Alfonso Alba
La Acampada Dignidad cumple un mes de ocupación del antiguo colegio que ahora llaman “centro social” con la puesta en marcha de clases para gente sin recursos y un punto de encuentro para colectivos
Desde hoy, más de medio centenar de personas almuerza en el antiguo grupo escolar del colegio Rey Heredia. Hoy, precisamente, se cumple un mes de la ocupación de estas instalaciones que llevaban dos años abandonadas por parte de la autodenominada Acampada Dignidad, que han querido conmemorar con la puesta en marcha de un comedor que hasta hace 31 días era una habitación cerrada a la que le estaban empezando a afectar las humedades. Hoy, es un lugar que funciona a pleno rendimiento gracias a un amplio servicio de voluntarios que ha puesto en marcha este comedor, social, una de los principales objetivos de la Acampada Dignidad.
El comedor social de Rey Heredia es un ejemplo de autogestión. Los comensales que acuden a diario tienen que aportar su granito de arena y ayudar. En la misma hoja de inscripción para acudir al almuerzo diario (de entre 13.30 y 15.00) se les pregunta qué pueden hacer a cambio. Y pueden hacer muchas cosas: desde fregar la cocina y el comedor (a las 15.30 tiene que estar en perfecto estado de revista), hasta traer los alimentos desde los comercios que los donan (todos en el Sector Sur, muchos del mercado de la Plaza del Mediodía y todos también de pequeños comercios) o formar grupos de trabajo e incluso cultivar el futuro huerto urbano que Rey Heredia pretende ocupar y cultivar.
Esta misma mañana, cinco cocineros voluntarios pelaban patatas y preparaban hortalizas de lo que iba a ser el rancho diario para el medio centenar de comensales previsto. E incluso habría alguno más al que no se le vería. El portavoz de la acampada, Rafael Juan, explicaba que aún hoy “hay algunas personas a las que les da vergüenza que las vean en esta situación”. Por eso, se les permite que lleguen, cojan su comida y se la lleven a casa.
Los activistas han sido capaces de montar la cocina social gracias a que el antiguo colegio Rey Heredia aún tiene suministro de electricidad, aunque el Ayuntamiento ya ha dado la orden de cortar la luz como ya hizo con el agua potable (aunque de momento, y en cadenas humanas, los voluntarios se organizan para traer el agua desde una fuente cercana). Por eso, porque ya han puesto en marcha una cocina que da de comer a medio centenar de personas los activistas esperan que no les corten la luz y que les dejen seguir usando el agua potable de la fuente, explica Rafael Juan. “El desalojo sería algo muy difícil de explicar a la sociedad cordobesa”, insiste.
La ocupación del huerto es el siguiente paso que pretende la Acampada Dignidad para que el círculo de la autogestión que buscan sea perfecto. Los activistas ya han localizado varios suelos actualmente abandonados e incluso han hablado con sus propietarios, que se muestran colaboradores (alguno hasta les plantea la posibilidad de habilitar un sistema de riego). Estos terrenos estarían cerca del río Guadalquivir, también en la zona Sur de la ciudad.
Mientras, ya se han puesto en marcha otras dos de las tres prioridades de la Acampada Dignidad (la tercera era la cocina) desde el 4 de octubre. En Rey Heredia se dan clases de apoyo gratuitas para los hijos de padres sin recursos y se ha habilitado también un equipo de profesores voluntarios que también enseña a adultos. De hecho, actualmente se han ofrecido unos 25 profesores, también para dar clases de inglés y hasta de alemán.
El segundo de los objetivos es que los colectivos y asociaciones del Sector Sur ya tienen un lugar donde reunirse. Así, desde la Asamblea contra el Paro hasta colectivos ecologistas o asociaciones de padres que llevan todos los viernes a sus hijos al patio de Rey Heredia a jugar. Este mismo sábado por la mañana está prevista una gran reunión con todos los colectivos del Sector Sur para reactivar aún más Rey Heredia como punto de encuentro.
Desde su ocupación, el lavado de cara al edificio de Rey Heredia ha sido absoluto. Tanto, que aún se sigue trabajando en él. En un mes, las paredes lucen pintadas, el patio vuelve a florecer y la cocina está repleta. La Acampada Dignidad se ha financiado a través de las donaciones de sus componentes y también por la venta de bebidas en los peroles de convivencia que se han organizado en los fines de semana.
Ahora, tienen previsto un completo programa de actividades que tendrá su momento álgido el próximo viernes con una manifestación contra los recortes que saldrá de la glorieta de la Cruz Roja a las 19.00 y que acabará en Rey Heredia, para conmemorar el primer mes de ocupación. El sábado por la mañana culminará la semana con una gran asamblea con todos los colectivos sociales del Sector Sur.
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