martes, 25 de septiembre de 2018

Para que la lucha continúe, todos y todas somos los Campamentos Dignidad Extremadura



Imagen de la entrada en el momento del informativo regional. Fuente: lamarea.com


    El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a las nueve personas de los Campamentos Dignidad de Extremadura que se atrevieron a protestar en el plató de TVE en Mérida (¿la televisión de todos los españoles?) pidiendo mejores condiciones de vida para la población extremeña más desfavorecida.

     Tienen que pagar 8.100 euros (900 por cabeza) más las costas de este juicio injusto. En total 11.562 euros. Llama la atención este castigo cuando los grandes poderes premian a estafadores, ladrones, golfos y sinvergüenzas. Es el momento de la solidaridad. De echar una mano a los que han estado tanto tiempo dando la cara por tanta gente humilde y machacada.
    Nuestro hermano Manolo Cañada, uno de los represaliados, se encarga de recordarnos todos los días, de palabra, pero sobre todo por su acción, que la solidaridad es la ternura de los pueblos. Pues ahora toca derrochar ternura, afecto, cercanía, solidaridad. Es el momento de, tras entrar y ver los distintos vídeos que las gentes de los Campamentos Dignidad están haciendo llegar a todos sitios, hagamos nuestra aportación para que la enorme injusticia cometida con ellos y ellas se transforme en cariño y ayuda. En ponernos en su pellejo y acercarnos a su bello acto de rebeldía.
    Desde el Colectivo Prometeo, además de solidarizarnos en todos los sentidos con nuestra gente de Extremadura, os instamos encarecidamente a que hagáis las aportaciones que sean posibles, y que animéis por vuestra cuenta a amistades y familia, en la cuenta corriente que tienen abierta para poder hacer frente al pago de la condena:
La Caixa
ES44 2100 4294 4322 0012 8747


¡¡SI NOS TOCAN A UNO/A, NOS TOCAN A TODOS/AS!!

     A continuación tenéis varios vídeos. Os recomendamos que los veáis. Ponen los pelos de punta. Dan ánimo y nos ayudan a seguir creyendo que hay otro futuro para nuestro maltrecho pueblo. Un futuro de derechos, de trabajo, de pan, de techo y de dignidad. Un futuro de solidaridad entre los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo, sin importar de dónde vienen, qué creen o cómo hablan. Una clase trabajadora unida sin fronteras por sus condiciones de vida digna. Aquí tenéis al pueblo, unido, ayudándose, luchando y enarbolando la bandera de la dignidad. ¡Difundid, por favor!











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