Jacques Sapir, economista |
Fuente: Crónica Popular
La prensa internacional y la italiana naturalmente, pero también
alemana, estadounidense (1) y británica (2) cada vez habla más de la
posibilidad de una salida de Italia del Euro, que podría ocurrir al
final de la primavera de 2015. El silencio de la prensa francesa resulta
por ello ensordecedor… Hay que entender por qué el proceso de
destrucción del Euro podría comenzar por Italia, y cuales serían las
consecuencias para Francia.
Una situación que se ha vuelto insostenible
Ahora ya está claro que la situación de Italia se ha vuelto
insostenible en el marco de la moneda única. Desde la crisis de 2008,
Italia se ha hundido en una situación de estancamiento de su PIB que
parece mucho más grave que la que se ha vivido en España.
Gráfico 1
Fuente: Base de datos del FMI, octubre 2014.
La situación es particularmente crítica si se miran los beneficios de
la productividad en Italia comparados con sus competidores de la zona
Euro desde 1999. Se constata que Italia está en la cola, y no solo con
relación a Alemania y Francia, sino también con relación a España. En
ese país, el cierre de numerosas empresas ha tenido como consecuencia la
desaparición de los menos productivos mientras que aquí la ganancia de
productividad puede explicarse directamente por el efecto de la
contracción de la producción.
Gráfico 2
Fuente: Base de datos del FMI, octubre 2014
De hecho, algunas conversaciones con consejeros económicos del
gobierno Renzi ponen de manifiesto que son pesimistas en cuanto al
futuro económico del país. Estiman que, salvo que este invierno se
produzca un giro importante en la política económica alemana, Italia no
tendrá otra opción que salir del Euro hacia el verano de 2015. Tengamos
en cuenta que un partido, el Movimiento 5 estrellas, de Beppe
Grillo, pide la celebración de un referéndum sobre el Euro, y que esta
idea va ganando terreno en los medios políticos italianos.
Italia realiza una gran parte de su comercio exterior (55% del
comercio de bienes y cerca del 64% si se cuentan los servicios) con los
países de la zona Euro. Se comprende, por tanto, que la bajada, siempre
relativa, del Euro frente al Dólar no le beneficia en absoluto. La
economía italiana padece un problema de competitividad en el interior de
la zona Euro.
Consecuencias para Francia
Si Italia tomara esa decisión tendría importantes consecuencias en la
economía francesa. A causa de una especialización comparable a la de la
economía italiana, no sería posible para Francia permanecer en la zona
Euro si Italia saliera de ella (y lo mismo recíprocamente). Pero esa
realidad económica corre el peligro de enfrentarse a la cabezonería de
un gobierno que se encuentra paralizado por temor a que, en este
momento, pudiera hundirse su estrategia política. Es necesario repetir
una vez más que nada podría resultar peor para Francia que permanecer en
una zona Euro que quedaría reducida a una zona Marco si uno de los
grandes países –Italia es la tercera economía de la zona Euro- decidiera
salir. El shock adverso de competitividad sería ciertamente
catastrófico para la industria francesa.
Por lo tanto, es necesario pensar esa posibilidad y preguntarse si,
en realidad, no supondría una excelente oportunidad para la economía
francesa. Si Francia e Italia salieran juntas de la zona Euro, a corto
plazo implicaría una salida de España, Portugal, Gracia y Bélgica. En
efecto, se comprende inmediatamente que España, debilitada por profundas
tensiones políticas, no podría permanecer en el Euro si salieran
Francia e Italia. Pero es que una salida de España implicaría la de
Portugal, y después de esos cuatro ya no tendría justificación la
permanencia de Grecia. Teniendo en cuenta sus relaciones con la economía
francesa, es muy probable que Bélgica fuera la siguiente, tras algunas
semanas de duda. La salida de Italia provocaría la dislocación de la
zona Euro y, muy probablemente, Alemania recuperaría su antigua moneda.
Este escenario, lejos de ser una catástrofe abriría inmediatamente la
vía a nuevas oportunidades, y en particular a la posibilidad de
reconstituir un bloque comercial, una vez establecidas las paridades
entre las monedas de los diferentes países. Un bloque que no se basaría
en una moneda única (un «Euro-Sur») –ya hemos dicho que eso implicaría
un fuerte empobrecimiento de Italia y España- sino que debería basarse
en reglas de co-variación de los índices de cambio, una vez admitido que
las respectivas paridades de los países de ese bloque podrían revisarse
de forma regular (anualmente), para tener en cuenta los diferentes
movimientos de la productividad.
Conviene, pues, estar atentos a la evolución del debate en Italia
durante los próximos meses, y sobre todo a la forma en que lo contará la
prensa francesa, acerca de la cual desgraciadamente no hay que hacerse
ilusiones.
- Baker D., « Italy’s Stagnation: The Need to Share the Pain » en INSIGHT, Center for International SocialStudies, http://www.insightweb.it/web/content/italy’s-stagnation-need-share-pain
- « Lira looks set for a comeback », The Guardian, 16/11/2014, http://www.theguardian.com/world/2014/nov/16/lira-looks-set-for-comeback/print []
*http://russeurope.hypotheses.org/
** Ex director de estudios de la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS),
de París, Jacques Sapir ha centradosus trabajos de investigación en
tres dimensiones: el estudio de la economía rusa y la transición, el
análisis de las crisis financieras y las investigaciones teóricas sobre
las instituciones económicas y las interacciones entre los
comportamientos individuales. A partir de 2000 investiga las
interacciones entre los regímenes de cambio, la estructuración de los
sistemas financieros y las inestabilidades macroeconómicas. Desde 2007
está implicado en el análisis de la actual crisis financiera, y en
particular en la zona Euro.
Es autor de una veintena de libros, entre los que se encuentran El caos ruso (1996), ELos economistas contra la democracia (2002), El fin del euroliberalismo (2006), La desmundialización(2011), ¿Es necesario salir del euro? y El escenario de la disolución del euro (2013).
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