El pasado jueves se consiguió un punto de inflexión. La imagen es mucho más que una imagen. 
    Esa imagen es la 
derrota del Gobierno ante el intento de volver a imponer, una vez más, a
 un sector laboral, un decretazo cuyo único fin es precarizar 
condiciones de trabajo, bajar sueldos, desregular, despedir trabajadores
 y hacer las delicias de empresas financieras y fondos buitres multimillonarios para que 
llenen de beneficios sus bolsillos a costa de los trabajadores. Ya lo 
hicieron con los mineros, con los profesores, con los médicos, con 
tantos y tantos trabajadores afectados por la reforma laboral. Pero esta
 vez, NO. Esta vez, perdieron. ¡Ya era hora! 
Y
 no fue porque los políticos que han apoyado a este Gobierno, con su 
abstención o su voto, hayan cambiado: Fue porque los estibadores son un 
colectivo unido, con una fuerte conciencia de clase y capaces de 
presionar con la huelga. Fue porque los estibadores, aun ofreciéndoles in extremis
 el Gobierno el caramelo envenado de unas jugosas prejubilaciones que 
les dividirían entre mayores de 50 años y menores, fijos y eventuales, 
las rechazaron.
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1 comentario:
Senziyamente, poko a poko an ido destrozando todas las plantiyas de todas las grandes enpresas; sustituyedo los pestos de travajo fijos i kon unas kondiziones de travajo dignas por enpleos en prekario.
En telefonika en los años 1990 avia 70.000 travajadores i oi travajan aprosimadamente 10.000.
El travajo lo azen travajadores en prekario de enpresas subkontratadas.
Aora les toka a los estivadores i a los tasistas.
Esto es el progreso i la modernidad que nos a venido de Europa.
Privatizazion, desrregulazion i flesivilidad.
Pues yo prefiero volver a la edad de piedra
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