Pepe Aguza
Colectivo Prometeo
Como rezan en sus
sentencias matrimoniales “En lo bueno y en lo malo, en la salud y
la enfermedad…”, el caso es no renunciar a sus actos y
beneficios.
Leo con asombro, como en
estos aciagos días que vivimos por la pandemia vírica, la Iglesia
Católica una vez más vulnera normas e ignora sus propios ciclos
religiosos.
Se inventa su historia
según intereses, modificando fechas y actos … en definitiva es lo
que ha venido haciendo siempre a través de los tiempos y más
adelante explicaré.
De momento me centro en
la información de la Diócesis de Córdoba y su obispo a la
cabeza, como no podía ser menos, sobre el cambio de fechas en la
celebración de la Semana Santa. Lo que habitualmente se ejecutaba en
primavera, este año “por castigo epidemiológico divino”
se pretende trasladar a septiembre… ¡pues ya puestos, podía
hacerse en agosto, que en Córdoba hace una fantástica temperatura
de 45º o más y supondría un perfecto sacrificio para los cofrades
con sus túnicas y capiruchos!.
Al parecer el Obispado de
Córdoba ha acogido muy favorablemente las directrices del Decreto
“En tiempos de covid-19” marcados por el Vaticano y la
Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos,
del lumbreras catedralicio Robert Sarah y respaldado por el arzobispo
secretario Arthur Roche.
No hay que olvidar, que
todos estos actos, siempre conllevan unos importantes ingresos
económicos para la Iglesia y por eso se dan las instrucciones de
como realizar las celebraciones religiosas previstas para futuras
fechas.
El citado decreto
reconoce que los obispos tienen la facultad de posponer estas
celebraciones a fechas posteriores y en su anexo final hace
referencia a las procesiones como expresiones de piedad que podrían
ser trasladadas a otros días más convenientes de septiembre… o
sea todo sea por el negocio y me gustaría saber qué
entienden por expresiones de piedad.
Para la celebración de
los pasos procesionales, la Agrupación de Hermandades y Cofradías
de Córdoba, ya tenían vendidos el 94´8% de los abonos de los
palcos de la carrera oficial y el 33´7% de las sillas, de los que
aún no se han devuelto su dinero, alegando que cuando pueda reunirse
la Junta de Gobierno de la Agrupación, se tomarán las decisiones
pertinentes.
Sus precios eran de 363
euros para el exterior de la Mezquita y de 423´50 euros para el
interior del Patio de los Naranjos, así como 72´60 euros para las
sillas… buena recolecta y buen negocio eclesiástico, a pesar de
que este año, por primera vez pagarían el IVA y por ver pasear
imágenes que se pueden apreciar gratis y tranquilamente dentro de la
arquitectura de sus templos.
Dichos cambios, considero
que son una falta de sensibilidad y de rigor histórico religioso, si
de Historia tienen algo los personajes y sucesos que se honran… que
lo dudo.
La enajenación y la
incultura, medran la capacidad intelectual de una parte del ser
humano, manipulado por “los listos de turno” que viven de la
superchería y fabulación de las religiones.
La existencia del hombre,
siempre ha estado rodeada de temor a los desconocido y al poder de
seres superiores, por lo que ha creado sus teorías divinas,
religiones que han ido evolucionando, absorbiendo otras o
transformando sus creencias y principios filosóficos en nuevas
religiones.
Diferentes confesiones
coinciden en reglas y principios. El zoroastrismo del imperio parto,
el budismo en Oriente, el judaísmo cuya variante sería el
cristianismo primitivo, que aceptaba la llegada de un “Mesías o
Ungido”, salvador del pueblo israelita del dominio de Roma.
Es lo que ocurrió con
ese cristianismo que fagocitó personajes y conceptos muy anteriores
o lo que ocurriría con griegos que mezclaron y transformaron dioses
egipcios y que a su vez, más tarde serían asimilados por el imperio
romano.
Podemos afirmar que las
religiones absorben y modifican preceptos de otras para ajustarlas a
su conveniencia.
Me centraré ahora en
algunos aspectos sobre los mitos religiosos y en especial de los
católicos, como al principio decía, para empezar sobre sus
personajes y el tiempo que hipotéticamente vivieron, que en la
mayoría de los casos no recogen investigaciones históricas.
¿Quién ha visto o
hablado con ángeles y otros seres místicos, sino enfermos mentales
que en sus delirios psicóticos son de lo más normal? ¿Quién en su
sano juicio ha visto volar a un ángel o ascender en cuerpo físico a
la Virgen María a los cielos?... en el firmamento habría más
gentes y almas que estrellas y serían un riesgos para la navegación.
… Y hablando de Virgen:
la obsesiva veneración a la mujer de infinidad de nombres y lugares,
tiene su origen en otras religiones y creencias muy anteriores: por
ejemplo, el hecho de la virginidad de María, madre de Dios, es
idéntico en las creencias egipcias milenarias de la diosa Isis, o de
Nana igualmente virgen y madre de Zoroastro, o de la princesa Maia,
madre de Siddhartha Gautama Buda, a la que adornaba una flor de loto
azul y una media luna a sus pies y que tras su muerte, resucitó
volviendo a la vida en el cielo budista.
Por otra parte, también
es curiosa la virginidad de María, cuando los primeros escritos
cristianos posiblemente posteriores a los propios apóstoles y sus
cuatro evangelios reconocidos por la Iglesia Católica (hay que saber
que se conocen al menos 82 evangelios entre canónicos y apócrifos),
se realizaron hacia finales del siglo I o principios del II d.
Cristo. En el Evangelio de S. Mateo, a la Virgen se le atribuyen al
menos siete hijos (13.56 y 57), lo que significaría que Jesús pudo
tener más hermanos a pesar de ser el primogénito, pudiendo ser
abandonada por su marido S. José para evitar que fuera lapidada por
adúltera.
También diferentes
mitologías comparan a la Virgen María con otras religiones y
confesiones anteriores, como ya hemos visto, pero hay que seguir
recordando que en Egipto, además de Isis, el propio dios Osiris
muere y resucita y que en Babilonia en el año 2600 a. C, la princesa
Semíramis, reina en el cielo que alumbra un hijo engendrado
virginalmente y que nacería el 25 de diciembre en el calendario
babilónico y que más adelante se convertirá en Ishtar, diosa de la
fertilidad, ¿suena de algo la fecha?.
También el supuesto
nacimiento de Jesús, que los cristianos cambiaron al 25 de diciembre
para debilitar y competir con las celebraciones paganas de los
romanos, las “saturnalias” que rendían culto al emperador y
fiestas del día natal del sol naciente; dicha fecha, según algunos
investigadores, de ocurrir pudo suceder en el mes de Nisán a finales
de la primavera o principios de verano, ¿cómo sería posible, si no
que en pleno invierno, los pastores estuvieran guardando los rebaños
a la intemperie cuando se les aparece el ángel para comunicarles la
“buena nueva” y acudir a adorar al recién nacido?.
¿Quién dice la verdad
sobre el lugar de su nacimiento?
Los evangelistas Marcos y
Juan afirman que fue en Nazaret, mientras que Mateo y Lucas sostienen
que en Belén. Tampoco hay seguridad del espacio, ¿en el establo de
una posada o en una gruta?. Diferentes escritos discrepan del sitio,
aunque todos son inimaginables para albergar a un número tan elevado
de seres (burro, bueyes, camellos, etc.) y adoradores magos, pastores
y demás fauna, ya sea en establo o gruta, que dicho sea de paso, la
que hoy se venera es casi inaccesible y posteriormente en el siglo IV
se construyó la Basílica de la Natividad de Belén.
Siguiendo con
antecedentes al cristianismo, recordar que Lao-Tsé fundador del
taoismo, nació en el siglo VII a.C. y al igual que el cristianismo
establece al Ser Supremo y tres personas o a Siddhartha Gautama Buda,
que antes mencionaba, fundador del budismo, que nació en el siglo VI
a.C. y que al igual que Jesús abandona su casa y su familia y se
convierte en predicador errante de bondad y paz a los 29 años.
Como comentaba
anteriormente, de haber existido Jesús, pudo ser un predicador
pacifista pero sin los poderes divinos que se le otorgan.
Yeshua Ben Yosef (hijo de
José) llamado Jesús de Judea pudo nacer en Belén o en Nazaret, en
la región de Galilea como afirman los evangelistas antes enunciados,
pero no existen datos históricos fiables de su existencia, salvo por
dos cronistas: Flavio Josefo, historiados judeo-romano, que en un
capítulo hace referencia a Ananías, que hizo jugar a Santiago,
hermano de Jesús y otros por transgredir la ley y ser apedreados.
También Tácito, hablando del reinado del emperador Nerón y las
persecuciones a los cristianos, recuerda la pena máxima a que fue
sentenciado Cristo en el reinado de Tiberio, que afirma pudo existir
un predicador llamado Yeshua Ben Yosef en Palestina que predicaba el
pacifismo y se enfrentó al poder económico de los mercaderes y
sacerdotes, cuestionando su gobierno y fue crucificado.
Según se desprende del
texto de Flavio Josefo, Jesús pudo tener más hermanos, al igual que
ocurre en el Evangelio de S. Mateo o de S. Marcos (6.3), así como
estar casado, como aparece en el fragmento de un documento de un
evangelio apócrifo de los cristianos coptos, que vivían en lo que
hoy es Egipto y que podía haber sido escrito en la segunda mitad del
siglo II y en el que se recoge “Jesús les dijo, mi esposa …
ella podrá ser mi discípula”, posiblemente refiriéndose a
María Magdalena.
El antiguo papiro sugiera
que Jesús estuvo casado, según defendió Karen King, una
investigadora de la Universidad Harvard Divinity School de
Massachusett en el X Congreso Internacional de Estudios Cópticos.
Los diferentes evangelios
habían sido escritos en arameo, que era la lengua que se hablaba,
años después de los acontecimientos narrados, aunque la traducción
posterior sería en griego y más tarde en el siglo II al latín.
Irineo, obispo de Lyon,
sería el responsable de la unificación de los cuatro Evangelios
Canónigos.
S. Jerónimo traduciría
en el siglo IV (año 382) la Biblia al latín, la conocida “Vulgata”,
un año después del Concilio Ecuménico de Constantinopla.
Desde el Concilio de
Nicea en el 325, convocado por Constantino, es reconocida la Iglesia
cristiana y se constituye la figura de Cristo como su fundador e hijo
de Dios, así como la celebración y cumplimiento de la Pascua.
Después vendrían otros
tres Concilios fundamentales en el reconocimiento del cristianismo y
la figura divina de Jesucristo: en el 381 el Concilio de
Constantinopla, en el 431 el de Éfeso que reconocía la maternidad
de María y el de Calcedonia en el 451.
Estos concilios fueron
decisivos para que los obispos se encargaran de crear la figura
divina de Cristo, frente a diversas tendencias que consideraban
heréticas.
Después de este resumen
religioso, se puede afirmar que el cristianismo, al igual que
otras religiones, son un cúmulo de fábulas y leyendas creadas para
la alienación y control del ser humano, que con frecuencia han
perpetrado las mayores atrocidades en nombre de la fe e instigadas
por maquiavélicos personajes que acapararon inmensas fortunas, a la
vez que una poderosa organización de poder económico, en el que
ingenuos e ignorantes participan dócil y domesticadamente.
Pepe Aguza
Colectivo Prometeo.
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