miércoles, 20 de mayo de 2020

¡Vaya señora…!



Juan García Ballesteros 
Presidente del Colectivo Prometeo

Esta Sra., presidenta de la Comunidad de Madrid, está fuera de la triste realidad que le rodea. No, porque no sepa la dura situación que está padeciendo la sociedad madrileña (tantos fallecimientos y tantos contagios), sino porque su egocentrismo, su autocomplacencia y sus intereses económicos y de partido (antepuestos a la vida de las personas) le llevan a declaraciones vergonzosas y a soltar barbaridades sin argumentos con el único objetivo de atacar al Gobierno.
La extrema derecha, que no cree en la democracia, ni en el estado derecho, ha jaleado al barrio rico de Salamanca en Madrid (la Comunidad con más personas fallecidas) a romper el confinamiento en la calle Nuñez de Balboa para que sus vecinos ricos, grupos extremistas, salgan a la calle, gritando “libertad”, cuando están en plena vía pública ilegalmente (la policía contemplativa), arremetiendo contra el mobiliario urbano, sin tener en cuenta la distancia social para pedir la dimisión del Gobierno, jugando con la vida (parece que le da igual que las personas mueran) de los madrileños. Se manifiestan de forma violenta (ellos tan de “orden”), temiendo que el Ejecutivo los pueda privar de los enormes privilegios de los que han gozado desde el franquismo. Pero lo más grave es que el Alcalde, Sr. Almeida, los ha defendido (después se ha dado cuenta de la barbaridad y ha reculado) y que la Presidenta, Sra. Ayuso, no sólo ha tenido al desfachatez de apoyarlos, sino que ha lanzado una terrible provocación a toda la sociedad “Esperen a que la gente (su gente rica, la que teme perder sus privilegios) pueda salir a la calle porque lo de Nuñez de Balboa les va a parecer una broma”.

Esta amenaza de la Sra. Ayuso, pienso, no entra dentro de la libertad de expresión, sino que se acerca peligrosamente a una llamada, nada democrática (como la que hemos visto), contra un Gobierno elegido por el pueblo español y apoyado por once millones de votos. Imagino que estas palabras tan duras, en boca de algún político del Gobierno, generarían una avalancha de críticas despiadadas, como ya (siendo moderado y llamando a la unión en su discurso contra la pandemia) hace esta derecha extrema (PP) y extrema derecha (VOX).
La presidenta de la Comunidad de Madrid es la referente del Sr. Casado (presidente del PP) sobre cómo abordaría su partido, si gobernara, esta pandemia. Supongo que las actuaciones y el comportamiento, difícilmente comprensible ante la gravedad de la situación, de la presidenta le debería quitar el sueño más de una noche. Tiene el Sr. Casado razón cuando en el Congreso vocifera diciendo que el Gobierno (recibe los datos de la CCAA) oculta el número real de fallecidos. Pero lo grave es que son ellos, el gobierno madrileño, el que ha ocultado a más de 2000 ancianos fallecidos en las residencias y que engaña en los datos diarios (contagiados y muertes) enviando menos de los que realmente son. Después, manda el olvido intencionado de los que en días pasados se contagiaron o fallecieron.
Esta presidenta está cargando sobre la sociedad madrileña unos errores irresponsables que demuestran ser o una inconsciente patológica o una persona cuyo único objetivo es desgastar-derribar al gobierno, sin importarle la vida de las personas, ni el sufrimiento acarreado a las familias de tantos fallecidos.
Desde que el Covid-19 se expandió en la Comunidad de Madrid, la Sra. Ayuso siempre ha culpado del desastre sanitario y de los fallecidos por la pandemia al Gobierno. Quiere olvidar los desastrosos años del gobierno de su partido en los que ha desvalijado la sanidad pública madrileña (en personal sanitario, en auxiliares, en camas, en materiales necesarios), potenciando y regalando a sus allegados, una sanidad privada potente para enriquecer sus bolsillos con dinero público. Quiere olvidar cómo donó las residencias de ancianos, privatizadas, a fondos de inversión, a fondos buitres y a varios y poderosos empresarios ricos de nuestro país que no se han preocupado de satisfacer las atenciones y necesidades de los internos, sino su beneficio económico, reduciendo al mínimo el personal asistencial.
El rosario de errores garrafales de la Sra. Ayuso no tienen parangón. En lugar de preocuparse por atajar, controlar la pandemia lleva dos meses de campaña electoral. Otro de los colmos (después explicaré otros) ha sido la fiesta-verbena que montó para el cierre de Ifema, saltándose la ley a la torera y propiciando la posible expansión de la pandemia. Existe una TV pública madrileña y en lugar de encargarle (sería el trabajo gratis de sus profesionales que han protestado) la grabación de vídeos sobre la prevención del Covid-19 en la Comunidad, se los adjudicó a una empresa privada, Cake Minuesa, que se ha embolsado 30250 € de dinero público. En vez de facilitar menús variados con una dieta equilibrada, contrata con Telepizza (¿habrá algo escondido en la adjudicación?) menús para 11500 alumnos madrileños (familias con Renta Mínima de Inserción) y lo defiende ante las críticas de nutricionistas, argumentado “a los niños les encanta la pizza” ¿Se puede ser más inconsciente? Pero, claro esa comida basura era para niños pobres. Ante tanta crítica, ha renunciado a esos menús.
Sus despropósitos no terminan. Contrata a finales de marzo, dos aviones de material sanitario por valor de 23 millones de € que llegarían rápidamente. Ha desaparecido el dinero y el material. La Sra. Ayuso reconoce que la han estafado. Pero no escarmienta. Para enmendar sus graves errores, aunque los sanitarios no lo aconsejan, ella decide que va a dotar a todos los madrileños de mascarillas. El pasado día 11, empiezan a repartirse. La empresa china Wenzhuo Haoshuo Textile, responsable de las mascarillas, borró el martes, día 12, su página oficial de plataforma porque lo que vendía tenía certificados falsos de la FDA (Administración de Alimentos y medicamentos de EEUU) y de la CE (Comunidad Europea), por lo que no cumplen con las condiciones de comercialización establecidas por el Reglamento 2016/425 de la UE. Esto ha recibido críticas y dudas sanitarias de la Asociación Madrileña de Salud Pública.
Un político que miente, en cualquier democracia, automáticamente debe dimitir. La Sra. Ayuso ha mentido porque es casi su forma de ser y estar. Ha manifestado repetidamente que el apartamento (en realidad dos) lo alquiló cuando se contagió, el 16 de marzo. Sin embargo, el Sr. Sarasola, dueño de los apartamentos Room Mate ha manifestado que el contrato con la presidenta se hizo antes de la declaración del estado de alarma. Pero lo escandaloso del caso es que el precio es un regalo, 80 € al día, cuando normalmente cada apartamento se alquila por 200 € diarios. Aunque lo pague ella ¿No es esto trato de favor a una política? ¿A cambio de qué? Por otra parte, resulta sospechoso el baile de cifras que han ido apareciendo de la propia Comunidad de Madrid (6 de Mayo) sobre el pago a los hoteles medicalizados, con errores, borrados y muchos datos sin aclarar. Ante la puesta en marcha de una Comisión de investigación, la oposición de la asamblea de la Comunidad debe exigir claridad y llegar hasta el fondo de este desaguisado y pedir responsabilidad.
¿Quién es el Sr. Sarasola, dueño de Room Mate? La fiscalía pide cuatro años de cárcel para su madre, su hermano y él y una multa millonaria por defraudar a Hacienda 4,2 millones de €, mediante un entramado de empresas en paraísos fiscales. Este Sr. recibió del Gobierno del PP en 2015 un préstamo de 3,5 millones de € (que aún no ha devuelto), pese a ser deficitaria y tener su sede fiscal en Holanda. El Sr. Sarasola y el PP siempre han mantenido muy buenas relaciones hasta para alquilarle los apartamentos a la Sra. Ayuso.
Más colmo, la desescalada. La Sra. presidenta no tiene ningún escrúpulo en solicitar pasar a la fase 1, aún sabiendo que no reúne las condiciones. No dan datos sobre el número de rastreadores, ni sobre la vigencia del protocolo, ni el número de empleados para hacer los test. La Sra. Ayuso sabe que la atención Primaria no está preparada para atender los posibles casos de contagio o rebrotes y los hospitales están al límite. Ahora está en una fase intermedia (0,5), pero para ellos no es suficiente. El gobierno madrileño (presionado por los empresarios) va de nuevo a solicitar pasar a la fase 1, sin haber resuelto las deficiencias señalas por el Ministerio de Sanidad ¡Vergonzoso!
Por encima de los contagios y las muertes, está atacar al Gobierno y hacerse la victima. La Sra. presidenta no tiene en cuenta la grave situación que ha pasado y que tiene aún su Comunidad con 71000 contagiados y 8800 fallecidos (5886 en residencias), ni la negativa de la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, a aceptar el pase a la fase 1 por considerar que no existen las condiciones sanitarias para ello. Ha dimitido de su cargo. También se han manifestado en contra del cambio a fase 1, el Colegio de Médicos y el sindicato de enfermería Satse. Le importa poco que, según una encuesta de Metroscopia, el 77 % de los madrileños están en contra de pasar de la fase inicial. Pero claro, no atiende a los técnicos ni a la sociedad, si tiene en cuenta a los empresarios madrileños que le han metido bulla, sin importarle las posibles muertes y un nuevo rebrote, para abrir la Comunidad a bares y empresas. Es una obediente y sumisa defensora del poder económico.
Es sangrante la situación padecida de las residencias de ancianos (que depende totalmente de la Comunidad) vendidas al mejor postor para que se llenen los bolsillos. Son ya cerca de 6000 los ancianos fallecidos y además están (muchas de ellas) en unas condiciones deplorables. Hay una situación gravísima que se ha producido cuando han trasladado a cuatro ancianos de una residencia privada (Jardines de Navas) a otra pública (Residencia Juan XXIII-Móstoles) y que han llegado al nuevo destino en unas condiciones deplorables: sucios, sin mudar de ropa, olor a orines, sin documentación.
Ahora las élites económicas, con la extrema derecha al frente, han extendido las protestas en defensa de sus intereses de clase pudiente a otras ciudades de España. Temen que el Ejecutivo los obligue a pagar los impuestos que les corresponden (según la Constitución, artículo 31), que les exija repatriar los miles de millones que guardan en paraísos fiscales y que persiga el fraude fiscal, muy extendido entre las élites económicas.
Pero hay que estar tranquilos, berrean, luego caminamos. El gobierno a lo suyo, a proteger a los más vulnerables, a los trabajadores, a los autónomos, a las PYMES. Ha de implementar un sistema fiscal justo y progresivo. Tiene que mejorar y afianzar el esquelético estado del bienestar (sanidad, educación, dependencia, pensiones, renta mínima, …). Debe poner en marcha un amplio proyecto de industrias necesarias, desarrollar energías limpias, potenciar la I+D, favorecer una agricultura ecológica y nacionalizar empresas estratégicas y la banca.
Para ello, la ciudadanía (colectivos sociales, sindicatos, partidos, sociedad en general) debe unirse, tomar conciencia de la necesidad de su apoyo para que sea posible un proyecto real de transformación hacia una sociedad más justa, más democrática, más fraternal, más igualitaria ¡Adelante, sí se puede!

1 comentario:

Marian M dijo...

Lo de esta señora no tiene nombre o sí lo tiene.....no entiendo cómo los madrileños siguen votando a ladrones... qué gestión ha hecho esta señora de la crisis sanitaria y se permite dar lecciones.... absurdo y absurda