Remedios Copa
Colectivo Prometeo
(Reme-nuestra querida compañera del Colectivo-se encuentra en estos momentos en Brasilia.Desde allí nos manda sus impresiones)
Hasta el último momento Bolsonaro, que continúa sin aceptar la derrota, ha estado calentando a sus partidarios para que rechacen la legalidad de la victoria de Lula e intentando incluso que presionen al ejército para que propicie un golpe que le devuelva el poder.
De hecho, los bolsonaristas han permanecido acampados en torno a los cuarteles militares en un intento de conseguir con dicha presión el objetivo pretendido por Bolsonaro, quién hasta hace poco días les instaba a no retirarse porque "no todo está perdido" les decía.
Ante el carácter vandálico y con acciones terroristas que se estaban llevando a cabo, la Junta de Transición se ha visto en la necesidad de tomar medidas drásticamente y desde el día 26, ante la dudosa actitud de la policía, un refuerzo de policía militar vigila las zonas de riesgo en Brasilia.
El Gobernador del distrito Federal de Brasilia, el bolsonarista Ibaneis, ha confirmado como Secretario de Seguridad a Anderson Torres, que fue Ministro de Justicia en el Gobierno de Bolsonaro. Actualmente, ya se considera que la Junta de Transición debiera haber destituido a Ibaneis antes de llegar a este extremo, porque además de la quema de un autobús, diversos destrozos, varias amenazas de bomba y al menos dos de ellas reales aunque desactivadas a tiempo, de las cuales una se produjo en el aeropuerto la víspera de Navidad, y otra que resultó ser falsa también en el aeropuerto el día 26, ya previamente, entre las denuncias de sospecha se confirmó una bomba, afortunadame desactivada, el día de la "diplomación" de Lula como Presidente, el 12 de diciembre, y la detección de 40 kl. de explosivos hallados en la ciudad de Gama. Pero la Junta de Transición no tiene potestad para destituir al Gobernador.
Ante esta situación y la nueva amenaza producida tras la llegada de Lula a Brasilia, cuando ante la denuncia del abandono de una mochila por parte una persona sospechosa delante de un hotel, situado cerca del que se hospedaba Lula, dió lugar a la intervención de la policía militar que rápidamente cerró el Sector Norte Hotelero e inspeccionó el contenido de la bolsa abandonada. En este caso se trató de otra falsa alarma que forma parte de la política de fomentar la inseguridad y el miedo entre la población e impedir que se celebren los festejos programados para la toma de posesión.
Como resultado y ante la vista gorda de la policía con respecto a los bolsonaristas acampados en torno al ejército, la Junta de Transición propuso el cambio de responsable del ejército, tras lo cuál, se produjo el inmediato desalojo forzoso de dichos bolsonaristas allí acampados, entre los que la policía detuvo a varias personas de las que, al menos siete, están relacionadas con la colocación de explosivos y otras acciones de acoso y presión.
Ante esta situación, Bolsonaro se jactó de que el que había puesto la bomba en el aeropuerto ya estaba fuera de Brasil, como también lo está su hijo mayor, Carlos Bolsonaro, que se marchó a EE UU porque todos los indicios apuntan a él como inductor del asesinato de Mariela Franco y después, del que lo había llevado a cabo por encargo. A eso aquí le llaman "quema de archivos", es decir, deshacerse de quién tiene información inconveniente.
A EE UU también se va Bolsonaro, concretamente a Florida, y pretende hacerlo utilizando el avión oficial. Hoy hablan los medios de un billete de ida sin vuelta y con intención de exiliarse.
Desde el primer momento en que se conoció el resultado de las elecciones, Bolsonaro declaró que jamás entregaría la "Faja de Presidente" a Lula. Probablemente sea el Presidente del Senado, donde tendrá lugar la firma, quién se la imponga.
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