y emocional desagradable asociada con una lesión tisular, presente o posible, y modulada por el significado que le otorgamos”.

“Da igual que la espalda se desgarre, la cabeza martillee o se pinche la pantorrilla…El dolor nace siempre en el CEREBRO y es algo más que una mera experiencia somática, pues a la sensación hemos de añadir la emoción y la cognición”.

El dolor aunque no es una experiencia agradable, sin embargo tenemos que reconocer su utilidad en el imperfecto mundo en el que nos desenvolvemos ya que supone una importante e imprescindible ayuda para la supervivencia del organismo.

A pesar de tratarse de uno de los motivos más frecuentes de consulta médica, constituye una de las experiencias sensoriales de las que menos conocimientos se tienen.

El brillante neurólogo V.S. Ramachandran (Director del Centro del Cerebro y la Cognición en la Universidad de California en San Diego), en su libro "Fantasmas en el cerebro" dice: “El dolor es una de las experiencias sensoriales de las que menos se sabe. Es causa de grandes frustraciones para pacientes y médicos, y puede manifestarse en muchas formas diferentes".

En definitiva, el dolor se ha estudiado poco y mal por los profesionales de la salud. Afortunadamente en los últimos años, gracias a la neurociencia, se ha producido una mejora sustancial tanto en interés como en el enfoque para su comprensión.

martes, 1 de noviembre de 2022

Vitamina D y Cáncer (V)

Goval

Antonio Pintor
Colectivo Prometeo

En el año 2000 la Organización Mundial de la Salud junto a otros organismos fijaron el 4 de febrero como Día Mundial contra el Cáncer. Su objetivo, concienciar a nivel mundial sobre una de las enfermedades de mayor morbimortalidad, difundiendo las acciones de prevención y detección temprana para frenar su alarmante aumento.
 Veintidós años después los datos indican que no vamos por buen camino, pues las cifras siguen creciendo y, lo que es peor, se calcula que a nivel mundial el número de casos se triplicará en dos décadas..

A pesar de estos datos, que evidencian el fracaso en el abordaje del problema, seguimos instalados en una “cómoda ceguera” y repitiendo los “mantras” habituales acerca de las causas y medidas preventivas.
 Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), las razones de este aumento de la incidencia están en el envejecimiento de la población y en el estilo de vida (Tabaco, Alcohol, Obesidad y Sedentarismo). La parte positiva es que, a pesar de los datos, las cifras de supervivencia de estos pacientes han mejorado, debido fundamentalmente a los progresos en el tratamiento de algunos cánceres como el de mama y colon.

martes, 13 de septiembre de 2022

III. Vitamina D. Origen y funciones.

Seurat: Bañistas en Asnières


Antonio Pintor
Colectivo Prometeo





La vitamina D ha cobrado un protagonismo mediático al conocerse sus efectos protectores frente al coronavirus y la posibilidad de que la población no disponga de los niveles necesarios para desarrollar esta función. Este riesgo es una realidad pues, antes de las limitaciones para la exposición solar de las medidas preventivas frente a la pandemia, los datos epidemiológicos mostraban una carencia de la misma en, prácticamente, todo el mundo.

Desde hace varias décadas, durante mi actividad como médico esta vitamina ha sido objeto de mi interés, por sus beneficios en varios tipos de cáncer y en el tratamiento del dolor en la fibromialgia.

Este documento es fruto de ese interés, y su finalidad es aportar información que pueda ser de utilidad a profesionales sanitarios y a cualquier persona preocupada por conocer los importantes efectos sobre la salud que la vitamina D proporciona.

Si queremos conocer la vitamina D, tenemos que incluir a otros personajes que están asociados a ella de forma indisoluble, éstos son el sol, el folato y el color de la piel.

lunes, 27 de abril de 2020

Vitamina D y salud.




Antonio Pintor 
Colectivo Prometeo

      En estos días de encierro obligado, como mecanismo de control y protección ante la pandemia de coronavirus, la vitamina D ha cobrado un protagonismo mediático ante el riesgo de no disponer de los niveles necesarios para la salud que esta situación pueda estar produciendo. Este riesgo es una realidad, ya que, los datos epidemiológicos muestran una carencia de la misma en situaciones de normalidad en las que no tenemos impedimentos para exponernos al sol.
     Dado el interés que durante mi actividad profesional como médico le he prestado a esta vitamina, especialmente en los aspectos relacionados con el cáncer, y haber recibido múltiples consultas por parte de amigos y familiares he elaborado este documento con el fin de aportar información que pueda serles útil para conocer sus efectos sobre la salud.
    Antes de que se conociera la vitamina D, de manera empírica, se utilizaba la “helioterapia” o “baños de sol” como tratamiento para dos enfermedades que asolaban a la población: el raquitismo y la tuberculosis.
    En 1822 un médico polaco descubrió la cura para el raquitismo con la luminiscencia del sol, y dos años más tarde comprobó que el aceite de hígado de bacalao producía también excelentes resultados, para angustia y tormento de millones de niños que nos vimos sometidos, en pro de nuestra salud, a la toma del repulsivo brebaje.
     Asimismo, cuando aún no disponíamos de antibióticos, el único remedio que se conocía para tratar la tuberculosis eran “los baños de sol”. Los pacientes tísicos y famélicos eran expuestos a lo que se suponía como unas místicas vitaminas para la piel, mediante el reposo en lugares soleados y, algunos, recuperaban la salud.
     Aunque hoy conocemos, gracias a la ciencia, los mecanismos que explican la eficacia de esta práctica clínica, tuvo que pasar más de un siglo hasta que en 1922 se aisló la vitamina D (VD3) (llamada así por ser la siguiente letra de las vitaminas conocidas en ese momento que eran la A, B y C) cuya actividad era “la protección del crecimiento óseo y la prevención del raquitismo” (retraso en el crecimiento, ablandamiento de los huesos, deformidades óseas, etc.) y, de esta manera, se enlazó el nexo entre el sol, los huesos y el hígado de un pez.