miércoles, 13 de noviembre de 2019

La Hora de la Verdad y el Valor





 José Aguza.
Colectivo Prometeo.



   Estábamos varios miembros del Colectivo Prometeo como casi a diario en nuestra habitual tertulia de medio día, cuando llegó otro compañero comentando que acababa de escuchar en la radio la noticia de que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias estaban firmando un acuerdo de gobernabilidad.    Realmente nos sorprendió la información y casi de inmediato nuestros comentarios y opiniones se dispararon.
   Pedimos que conectaran la televisión y efectivamente las imágenes confirmaban la nueva.
   Nos sorprendía, que mientras en las anteriores elecciones, el PSOE había estado haciendo la campaña del miedo de que viene la derecha y no conseguir la mayoría absoluta, dedicándose durante varios meses a estar mareando la perdiz para no ceder en una coalición con Unidas Podemos, que pudiera formar un gobierno de progreso y que aunque con propuestas llamativas, eran totalmente engañosas y faltas de contenidos, llegando incluso a justificar su negativa de admitir como Vicepresidente a Pablo Iglesias. Tras dar un paso atrás éste, para no ser un obstáculo, siguió rechazando cualquier posibilidad de pacto … pero claro es necesario entender que detrás de esta oposición había poderes mucho más importantes para admitir el cogobierno: la banca, los empresarios, la Unión Europea e incluso la Iglesia.


   No obstante, hay que reconocer que tras la presión de los poderes antes mencionados, también estaba la obcecación y prepotencia tanto de Pedro Sánchez, como miembros destacados de su gabinete, que se negaban a reconocer un gobierno realmente de izquierdas que les hiciera sombra, desenmascarando su falta de compromiso social y de una auténtica ideología izquierdista que hace décadas abandonaron. No podían permitir que por primera vez tuvieran los socialistas que compartir gobierno, habiendo sido dueños y señores del bipartidismo político de este país.
   Sin embargo no es una novedad en Europa formar gobiernos de coalición, más de la mitad de la Unión Europea actualmente están gobernando conjuntamente, a veces incluso con fuerzas de diferentes ideologías y en ocasiones hasta con cuatro o cinco partidos distintos, como es el caso de Finlandia, Eslovenia o Letonia con cinco fuerzas en el gobierno, de Países Bajos con cuatro organizaciones diferentes o Alemania, Bélgica y otras muchas.

   Ha habido que repetir elecciones, para que además del excesivo gasto económico supuesto, haya descubierto el Sr. Pedro Sánchez que la jugada le ha fracasado: la exhumación del dictador y la sentencia del Procés catalán, pensaba iba a favorecerle y la partida le ha resultado mal. Lo único que ha conseguido ha sido un alarmante ascenso de la extrema derecha que bien podía habernos costado a todos los españoles un giro radical de nuevo a la derecha más rancia.
   El hecho de celebrar nuevamente elecciones, ha demostrado una vez más que la izquierda sigue teniendo un problema de personalismo: es inconcebible que ante la oportunidad que se nos presentaba de poder aunar esfuerzos en candidaturas únicas para lograr una representatividad fuerte, seguimos disgregando nuestras fuerzas, como ha hecho Iñigo Errejón con su proyecto de Más Madrid, que ha supuesto la pérdida de miles de votos y  varios diputados, como ocurrió en su día con la aparición de Nueva Izquierda y otros experimentos desgajados de IU. Tampoco favorece el propósito la permanencia de pequeños grupúsculos, que restan algunos miles de votos, como pueden ser diferentes ramas comunistas, llámense Partido Comunista Obrero Español, Partido Comunista de los Trabajadores, Partido Comunista del Pueblo Andaluz y tantas variantes como circulan por todo el territorio, que bien podrían beneficiar el modelo común.
    Ahora sí que “le ha visto las orejas al lobo y su amenaza de que viene la derecha, que viene la derecha”, ha estado a punto de costarle el cargo y no ha tenido más remedio que tragarse su orgullo y doblegarse ante quien le había facilitado en el pasado la moción de censura y su acceso a la Presidencia del Gobierno. Por ello se ha visto en la obligación urgentísima de pactar con quien hace sólo unos días, éramos poco menos que unos comunistas apestados.
   Aunque los tiempos que se aproximan son duros y difíciles, no hay más remedio que armarse de fortaleza, no ceder ante los chantajes y presiones, manteniéndonos firmes en propuestas de gobierno sociales y justas. Para ello, ahora más que nunca, por la posición que se nos presenta tenemos que demostrar la honradez y transparencia de la que hacemos gala y organizar a nuestras bases ideológica y políticamente, sin miedo al futuro que se aproxima.
    En mi opinión personal, sé que muchos no lo compartirán, sería buen momento para devolverle al Sr. Sánchez una bofetada sin mano y que además podría reforzar la idea de que nosotros no estamos por los cargos y Pablo Iglesias en un gesto de gallardía, podría declinar la Vicepresidencia en otra persona destacada de Unidas Podemos, como Irene Montero, una mujer o el propio coordinador de Izquierda Unida Alberto Garzón, aunque él permaneciera como apoyo ideológico de dicha Vicepresidencia.
     Ha llegado el momento de la verdad y el valor para ejecutar realmente un futuro social, de progreso y justicia, para desmontar el comentario popular de “todos son iguales”. Ha llegado nuestra hora, es el tiempo de que la sociedad perciba realmente que hay otra forma de hacer política, más justa y solidaria.
   No hay que tener miedo ni ceder ante cambios necesarios y fundamentales, para el desarrollo de la economía y de la sociedad.
   Ha llegado la hora de acometer una auténtica reforma laboral, no cambios y parcheos para seguir explotando al trabajador, de fortalecimiento del empleo público,  restableciendo y mejorando las pérdidas en los Servicios Públicos, recuperando los valores detraídos en Sanidad, Educación, Servicios Sociales y revalorizando las pensiones al nivel de vida y aumentando el gasto público.
Es fundamental una nueva ley de Vivienda que proteja al ciudadano, con un precio justo de alquileres, con un control de los desahucios y de los fondos buitres de la banca, etc.
Es necesaria una subida de impuestos racional a la Banca y las grandes fortunas, que puedan igualarse con la presión fiscal de los países del entorno europeo, así como un mayor control que reduzca o impida la evasión a paraísos fiscales.
   Creación de una banca pública y reclamación de devolución de los 60.000 millones del rescate de la banca privada.
    Hay que poner freno de una vez por todas al adoctrinamiento de la Iglesia Católica en la sociedad, a través de la enseñanza pública y concertada. De que como el resto de ciudadanos pague sus impuestos, eliminando la financiación del Estado y sus exenciones fiscales y se financie de los propios recursos o las donaciones de sus fieles, así como la reducción de la utilización de espacio público.
    Además si realmente queremos cerrar las heridas del franquismo y la represión, es necesario continuar con el desarrollo de la Ley de Memoria Histórica. La exhumación del dictador, después de cuarenta años de compartir suelo con miles de víctimas, no es suficiente. Hay que descubrir los miles de desaparecidos en cunetas y fosas, de reconocer los torturados y las víctimas tanto de la Guerra Civil como de la Dictadura posterior y sus verdugos. El monasterio del Valle de los Caídos debe convertirse en un museo de la barbarie de un gobierno asesino y déspota.


No hay comentarios: