El 22 M es el espejo en el que podemos mirarnos, es el punto de
inflexión de un cambio real en la sociedad española. Hunde sus raíces en su
seno y da pie, sobre todo, al proceso de movilización más importante de los
últimos años de una ciudadanía que, hasta ese momento, se sentía arrinconada,
vencida y con miedo. Las protestas aisladas y de distintos colectivos y
movimientos sociales, confluyen de manera natural en esa gran manifestación y
espíritu unitario. Los poderosos por fin, empiezan a tener miedo e
incertidumbre de una realidad social que
venían manejando a su antojo.
Por tanto, el
camino esta diseñado; nuestra tarea es darle continuidad y organicidad. Los
colectivos sociales, los grupos políticos, la ciudadanía activa que hizo
posible ese momento de esperanza, debe convertir este legado en el inicio de un
proceso de unidad popular, con voluntad de permanencia.
Las mujeres y
hombres deben volver con su voz y con sus reivindicaciones, a las calles y a las plazas; los trabajadores
y trabajadoras, conscientes de la importancia de esta unidad, deben defender sus derechos laborales y ciudadanos en el seno de las fábricas y las
empresas. Los colectivos sociales, sindicatos, asociaciones, etc, impregnados
de los valores éticos y políticos, que reclama una verdadera sociedad
democrática, son las semilla de la
transformación social que necesitamos, y
que permitirá la construcción de una nueva sociedad más ética, solidaria
y sostenible con los recursos naturales y en el tiempo.
Las propuestas
orales solo tendrán sentido y credibilidad, si somos capaces de plasmarlas, concretarlas y desarrollarlas
en propuestas escritas, con voluntad de
compromiso. Deben de estar articuladas y ser viables.
No deben de sustentarse en planteamientos irrealizables o poco elaborados. Debieran de ser prioritarias aquellas que den respuestas urgente a las necesidades básicas y socialmente más necesitadas.
No deben de sustentarse en planteamientos irrealizables o poco elaborados. Debieran de ser prioritarias aquellas que den respuestas urgente a las necesidades básicas y socialmente más necesitadas.
La Solidaridad
y la dignidad deben ser el nexo que una
las acciones de todos los grupos activistas. La unidad popular debe de ser la
esponja capaz de absorver, cada
movilización, cada reivindicación, cada acto espontáneo que surga en el seno de
nuestra sociedad, para devolverlo ya transformado en iniciativa política, en
cambio normativo, en pauta de comportamiento y proceder colectivo.
Así, en orden a ir
dando pasos hacia esa unidad de acción, es portante asumir que:
- Hay que desterrar de nuestra acción política los términos como “hacerse la foto”, “vender el producto”, “ser intermediarios o conseguidores”, para ser sustituidos por acciones de transformación real en nuestros hogares, en las relaciones laborales, en las relaciones comunitarias, en la calle...
- Hay que tener en cuenta la formas de lucha contra ese entramado legal que se encarga de oprimir y mantener a raya a un segmento de población cada vez mayor en el campo de la exclusión social.
- Hay que articular mecanismos de participacion social directa. El referéndum debe ser un instrumento para desarrollar ese nuevo modelo participativo; una nueva ley electoral realmente democrática y proporcional, que nos iguale a toda la ciudadanía; el derecho a decidir, para dar respuestas a ese modelo de estado, sin trampas, sin complejos...
- Hay que mantener la coherencia de nuestro discurso y de nuestras acciones políticas. No podemos decir que estamos en contra del bipartito y después, para justificar la alianza con el PSOE, plantear que lo hacemos para quitar al PP del Gobierno. Ambas son contradictoria y para lo único que sirven es para perpetuar ese bipartito.
- No se trata, por tanto, de inventar nuevos escenarios, más bien de articular procesos de confluencia existentes. Tenemos un abanico amplio de movimientos como las mareas, Stop Deshaucios, sindicatos, partidos políticos, ongs, asociaciones y plataformas de todo tipo. Nuestra primera tarea es juntar nuestras manos con todo ello, para comenzar esta nueva andadura por los caminos de la fraternidad, la igualdad, la solidaridad, la colaboración... Sabemos que Sí se puede. Es el momento de ponernos todos “Ahora en común”.
Colectivo Prometeo y Frente Cívico Somos Mayoría
J
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