miércoles, 30 de marzo de 2022

Ser mujer o disidente en Ucrania

 

Batallón neonazi ucraniano Azov


Remedios Copa
Colectivo Prometeo

Para muchas personas amantes de conocer la historia y las causas de los conflictos, cuando en Ucrania se derribó la estatua de Lenin para sustituirla por la de Stepan Bandera, (a partir de ahí proclamado el modelo de patriota que incluso se enseñaba en las escuelas), coinciden en que comienza la verdadera inflexión en la deriva hacia la ideología nazi en el país.

Stepan Bandera fue una figura muy controvertida, dictatorial, colaborador con el régimen nazi, reprobado y descrito por muchos como sanguinario. Su arrogancia y la insistencia en dirigir todos los aspectos de la lucha clandestina ucraniana, tanto en Ucrania como en el extranjero, provocó que los británicos lo abandonaran en 1953 y, cuando fue asesinado en por la KGB en Múnich, (lo que lo convertiría en mártir para algunos), la inteligencia de los EE UU declaró que muchos otros no lamentarían su muerte debido a las prácticas totalitarias y la competición con otros grupos de exiliados.

Aunque Viktor Yúshchenko lo nombró a título póstumo “Héroe de Ucrania” por su lucha por la independencia de Ucrania y contra la Unión Soviética; tanto el Parlamento Europeo como el de Polonia y Rusia condenaron la concesión del premio. Posteriormente, el nuevo presidente Viktor Yanukóvich lo declaró ilegal y por decisión judicial fue anulado en enero de 2011.

Si ésta brevísima síntesis viene hoy a colación es por el sesgo que el actual presidente Volodímir Zelenski está tomando y por como muchas cosas que allí acontecen actualmente, recuerdan las prácticas y valores políticos del aclamado/denostado Bandera.

En estos últimos días ha suspendido la actividad de los 10 partidos de la oposición. De los suspendidos, la Plataforma de Oposición por la Vida cuenta con 43 escaños en la Rada ucraniana y políticamente es una organización de centro-izquierda; otros de los suspendidos no tenían representación pero se les suspende toda actividad.

Los únicos que quedan activos en la Rada son El de Zelenski, Servidor del Pueblo, que cuenta con 254 escaños y le da la mayoría absoluta en la Rada, acompañado del democristiano Patria, con 26 escaños, el conservador Solidaridad Europea que cuenta con 25 y el liberal Voz con 20 escaños.

De este modo, la aparente democracia controlada de Zelenski adornada por la comparsa de de ideología de ultraderecha, le permite acomodarse cada vez más al perfil nazi de Banderas. La permisividad otorgada al batallón de Azov, de ideología de ultraderecha y xenófoba, financiado por oligarcas e integrado en la Guardia Nacional y el Ministerio del Interior, apunta en la misma dirección.

Y si menciono esa aproximación de perfiles, además del autoritarismo y control político que demuestra la actuación llevada a cabo con respecto a los partidos, están otras actuaciones como las denunciadas por los ciudadanos cuyos rasgos y origen no eran ucranianos y por ello no se les permitía salir por la frontera a Polonia. Recordarán, cuando aún podía fluir libremente la información en ambas direcciones, las dificultades de los estudiantes chinos, sudamericanos y africanos, entre otros. Eso se denomina racismo, ¿no? Y por no hablar del reclutamiento de jóvenes a la fuerza o armar a adolescentes.

Racismo es también que a las mujeres gitanas se les pinte la cara de verde y se exhiban atadas a postes y farolas, en aplicación del llamado “tablón público de denuncias” que supone la humillación de la persona y el señalamiento público que conlleva el posterior repudio y exclusión social. Pero ese castigo se está infligiendo también a personas cuya ideología no sea manifiestamente acorde con la de Zelenski. Son ya muchas las fotos y vídeos de personas atadas a postes y farolas, ya sea sola, por parejas o en grupos, en muchos casos con los pantalones bajados y, (sobre todo a las chicas), con el culo al aire, en la calle o en zonas con escombros.

Ese bochornoso espectáculo llevado a cabo con participación de policía y militares, en opinión del historiador Lucio Martínez Pereda ratifica la teoría del auge del nazismo en Ucrania, donde se están confirmando comportamientos propios de los llevados a cabo por los regímenes fascistas. Recuerda el profesor Martínez Pereda como “el dictador Francisco Franco ordenaba que se les rapara la cabeza y hacerlas pasear por la calle mayor mientras una banda de música tocaba himnos patrióticos para atraer al gentío”. Y, en muchos casos, previamente se les hacía beber aceite de ricino para exhibirlas sin que pudieran contener la diarrea.

En cuanto a prensa escrita y canales de comunicación, ya en junio de 2021 la ONU criticó el cierre injustificado de 3 canales de Tv opositores en Ucrania y la inquina contra los que defiendan derechos de las mujeres o hablen del medioambiente. Últimamente continúa la lluvia de cierres, según cuentan profesionales ucranianos en el exterior, permitiendo únicamente trabajar a los afines.

Por el bien de todos, la opinión pública más consciente debería apelar a la racionalidad y a la consigna de negociación y Paz. Menos testosterona y menos OTAN. La ciudadanía no necesita ni quiere una guerra. En esta todos perdemos, excepto los señores que negocian con ella.



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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