jueves, 28 de marzo de 2013

¿Terrorista yo?

Rafael Juan Ruiz
Miembro del Colectivo Prometeo y
del Frente Cívico "Somos Mayoría"









Si algún colectivo ha demostrado en estos dos últimos años que ha sabido estar a la altura de las circunstancias, esos han sido el de Stop Desahucios y la Plataforma de Afectad@s por la Hipoteca, PAH.
Surgidos en un primer momento del movimiento 15M uno, y hace cuatro años la otra, han conseguido, respetando el asamblearismo, tomar decisiones y llevarlas a cabo, coordinarse con el resto de provincias del Estado, y saber aportar en cada momento lo que era necesario, bien documentación, bien luchas jurídicas, bien acciones en la calle. Y todo ello, desde el más absoluto pacifismo por parte de sus componentes, quienes, sin embargo, han tenido que sufrir las agresiones de una policía al servicio de los poderosos.

Recordemos que la Ley Hipotecaria española ha sido recientemente desautorizada por la Justicia europea, obligando al gobierno español a que la cambie inmediatamente. Una Ley Hipotecaria con más de 40 años de existencia y que ni PP ni PSOE se atrevieron jamás a tocar. Como decía Rajoy recientemente, “cambiarla supondría hacer tambalearse el mercado inmobiliario y financiero”. A D. Mariano le importa un rábano lo que ha supuesto no tocar esa ley. Entre otras cosas, cientos de suicidios, cientos de miles de desahucios (personas, niños que se quedan en la calle sin hogar) situaciones de caos familiar y personal. ¡Con lo que importó en su día que subiera el precio de “los chuches” por la subida del IVA del gobierno Zapatero!
Cada vez que un grupo de la PAH o de Stop Desahucios se pone en frente de una sucursal bancaria a gritar y pedir que se le dé una solución de dación en pago de su vivienda a una familia afectada, un mínimo de dos furgonetas de Policía Nacional aparece para ponerse en la puerta del banco a defenderlo. Unos quince policías para unas 50 personas. Si hay más personas reivindicando, más policías. Resulta patético que haya una familia allí pidiendo que el banco se quede con su casa pero que le cancele la hipoteca, y que la policía defienda al que atraca a la familia. Sin embargo, hasta la fecha, después de más de dos años, nunca hubo ni un solo incidente por parte de los manifestantes. Desde aquí animo fervientemente a cualquier ciudadan@ que no haya ido nunca a una concentración de este tipo a que acuda y vea “el pelaje” de l@s que allí acuden. Sin embargo, los incidentes han venido siempre por órdenes policiales de reducción del grupo, para despejar la zona porque le dan mala imagen al banco. Y para cumplir esas órdenes, cualquier salvajada vale, aunque los policías ni siquiera estén identificados. Palos a personas mayores, vejaciones y actitudes de soberbia a cualquiera, detenciones amedrentadoras, etc.
El gobierno tiene un problema gordo. Uno más, pero en este caso es que además la población apoya en su totalidad el movimiento anti-desahucios y contra las hipotecas abusivas. Y ha decidido intentar solucionarlo al más puro estilo americano. Nada mejor que desprestigiar al enemigo. Ya han intentado otras argucias como la infiltración, o meter secretas entre los manifestantes. Pero no le ha dado resultado. Ahora echan mano de la mentira más usada y a la que mayor provecho le ha sacado el PP en su historia: tachar de terrorista al que opina contra él.
Si alguien ha usado el tema del terrorismo de una manera partidaria, hipócrita, falsa, inconsciente pero rentable electoralmente, ese ha sido el PP. Hasta el punto de que ha hecho todo lo posible para que ETA no acabe entregando las armas, porque veía que se le iba un argumento torticero para sacar votos del miedo de la gente. Aunque ha sido el partido que más presos ha acercado a Euskadi, grita contra esa medida cuando otros la defienden. A los partidos vascos que apoyan la autodeterminación de Euskadi les llama terroristas aunque no lo sean, pero Aznar llamó públicamente a ETA el “Movimiento de Liberación del Pueblo Vasco”. Exige a quien quiera presentarse a elecciones que condene el terrorismo, pero ellos aún no han condenado los crímenes del franquismo. Es más, muchos de sus miembros aún consideran a Franco un héroe y salvador de la patria.
La PAH y Stop Desahucios han iniciado una campaña que se llama de scraching. Consiste en ir a los domicilios de los políticos que tienen que aprobar la ILP en favor de la dación en pago para presionarles, de manera pacífica, para su voto sea favorable, para que escuchen al pueblo en vez de a los capitales.
Enseguida estas “pobres almas indefensas” están clamando represión, junto con algunos tertulianos de sus medios de comunicación, porque se sienten intimidados. Es decir, aquell@s que con su inhibición ante la barbarie, aquell@s que, debido a que no cambian las leyes, envían a la policía para quitarle la casa al obrero y dársela al banco, es@s se sienten intimidad@s. Señor@s diputad@s y tertulian@s amig@s de ell@s, ¿cómo dirían ustedes que se sienten l@s desahuciad@s al tumbarle la puerta de su casa la policía? ¿Cómo dirían ustedes que se sienten es@s niñ@s que presencian esas escenas y les hacen abandonar sus hogares? ¿Cómo le llaman ustedes a la situación extrema a la que llega un padre de familia que termina por quitarse la vida por no poder hacer frente al desahucio? Algun@s, a esto, le llamamos también terrorismo. Y, repito, todo ello porque l@s señor@s diputad@s no han cambiado unas leyes abusivas que incluso desde Europa nos señalan. Y, por lo que parece, no tienen intención de cambiar.
El Frente Cívico “Somos Mayoría” apoya totalmente las acciones de las PAH y de Stop Desahucios, y las llevará a cabo junto con l@s afectad@s y tod@s aquell@s ciudadan@s que participen.
Somos conscientes de que la única salida ante leyes abusivas, amparadas en las mayorías políticas creadas sobre mentiras previas en las campañas electorales, es la rebeldía. La única salida al uso torticero de los poderes políticos, judiciales, de los medios de comunicación, es la contrainformación y la formación de un contrapoder popular que obligue a este sistema corrupto y criminal a su desaparición. No cabe arreglo desde dentro. No cabe reforma del capitalismo. La ética, los derechos humanos, la defensa del planeta y la democracia son incompatibles con competitividad, crecimiento económico insostenible, especulación, corrupción.
No cabe posibilidad de cambio alguno sin el compromiso individual y el trabajo colectivo de cada persona. Existe la imperiosa necesidad de la desaparición, desde la base de la población, de las culturas del trapicheo y de la corrupción. De que l@s ciudadan@s  dejemos de admirar e incluso envidiar las actitudes de aquell@s que sacan provecho de lo público. De dejar de sentirnos representad@s por ell@s y que seamos cada un@ de nosotr@s los que digamos todos los días, no sólo en las elecciones, qué necesidades tenemos para vivir, cómo se pueden conseguir. Y que sientan en el cogote que estamos ahí detrás pendientes de que velen por la población en general y no por un@s cuant@s. Estas, entre otras cosas, son las que dan sentido a la palabra DEMOCRACIA.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Magnífico artículo Rafael Juan. No puedo más que unirme a tus palabras y corroborar que desde los diferentes Frentes Cívicos Somos Mayoría de España nos uniremos y haremos bloque común con la PAH en los escraches. Si con ello, nos meten a todos es chirona tal y como indica el Ministerio del Interior a la Policia Nacional, pues, allí nos veremos compañeros. Van a faltar cárceles. El momento de la desobediencia civil ha llegado.
MiguelL. Jiménez Atencia.

Anónimo dijo...

El Frente Cívico “Somos Mayoría” apoya totalmente las acciones de las PAH y de Stop Desahucios, y las llevará a cabo junto con l@s afectad@s y tod@s aquell@s ciudadan@s que participen.

¿esto esta aprobado por la coordinadora?

Rafael Juan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Rafael Juan dijo...

La Mesa Técnica Estatal, que es el órgano que decide estas cosas hasta la Asamblea Constituyente, ha decidido que el Frente Cívico APOYA TOTALMENTE a la PAH y a Stop Desahucios. No podía ser de otra manera, y me sorprende que a alguien le sorprenda o lo dude.