Jorge Alcázar
FCSM y Colectivo Prometeo
Sin duda, la actual
coyuntura política es más interesante, por suerte o por desgracia,
de lo que podríamos pensar hace pocos años. Hoy, frente a los dos
grandes bloques políticos que han dirigido España, se alzan otras
formaciones y movimientos que, esta vez sí, pueden desempeñar un
papel trascendente en las decisiones políticas y económicas del
presente y del futuro. Sin embargo esto, el escaso tiempo
transcurrido desde el 20 D, la falta de madurez de determinados
procesos, y el ruido mediático originado alrededor del proceso
electoral y sus posteriores resultados, están invisibilizando, o
cuando menos atenuando, cuanto de novedad nos deben traer estas
nuevas propuestas. Y sí, es importante subrayar la cuestión de la
novedad, porque si bien hemos escuchado en muchos momentos de campaña
la intención de reformar, restaurar o transformar la política y la
sociedad española, lo que unos y otros entendamos por propuestas
novedosas tiene y tendrá mucho que ver con lo que en adelante nos
ocurra como país y como ciudadanía. Porque lo que es evidente y
claro, más allá de las formulaciones teóricas o de las promesas de
campaña y los idearios difusos de algunas formaciones, son
documentos como el dado a la luz por Oxfam Intermon esta misma
semana. Este ejemplo de realidades políticas, económicas y sociales
pone de manifiesto cómo, de forma meridianamente clara, en nuestras
sociedades se produce una cada vez mayor desigualdad entre ricos y
pobres; cómo brechas salariales se agigantan al mismo ritmo que
brota aquí y allá el oprobio de los paraísos fiscales, aumentan
vergonzosamente el número de multimillonarios y el de pobres; o cómo
se establece más marcadamente la distancia entre los derechos de
hombres y mujeres.
Pero los datos
anteriores, visibles y acrecentados en las últimas décadas de forma
globalizada en prácticamente todas las sociedades del planeta, no
son debidos a intervenciones divinas o a hechos fortuitos. Estos son
producidos por una forma de entender la política y la economía que,
a la luz de los resultados producidos, sólo están al servicio de
una exigua clase privilegiada formada por aquellos muy y cada vez más
ricos. Por ello, el discurso y la práctica políticas de las nuevas
formaciones deben dirigir sus fuerzas a combatir este modelo
neoliberal triturador de derechos y futuros humanos, situando en el
centro de la diana su ideología, sus representantes, sus
herramientas y, en última y capital instancia, sus beneficiarios.
Así, debemos exigir una crítica feroz contra un modelo económico
basado en las macrocifras al servicio de multinacionales y grandes
grupos empresariales y de poder, que desnude los modelos
transnacionales implementados en nuestros países por élites
nacionales poseedoras de los recursos y las instituciones, de forma
históricamente perpetua. Debemos exigir una radical transformación,
que no reforma, de las instituciones nacionales e internacionales
que, como el BCE, la CE, el FMI, la OTAN o el Banco Mundial,
funcionan como mecanismos de consolidación de los derechos y las
riquezas de esa clase minoritaria hoy poseedora de gran parte de los
recursos del planeta. Debemos exigir una denuncia expresa y
manifiesta, a la par que un rechazo frontal, de todas aquellas formas
de hacer política y de las instituciones que las ejecutan, que
ejercen de títeres para salvaguardar los intereses prácticamente
omnímodos de ese pequeño grupo de villanos y criminales que
sojuzgan a pueblos y sumen en la miseria y el hambre a miles de
millones de seres humanos, haciendo de la democracia una vil
mascarada. Debemos denunciar en esas, sus mismas instituciones, la
violación sistemática de acuerdos internacionales como la DDHH o la
Carta de la Tierra, por no hablar de la vulneración sistémica y
premeditada de tantas y tantas constituciones nacionales. Y debemos
exigir, a la par de las denuncias y posicionamientos anteriores, el
señalamiento de estas élites que, con nombres y apellidos, copan
los parqués de las bolsas mundiales, los grandes foros económicos
en donde se fraguan los destinos de la humanidad, y los consejos de
administración de las multinacionales que amenazan al planeta en su
conjunto. Por ello, el discurso transformador y rupturista debe
empezar por poner encima de la mesa una alternativa a fenómenos como
la Troika, la actual construcción europea o el capitalismo; una
alternativa que dé una visión superadora de los planteamientos
políticos que hasta aquí nos han conducido, socialdemocracia
incluida, y que a la par que produce una crítica dialéctica
emancipadora, concite unas expectativas y coaliciones alrededor de lo
común concreto: redistribución de la riqueza, justicia social,
Derechos Humanos y sostenibilidad medioambiental.
Mientras tanto, el circo sigue y ruge al son de la carnaza que
intencionadamente, medios de comunicación de masas, instituciones y
partidos políticos tradicionales al servicio de las élites
poseedoras, dan sin mesura a las bocas hambrientas de una sociedad
debilitada por sus necesidades cada día más agudas. Rastas, bebés,
bailes de sillas o formación de grupos parlamentarios, están
sirviendo para desviar la atención de lo realmente importante.
Independentismo, infantilismo político, miopía y egolatría,
suponen impedimentos que nos pueden hacer pagar un alto precio, pues
no podemos olvidar, que esas mismas desigualdades denunciadas por
Oxfam traen a su vez aparejadas la resignación y la desesperación;
y la Historia ya nos advierte que tras estos ingredientes, la mano
criminal del fascismo espera acechante. Luego exijamos a “nuestros
representantes”, a la “nueva política”, pero fundamentalmente,
a “nosotros y nosotras” mismos, mirar hacia arriba y no doblar la
cerviz ante aquellos que nos oprimen y condenan.
3 comentarios:
Que Intermon OXFARM, ahora con la cumbre de Davos, nos despierte un poco viene bien al presentar su informe, dentro del mismo hacen una propuesta de Renta/Ingreso para erradicar la desigualdad y la pobreza.
En algunos territorios colaboramos con ellos, en Aragon, Valencia etc. se han sumado al apoyo decidido de la única de momento herramienta para usar ya mismo LA RENTA BÁSICA UNIVERSAL, pero hasta dentro de las organizaciones y ellos mismos se tienen reticencias o se apoyan otras medidas mas pobres o complementarias.Bueno sería apoyar todos los medios para que se aplique y no solo contar lo que pasa, pues si no hay presión suficiente en la calle los Partidos Políticos que la defenderían,no se atreven me refiero a PODEMOS, EQUO, etc.
Lo de los bebés no es anécdotico. Va a una de las raíces de distribución desigual del sistema capitalista. Trabajo productivo, publico y remunerado frente al reproductivo, privado y gratis. Lo que
servicios sociales alcanzan y donde no pueden nunca llegar. Y claro, "quiénes" hacen esos trabajos. Gestos que lo explicitan, como el bebé de Bescansa, son muy necesarios.
Pepa Marin Vico
No son más que gestos. Hay problemas mucho más graves de los que hablar que están siendo silenciados al saturar nuestro tiempo con salsas rosas de bebes en el Congreso, que no van a ninguna parte más allá de reivindicar una de las millones de deficiencias controladas de los estados capitalistas para con los dominados, a fin de tenerlos acostumbrados a vivir en la mierda y en la condición de seres no susceptibles de derechos.
Reivindicar es necesario pero cuando sepamos que nos podemos fiar de quienes lo reivindican para poder saber el fin ultimo de dicha actividad; un teatro, un despiste, un acto informativo, un acto reivindicativo, un acto de rebelión... depende de los motivos que nunca son mencionados en los medios de desinformación masiva.
Cosas mucho más importantes hay que tratar que seguir como borregos el nuevo temita que los que los grandes medios de masas nos han puesto en la boca para cotorrear como marujas. La conciliación familiar es importante, el cuidado de los niños también, pero no nos perdamos en nimiedades ni caigamos en tratar la hoja de ruta de las cosas que al poder les encantaría que nos enredásemos.
No deis tanta importancia a lo que digan los medios de descomunicación, a no ser que os creáis que no lo son, pues mucha gente afirma que lo son pero luego se basa en ellos para creerse informado y no direccionado, ya que están completamente desprovistos de medios y agencias de información propias que les posibiliten otra realidad (descrita a través de la información) que no sea la que los lobbies financieros de dichos grupos empresariales establecen como lo real y lo que existe.
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