lunes, 10 de junio de 2019

La Andalucía de Romerías, charanga, pandereta y pobreza


 
Goya: La Romería de san Isidro

José Aguza.

Colectivo Prometeo.


    Andalucía cuenta entre su beateril acervo cultural con procesiones, romerías, años marianos y demás morralla eclesiástica.
Este fin de semana más de ciento veinticuatro hermandades en carretas, caballistas y ostentosos señoritos andaluces se han vuelto a encaminar hacia el Rocío en Huelva, además de algunas otras cofradías desde Comunidades tan lejanas como Cataluña.
Alrededor de un millón de hipócritas y teatralizados personajes al calor de las hogueras y el alcohol, en una bacanal que pretenden vestir de fundamentalismo religioso, se reúnen para procesionar una imagen ricamente adornada, mientras la pobreza rodea la totalidad del territorio. Todo ello con unos enormes gastos para el erario público a través de sus medios de comunicación, con misa incluida en la televisión pública andaluza, de sus servicios de vigilancia y seguridad, de GPS, drones y más de seis mil efectivos de Protección y de la Guardia Civil, en una Comunidad falta de recursos sociales o sanitarios.


Desde que el Papa Pío IX estableció un año mariano en 1854, centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción de María, diversas Vírgenes como Nuestra Señora del Pilar, la Virgen de Montserrat, Nuestra Señora de la Almudena, la Virgen de Luna o la Virgen de Araceli y muchas más a lo largo de toda la geografía, son veneradas por ignorantes idólatras. ¿Cuántas vírgenes existen según la Biblia cuando sólo aparece una como madre de Cristo? E igual podríamos afirmar de los diferentes nombres de Jesús, que no dejan de ser repeticiones referenciales del mismo personaje, o sea puras invenciones oportunistas de la autoridad religiosa del momento y del lugar. 

También en nuestra provincia se celebra en estos días la Romería de la Virgen de Luna, declarada de Interés Turístico de Andalucía, que mueve miles de romeros, acompañando la imagen entre las poblaciones de Villanueva de Córdoba y Pozoblanco.
Igualmente los gastos del evento, lejos de correr a cargo de Cofradías y Hermandades, será a cuenta del Ayuntamiento que será el responsable de dispositivos de seguridad y sanidad para evitar incidentes a causa de intoxicaciones etílicas, quemaduras por cohetes y artículos de pirotecnia y de otros efectos.
Por supuesto que la parafernalia de bandas de música, desfiles, palios,  banderas, alabardas y comitivas de romeros en un alarde de teatralidad y fe, son la nota característica del traslado a la que no pueden faltar concejales del Pleno Municipal del Ayuntamiento, autoridades religiosas, civiles y militares de las localidades, así como su misa romera y fuegos artificiales.

Decía don Antonio Machado en su poema “El mañana efímero”,
“La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y de alma inquieta,
ha de tener su mármol y su día… ”
pero se echa en falta el final del poema “España de la rabia y de la idea”.

Es indignante la falta de escrúpulos, de reacción y compromiso social, de respuesta en la calle ante la precariedad que vive la Comunidad y el borreguil seguimiento masivo de los festejos religiosos.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, Andalucía está a la cabeza de la pobreza. Nueve de los diez municipios de más de veinte mil habitantes con menos renta media anual son andaluces y en este marco nos entregamos a la pantomima de los chupacirios y tragasantos, donde contamos con quince de los municipios y barrios más pobres del país.
A pesar de los miles de millones recibidos de la Unión Europea, Andalucía no ha sido capaz de remontar de su permanente crisis de empleo ni de formación (a pesar de los pequeños y temporales datos del pasado mes de mayo), perdiéndose muchos de ellos en la vergonzante y triste despensa de la corrupción.
A diferencia de otras Comunidades como País Vasco, Navarra, Aragón o Madrid, no somos capaces de cambiar nuestro modelo productivo. La agricultura, ganadería o la pesca han sido masacradas en aras del Turismo y el cambiante sector servicios, que puede seguir siendo “pan para hoy y hambre para mañana” por la precariedad y temporalidad que representan.

A pesar de haberse reducido levemente el desempleo el pasado mes de mayo, como antes decía, algo habitual en estas fechas y en verano, Andalucía sigue teniendo 761.113 parados, lo que sigue representando una cantidad excesivamente alarmante dentro de las cifras del total de desempleados del Estado que ascienden a 3.079.491 personas, lo que supone que uno de cada cuatro parados son andaluces. De esta cifra la mayor parte son mujeres (455.589), mientras que los hombres son levemente inferior (305.524) aunque por supuesto prevalece enormemente el empleo precario a tiempo parcial.
El número de contratos realizados en mayo fueron 472.010 de los que sólo 18.502 fueron indefinidos, o sea el 3´91%, mientras que 453.508 fueron temporales, lo que significan el 96´08%.
La tasa de paro en Andalucía representa el 25´37% de mujeres y el 17´5% de hombres.
En el primer trimestre de 2019, había 110.100 jóvenes menores de 25 años en paro.
Curiosamente de las provincias donde la derecha ha obtenido mayorías, solamente Almería y Huelva son las únicas donde aumentó el paro. Almería con 1807 parados más, lo que representa el 3´18% y Huelva con 895 personas desempleadas más, que suponen el 21´1% y la provincia donde más de un millón de personas se reúnen para celebrar su romeril ignorancia social y su alegre precariedad.

La tasa de pobreza y exclusión en Andalucía ronda el 37´3%, según un informe del pasado 2017, lo que significa 10´7 puntos superior al conjunto nacional, la tercera Comunidad más alta junto a Extremadura o Canarias y a pesar de ello el nuevo Presidente de la Junta, le falta tiempo para acudir al Rocío y defender desde allí la unidad de la derecha para aprobar sus Presupuestos y seguir en lo que cree el camino correcto.

¿Alguna vez la inteligencia humana será capaz de anteponer el bienestar social, humano y la solidaridad por encima de los gurús y clerigalla vividora y parásita?.


11 comentarios:

joaquín Luque i Tenllado dijo...

Acertada elucidación sobre como la ideología religiosa en Andalucía es un constituyente esencial en el mantenimiento del dominio de clase, y por consiguiente, de la pasividad política de una buena parte de andaluces.

Sólo un aporte leve: de la permanencia de dicha estructura secular de hegemonía religiosa en Andalucía no sólo es responsable la derecha (que también lo es); más responsabilidad tiene la izquierda plural por haber mantenido en el tiempo la sustancia nacionalcatólica sin desmantelarla, siquiera progresivamente. Los partidos teóricamente laicos han consentido, con su silencio cómplice, la dilatación histórica de la hegemonía eclesial.

El hábito cotidiano andaluz en lo público es, de facto, católico; y no laico, como debería corresponder a una sociedad no confesional. La derecha es confesionalmente desvergonzada porque va en su ADN. La izquierda..., en fin, dejémoslo.

joaquín Luque i Tenllado dijo...

Acertada elucidación sobre como la ideología religiosa en Andalucía es un constituyente esencial en el mantenimiento del dominio de clase, y por consiguiente, de la pasividad política de una buena parte de andaluces.

Sólo un aporte leve: de la permanencia de dicha estructura secular de hegemonía religiosa en Andalucía no sólo es responsable la derecha (que también lo es); más responsabilidad tiene la izquierda plural por haber mantenido en el tiempo la sustancia nacionalcatólica sin desmantelarla, siquiera progresivamente. Los partidos teóricamente laicos han consentido, con su silencio cómplice, la dilatación histórica de la hegemonía eclesial.

El hábito cotidiano andaluz en lo público es, de facto, católico; y no laico, como debería corresponder a una sociedad no confesional. La derecha es confesionalmente desvergonzada porque va en su ADN. La izquierda..., en fin, dejémoslo.

Anónimo dijo...

Cuando lo más andaluz de la derecha andaluza es su nacionalcatolicismo de romería o feria de la virgen... o procesión del nazareno... o viceversa, es todo un indicador social. Lo terrible es que la izquierda es tres cuartos de lo mismo. Y se ha cuidado de que todo siga igual. Y así nos va, de rojigualdos, toreros y capillas. Sea con Teófilas o Kichis el Medallitas. Es Andalucía. Al cielo con ella, esclavos.

Diego dijo...

De nueva esa izquierda cegata y faltona, esa que desprecia a su propio pueblo y sus creencias. Una pena

Diego dijo...

Habláis de religión cuando es puro paganismo

joaquín Luque i Tenllado dijo...

Ese "paganismo" es una de las múltiples caras con que la institución eclesial se proyecta socialmente. No hay que ser un exegeta riguroso para advertir que este jolgorio popular es antijesuánico en esencia. Pero esa crítica hay que dirigirla a la Iglesia Católica, quien es la creadora, sostenedora y aventadora de tal proceder, de tanto "paganismo" al cubo como desborda la Andalucía de nuestras entrañas...

La izquierda -con todas sus faltas, miserias e insuficiencias- no sólo no desprecia a su pueblo: es quien más lucha e intenta desalienarlo de ideologías medievales que sólo buscan la perpetuación del dominio histórico del bloque dominante en Andalucía.

La estolidez discursiva es lo que desea la Iglesia Católica y sus terminales político-económicas para con lo que ellos llaman "pueblo". Así pueden mejor pastorearlo.

Joaquín Luque i Tenllado.

Diego dijo...

Si no digo la izquierda, digo esa izquierda.

En cuanto a la proyección eclesial, pues a ver, que yo sepa en las hermandades los curas pintan poco, y los que han querido manejar han salido escaldados. Son organizaciones populares con iniciativa propia, que quizás no sean de mi agrado, pero ese clásico desprecio aleja aún más a esa izquierda, aunmás repito, de su propio pueblo.

O resulta que ser costalero y de izquieras es un contrasentido? Pues eso, toda la razón para el articulista, al final, cada vez más ciegos. Y faltones.

Pésima estrategia para ganar un país.

joaquín Luque i Tenllado dijo...

La Iglesia Católica está avalada por dos mil años de experiencia. No son unos recién llegados a este mundo, aunque su mundo -dicen ellos- sea otro. Es una organización donde todo está planificado (aquí no hay laissez faire a la carta).

Al pueblo llano - el clero lo denomina como los "sencillos"- le ofertan religiosidad light; fundamentalmente, espectáculo sacro tipo pan y circo. El mester de clerecía domina ideológicamente esta dimension ferial de lo sacro. Y esa formación ideística conservadora subyace en el inconsciente de los adherentes a estas manifestaciones en líneas generales, aunque ellos crean lo contrario.

La inteligencia eclesial se manifiesta en la versatilidad semántica con la que pastorea a la población: a las masas, lo ya dicho; a los sectores medios de la sociedad -profesiones liberales, grupos de renta solvente- dirige su infantería neocatecumenal, focolares, cristianocursillistas, etc.; a las minorías elitistas de gran poder social, empresarial, jurídico,etc,dirige sus estructuras más refinadas como Opus Dei, Legionarios de Cristo...

Son dos mil años de experiencia... Pensar en la "libertad de conciencia" de los creyentes es irrisorio, un ilusema más.

Claro que se puede ser creyente y de izquierdas. Y se puede ser tras un océano de paradojas intelectuales/existenciales brutales. Pero librarse del inconsciente ideológico eclesial -que es en la práctica un correlato al servicio de la sociedad de clases- es una tarea propia del Sísifo.

No obstante, el creyente, en cuanto persona, se merece todo el respeto posible. Lo cual no es obstáculo para la analítica crítica correspondiente.


Anónimo dijo...

Espectacular artículo, y aquí en Extremadura tres cuartos de lo mismo, e igual de pobres.

Diego dijo...

Así sí. Análisis todo el que usted quiera. El insulto facilón y el desprecio que destila el articulista...

Salud!

joaquín Luque i Tenllado dijo...

Disiento de la lectura que percibe hacia el creyente peyoración proviniente del articulista. En mi opinión, es un texto de prosa popular, rico en hipérboles y gracejos cotidianos, de buena lectura para cualquier lector cotidiano de ciudad. Hay que leerlo entre líneas, y buscar la mensajería en su centro que es lo importante. (No todos somos Miguel de Cervantes o Juan Benet.)

La impresión estilística de su lectura es respetable; más lo necesario es la captación de su nódulo.

Mejor se expresa el señor obispo de Córdoba -el inefable don Demetrio-. Mejor música formal tienen sus textos o dichos. Pero más atroces son los contenidos de muchas de sus proposiciones, pues formalmente semejan la belleza de Fray Hortensio de Paravicino, y sus contenidos son una síntesis entre Torquemada y Stepinac.

Analizemos los contenidos; y dejemos la estilística literaria a los filólogos.