martes, 21 de junio de 2016

CAMPAÑA EN B


José Antonio Naz Valverde
 Colectivo Prometeo / FCSM
    Una campaña electoral debería tener como único objetivo explicar a la población de votantes los distintos programas de gobierno para que aquella pueda elegir con suficiente información. Además, como en este caso se repite la campaña habría posibilidad de entrar más en los detalles de las medidas y propuestas, sin olvidar explicar con quién se va a formar gobierno si, como parece, no habrá mayorías absolutas. Sin embargo no parece, en general, el caso en la actual campaña electoral en nuestro país. Seguramente se piensa que este pueblo no aguanta hablar en serio de las cosas serias que le preocupan y es más amigo de la superficialidad , las frases hechas repetitivas y las consignas partidistas; que en plena Eurocopa de Fútbol la gente no tiene tiempo para estas cosas ; o que como en el fútbol, ya tenemos cada uno nuestro equipo- partido al que mantenemos fidelidad de hincha hagan lo que hagan o propongan lo que propongan. Por eso la mayoría de los partidos hacen una campaña por debajo, al lado o a propósito de los problemas fundamentales, dedicando el tiempo a detalles secundarios o alejados de dichos temas.
    En vez de hablar de la altísima tasa de paro, de las mayores de Europa, en aumento continuado, alcanzando a la mayoría de la juventud y la responsabilidad de las políticas aplicadas, se atemoriza con los peligros en abstracto que puede suponer un gobierno nuevo de "los radicales".
Si la corrupción invade toda la piel de toro, con un partido acusado de financiarse sistemáticamente de manera ilegal, con cientos de cargos públicos y orgánicos imputados, investigados o encarcelados, que han robado cientos de millones de euros a un país en plena crisis; si hay dos expresidentes autonómicos imputados por desviar millones de euros de la formación y de las subvenciones para el empleo... se dedican horas de discusión y mucho más de repetición "mediática" a la situación de un país como Venezuela.
    Que los empleos son cada vez menos, menos duraderos y más precarios, con menos derechos,laborales... se debate sobre las décimas de aumento de la "creación económica" y de lo bien encaminada que está nuestra economía.

    No vale la pena dedicar tiempo a la desigualdad, aunque seamos el segundo país europeo en el ranking, mejor repetir como un mantra la "recuperación económica" que todo el mundo debe ver aunque forme parte del millón de familias sin ningún ingreso o de los tres millones de clase media empobrecida, o de los dos millones de niños en el umbral de la pobreza.
    Como es una obsesión pública la preocupación por las pensiones presentes y por las futuras, no se entra en valorar el uso del 50% del dinero reservado para tal fin, ni en la baja cobertura de las mismas, ni en las medidas para corregir este peligro en el futuro; mejor insistir en la importancia de la "estabilidad" en el gobierno y lo malo que puede ser un cambio radical.
Y si la deuda supera ya el 100% del PIB, algo realmente escandaloso y aterrador, no vale la pena aburrir con lo que puedan demandar los deudores y ordenarnos la UE, o si es posible reestructurarla, aplazarla , no pagarla... mejor hablamos de lo que le ha sucedido a Grecia y una vez más lo necesario que es mantener este gobierno "serio y estable" que garantice "mantener los avances".
Cuesta creer que una sociedad alfabetizada, en una democracia desarrollada del siglo XXI, responda realmente a estos clichés de superficialidad e indolencia, y se deje llevar por tal campaña para votar también en B, aunque las encuestas hasta ahora avalan esta posibilidad.
En varios días tendremos la respuesta.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

De poco sirve que la población este alfabetizada, academizada y requetedoctorada cuando la corrupción moral no posee como fundamento (causal) dichas condiciones y necesidades. Es una lectura no solo errónea sino absolutamente ciega y simplona.

Anónimo dijo...

Es el tipo de relación humana y de responsabilidad, el tipo de moralidad que subyace tras la inteligencia practicada sobre la reflexión de dicha experiencia y la percepción experimental lo que cincela las formas de la buena conducta social humana. Reproduce solidaridad, justicia, comprensión, libertad correctamente entendida y reportará beneficios en el mismo sentido, más allá del sistema local en el que se haya iniciado dicho proceso.