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domingo, 11 de abril de 2021

Democracia orgánica

 


 

 

Juan Rivera

Colectivo Prometeo

La primera frase que me vino a la cabeza para titular estas líneas al ver la “enternecedora” imagen en la que en Vallecas un ultraderechista y un policía se abrazan - mientras parecen prometerse “amor eterno” con un “selfie” de testigo–fue la de “¡Quédate con quien te trate como trata un antidisturbios español a un franquista!”. Sal gorda para digerir la indignación.


Luego rondó, parafraseando a Italo Calvino1democracia demediada”. Al final tras volver a visionar las escenas de cargas y los gestos de los “patriotas de banderita, brillantina y naftalina“ que se movían como pez en el agua entre uniformados que enfundaban la porra aún caliente para llevar al “cayetano amigo” entre algodones, se terminó imponiendo “ democracia orgánica”.

Ya sabes, ese peculiar término acuñado por el Franquismo (*) para definir su sistema político.En él  la palabra “democracia” la anulaba el adjetivo “ orgánica” y tras rechazar voluntad popular, sufragio libre, parlamentarismo, partidos políticos…concentraba lo “atado y bien atado”2 en “alcaldes a dedo, sindicatos verticales, iglesia paniaguada,ejército ahormado, jueces falderos y fuerzas de seguridad adoctrinadas en intolerancia”. Pura esencia patria donde la voluntad política siempre terminaba expresando lo que le salía de los órganos al “jefe supremo:Paca la Culona”3.

 Cuarenta y seis años después de su muerte da la impresión de que intentan llevarnos otra vez a la casilla de salida, con el cansancio, asco y hastío que produce la sensación de lo ya visto.

Las repetidas escenas de confraternización ” gente de orden/ fuerzas de orden” que la pandemia nos está regalando han hecho aflorar del pozo de mis recuerdos imágenes de inquietantes parecidos de fines de los 70, principios de los 80 ( agresión de Fuerza Nueva a la manifestación pro autonomía de 2 de diciembre de 19794 en Córdoba con múltiples heridos, protesta universitaria en Las Tendillas tras el asesinato de Yolanda González5) que pensaba desterradas para siempre.


Esta reflexión se centra en el evidente peligro de involución que España corre si se normaliza con el voto el eje PP+ Vox y no  en la disputa surgida en sectores de la Izquierda sobre la forma más adecuada de  frenar al Fascismo.

Si no hacerle el caldo gordo e ignorarlos como ha ocurrido en Vicálvaro (eso sí, con una pancarta impagable: Abascal no hemos podido venir a recibirte porque estamos trabajando. Y tú, ¿“pa” cuando? “) o demostrar la repulsa a pie de obra como los vecinos de Vallecas hicieron aún a riesgo de servir de altavoz a las propuestas racistas, xenofobas, clasistas, misóginas, homófobas...pero totalmente complacientes con el Capitalismo Salvaje que preñan el discurso de la ultraderecha ( aunque coincida con mi querido Pedro Antúnez que lo que más daño le puede hacer al “ caudillito” neofranquista es repetirle el mantraPonte a trabajar”, posibilidad de la que huye como el gato escaldado del agua fría.Ha logrado llegar a los 44 años sin doblar el espinazo, sin curro reconocido fuera de la política y encima dando lecciones.¡Qué arte “pisha”!).

jueves, 4 de marzo de 2021

El ruido, la furia y la violencia estructural

Fuente:EFE




Agustín Moreno


   Con cierta periodicidad se producen manifestaciones, disturbios y airadas formas de protesta en diferentes ciudades españolas: Barcelona, Madrid, Valencia, Linares o Burgos. Suelen estar protagonizadas por jóvenes y son, lo que podríamos llamar, estallidos de furia. Da igual el detonante, que puede ser la libertad de expresión, el encarcelamiento de líderes catalanes, la violencia policial, las protestas contra la monarquía o la especulación urbanística.

  Para que quede claro: estoy en contra de que ardan contenedores que se han comprado con nuestros impuestos; que se queme un coche que es una pérdida para su dueño; que se tiren piedras a los guardias u otras formas de violencia sobre comercios o mobiliario urbano; o que algún pescador en río revuelto saqueé una tienda. No me parecen bien estas expresiones de vandalismo de una minoría, incluso por mucha razón que crean tener los que las cometen. Creo que es mejor implicarse colectivamente para defender el bien común, los derechos y libertades, y para echar del poder a partidos corruptos y a gobiernos antisociales.
   Hay que condenar toda la violencia. Eso incluye la violencia policial sobre manifestantes y ciudadanos. Esta violencia suele quedar impune, a diferencia de la anterior que tiene consecuencias: golpes, multas, detenciones o procesamientos. Se puede comprobar que es muy difícil que se abran investigaciones sobre los abusos. Hay una impúdica tendencia a tapar y justificar lo injustificable. Hay algunos ejemplos recientes. En una manifestación en Barcelona en protesta por el encarcelamiento de Pablo Hasèl, una mujer ha perdido un ojo por disparos de balas de foam. En Linares, en una protesta ciudadana por la violencia policial contra un padre y su hija adolescente, ha habido un herido por postas. Hay imágenes de cargas en Madrid que son brutales, como la que se produjo sobre los vecinos de Vallecas que pedían más sanidad pública.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Nuestra diestra policía ideológica


Hace sólo unas horas se ha sabido que, por este artículo, le abrieron a la agente de policía Sonia Vivas una investigación interna, apoyada por una recogida de firmas de sus compañeros para expulsarla del cuerpo, porque, según ellos, hizo daño con sus opiniones.

Una prueba más de que aquello de la modernización y democratización de las fuerzas de seguridad se quedó en un lavado de imagen, como denuncia Sonia.

Os aconsejamos la lectura del artículo,  publicado en marzo de este año en diario16.com