Pepe y Julio |
Pepe Aguza
Colectivo Prometeo
Decía Bertolt Brecht en el pasado siglo, refiriéndose a insignes personajes “…pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. Sabias palabras que describen al amigo, al camarada, al profesor que hace un año dejaba este mundo físico.
Hay hombres, que por su trayectoria humana y política dejan una huella indeleble en la historia y la sociedad y Julio era de esas personas.
Nunca podremos ignorar el pensamiento y el valor de alguien como él, por su compromiso político, social y humano, que trasciende todas las fronteras de lo universal.
El reconocimiento como Hijo Adoptivo de la ciudadanía, a través del Ayuntamiento, del que un día fuera aclamado como máximo responsable, es más que merecido. Sin embargo, es necesario recordar que Julio fue miembro del Partido Comunista y del Colectivo Prometeo hasta el último día de su vida y el hecho de evitar su presencia en este acto o al menos una representación de su dirección en la ceremonia del nombramiento, lo considero un gesto ruin y humillante por parte de quien lo haya propiciado, ya sea algún miembro de la familia, imposición o desconocimiento por parte de Protocolo de Capitulares, a sabiendas de que Julio, fue fundador y militante activo de dicho Colectivo hasta su muerte y que seguirá vivo en su seno y el de sus compañeros para siempre.
Nadie tiene el patrimonio de
quien es referente de solidaridad, de coherencia, honradez y justicia, ni
silenciar su participación en la sociedad.
Nadie podrá apropiarse de su
pensamiento ni ignorarlo, porque su voz persistirá inalterable en el tiempo y
la conciencia de quienes tuvimos el honor y el privilegio de su amistad y
conocerle.
Volviendo a Brecht, tendríamos
que preguntarnos aquello de ¿qué tiempos
serán los que vivimos, que hay que defender lo obvio?.
No creo necesario detenerme en su
dilatada trayectoria política desde su nombramiento como el primer y único
alcalde del PCE en una capital de provincia, la posterior creación de
Convocatoria por Andalucía, embrión de la que más tarde sería Izquierda Unida,
Secretario General del PCE, Coordinador y Diputado por Izquierda Unida,
consiguiendo sus más altas cotas de representación en el Parlamento, durante su
mandato, etc.
Tras dejar los cargos políticos,
su coherencia y honradez, le hacen renunciar a la pensión de diputado que le
corresponde y volver a la enseñanza hasta su jubilación, dependiendo exclusivamente de su renta de
pensionista como maestro de la enseñanza, como gustaba llamarse.
Su convicción pacifista, le llevaría
a sufrir la más dura prueba que un padre pueda soportar, tras la muerte de su
hijo Julio, reportero en la inútil guerra de Irak, promovida por la ambición
del imperialismo yankie con George W. Bush a la cabeza y sus socios Tony Blair
del Reino Unido y José María Aznar por España, dejando una lapidaría frase para
la historia: “Malditas sean las guerras
y los canallas que las hacen”.
Su compromiso social, le lleva a crear el Colectivo
Prometeo, un foro de debate abierto a sensibilidades e ideologías progresistas,
que a lo largo de toda su trayectoria, organizaría todo tipo de actos y apoyos,
con importantísimas mesas, encuentros y conferencias con reconocidas
personalidades de la política, la cultura o la sociedad.
Más tarde, desde este Colectivo,
diseña y funda el Frente Cívico Somos
Mayoría en el año 2012, un foro de movilización y defensa de la legalidad
constitucional y denuncia de la corrupción, manifestando claramente “… me dirijo a la mayoría, en mi exclusivo
nombre, desde mi libertad y desde mi convicción, que si no se lucha ahora,
nuestros hijos y nietos no tendrán futuro…”
Tenía la esperanza y el
compromiso de avanzar para conseguir un futuro mejor para la sociedad, contando
con todos: “En estos momentos en los que
redacto, solo tengo el blog (con el permiso de los compañeros de Prometeo), la
promesa de determinados colectivos de ponerme en marcha inmediatamente y mi
voluntad de que esto avance, se consolide y produzca un giro total en la vida
española…”
Julio siempre aspiraba al bien
colectivo, nunca en lo particular, por ello es digno de respeto, admiración y
de su pensamiento personal, “Vivo como
hablo”.
El legado de su último proyecto,
que el Colectivo Prometeo seguirá defendiendo, su manifiesto “El hoy y el mañana: razones para nuestro
compromiso”, un llamamiento a la serenidad y la reflexión en los tiempos en
que vivimos.
Se equivocan quienes han
intentado ignorar en la ceremonia de Hijo Adoptivo al Colectivo, porque
nosotros continuaremos reivindicando la figura de Julio, cuyo nombre debe
figurar con letras de oro, no solamente en las mentes y el recuerdo de las
personas, sino en espacios públicos, como bien podría ser la Estación de RENFE,
de la que él fue impulsor, o cualquier otro edifico público, como futuras
bibliotecas.
Julio siempre vivirá en el
corazón del Colectivo Prometeo, de sus compañeros, amigos y camaradas.
Pepe Aguza
Colectivo Prometeo.
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